Vemos claramente cómo lo importante está ligado a sus consecuencias y efectos, mientras que la urgencia está relacionada por la necesidad de llegar a tiempo.
Son términos que utilizamos constantemente en nuestra vida diaria: es urgente que realice esto hoy… es muy importante lo que tengo que hacer… ¿Sabes realmente la diferencia entre estas dos situaciones? Vamos a platicar hoy sobre este tema.
Las urgencias se vuelven comunes en nuestra vida. Pasan los días, semanas y meses y lo único que hacemos es dedicarnos a apagar fuegos, a suplir esas tareas urgentes, creyendo que son importantes. Se convierten en nuestras principales preocupaciones y nos distraen de lo que realmente vale la pena.
¿Cómo diferenciarlas correctamente y no vivir corriendo, presionados y esclavizados por las urgencias?
Al definir el término importante, podríamos decir que es aquella cualidad que asignamos a una tarea, cuya realización nos acerca directamente a nuestro objetivo. Una tarea importante está directamente relacionada con las consecuencias que trae consigo. Cuanto más importante es algo, la finalización de esa tarea te acerca mucho más a tu meta.
Para explicarlo mejor, si el resultado de no hacer una acción es grave, estamos ante una tarea importante. Por lo tanto, solamente tú puedes decidir si algo es importante y tener muy claras cuáles son tus prioridades.
Si deseas tener buena salud es importante que acudas a tus revisiones médicas anuales. Si quieres obtener un título profesional es importante que te prepares para los exámenes y realices los trámites necesarios. Si quieres tener un buen matrimonio es importante que le dediques tiempo a tu cónyuge.
Y así podríamos seguir con muchos ejemplos.
Vayamos a lo urgente. Este término está asociado a tareas que tienen una fecha límite para ser realizadas. Cuanto más cerca se encuentra esa fecha límite, más urgencia tomará la tarea, y cuanto más volumen de tiempo requiera esta actividad se volverá más urgente y difícil de realizarla.
Aquí entrarían actividades como el pagar la luz para que no te la corten, el entregar un proyecto a tiempo para que no pierdas tu trabajo, o bien acudir a la escuela de tus hijos por sus calificaciones para que lo puedas reinscribir.
Vemos claramente cómo lo importante está ligado a sus consecuencias y efectos, mientras que la urgencia está relacionada por la necesidad de llegar a tiempo. Y entonces aparecen en nuestra vida diferentes combinaciones:
– Urgente e importante: crisis, emergencias, tareas a entregar. Darles el 100% de prioridad.
– Urgente sin importancia: tareas que necesitan atención inmediata: llamadas, mails, reuniones. En lo posible tratar de delegar esta tarea o dedicarle un tiempo específico.
– No urgente e importante: planificación de objetivos, prevención de problemas. Ponerle mucha atención porque nos va a guiar hacia nuestras metas y objetivos: cita con el doctor, inscribirme a un curso de capacitación, visitar a nuestros padres o abuelos.
– No urgente y no importante: asuntos sin objetivo claro, tareas triviales, pérdida de tiempo: dar vueltas en un centro comercial, ver televisión y no un programa específico, llamadas largas por teléfono. Darles su prioridad.
Es muy importante que tengamos una buena planificación de cada día. Te recomiendo que lo hagas la noche anterior, para no caer en la rutina de centrarnos solo en cosas urgentes que nos provocan ansiedad y estrés continuo.
Pregúntate muy sinceramente, tu vida está llena de urgencias, o realmente le dedicas tu tiempo a cosas importantes encaminadas al logro de tus objetivos. Si haces lo importante, reducirás lo urgente.
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