Para algunas personas como los adultos mayores, no son recomendables las siestas, ya que pueden alterar su hábito de sueño en las noches.
Tanto en México como en muchos otros países la siesta es una costumbre que viene de generaciones atrás. Consiste en descansar algunos minutos, entre veinte y treinta por lo general después de haber tomado el almuerzo, un corto sueño con el propósito de reunir energías para el resto de la jornada.
Tiene una explicación biológica. Es una consecuencia natural del descenso de la sangre después de la comida desde el sistema nervioso digestivo, lo que provoca una consiguiente somnolencia
Está comprobado científicamente que una siesta de no más de 30 minutos mejora la salud en general y la circulación sanguínea; y sobre todo previene el agobio, la presión y el estrés. Además favorece la memoria y los mecanismos de aprendizaje y proporciona la facultad de prolongar la jornada de trabajo al poderse resistir sin sueño por varias horas más con poca fatiga acumulada.
Tomarse una siesta es el hábito de muchos y el gusto de otros. Aunque pareciera que es una práctica idónea para los bebés y los niños, lo cierto es que hasta a los adultos les puede beneficiar enormemente el dormir en el día.
De acuerdo con la Clínica Mayo tomar siestas ofrece beneficios para los adultos sanos, tales como la relajación, menor fatiga, mayor estado de alerta, mejor estado de ánimo, mejor desempeño y memoria más aguda.
La mejor forma de dormirla es siguiendo estos consejos:
– Haz siestas cortas: trata de tomar de solo10, 20, máximo 30 minutos. Cuanto más tiempo duermas, más probable es que te sientas atontado después. Sin embargo los adultos jóvenes podrían tolerar siestas más largas.
– Duerme la siesta a primera hora de la tarde. Hacerlo después de las 3 pm puede interferir con el sueño nocturno. Los factores individuales como tu necesidad de dormir, tus horarios de sueño nocturno, edad y uso de medicamentos pueden ser importantes para determinar la mejor hora del día para dormir la siesta.
– Crea un ambiente de descanso. Duerme en un lugar tranquilo y oscuro, con una temperatura ambiente cómoda y pocas distracciones.
Dormir la siesta no es para todos. Algunas personas simplemente no pueden dormir durante el día o tienen problemas para dormir en lugares que no sean sus propias camas. También pueden tener efectos negativos, tales como la inercia del sueño, en que te siente aturdido después de despertarte. O bien, problemas de sueño durante la noche. Si ya tienes insomnio o mala calidad del sueño, dormir la siesta podría empeorar estos problemas.
¿Cuánto tiempo? Depende de la persona y su edad. Si quieres tener una inyección de energía en el día laboral, se recomiendan que sean entre 10-20 minutos.
En el caso de los niños en edad preescolar, se recomienda que duerman siestas entre 30 minutos y una hora (y que por las noches tengan entre 11 y 12 horas de sueño). Los que tienen de cinco a 12 años necesitan dormir de 10 a 11 horas por la noche.
Para acostumbrarlos y hacerles el hábito, es necesario que la siesta sea siempre a la misma hora y que el niño cuente con hábitos alimenticios y de sueño establecido. Esto ayudará a mejorar su salud.
Sin embargo, para algunas personas como los adultos mayores, no son recomendables las siestas, ya que pueden alterar su hábito de sueño en las noches.
Aprovecha esta gran costumbre mexicana y hazla un hábito en tu vida, para que puedas rendir mejor tanto física como emocionalmente a lo largo de tu día.
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