En una conferencia, Seth Stephens-Davidowitz afirma que si analizamos el perfil de una persona en Facebook, vamos a encontrar lo que esa persona quiere demostrar o aparentar hacia los demás.
Hace un tiempo asistí al evento de la Ciudad de las Ideas en Puebla, al cual asisten autores, investigadores y emprendedores de todo el mundo con las ideas más innovadoras.
Tuve oportunidad de escuchar a Seth Stephens-Davidowitz, autor del libro Todo el mundo miente, publicado después de cuatro años de investigación.
Todo el mundo miente, las personas mienten sobre cuántas copas bebieron antes de volver a casa. Mienten sobre la frecuencia con que van al gimnasio, el precio de sus zapatos nuevos, el haber leído tal libro.
Dicen que están enfermas cuando están sanas. Dicen que llamarán cuando no lo harán. Dicen que el problema no es el otro cuando sí lo es. Dicen que te quieren cuando no es así. Dicen que son felices cuando están deprimidos.
“Las personas mienten a sus amigos, mienten a sus jefes; mienten a los niños; a sus padres, a sus médicos, a sus cónyuges. Se mienten a sí mismos. Y sin sombra de duda mienten en las encuestas”.
Esto es lo que escuche decir al autor, analista de datos, columnista del New York Times y profesor de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania.
Lo interesante es que nos demostró con datos que solo hay alguien ante quien nos mostramos realmente como somos: Google.
A Google le decimos lo que no le contamos a nadie más, le revelamos nuestros miedos más profundos, nuestros sueños más íntimos. ¿Cómo lo demuestra?
Mediante los 8 billones de gigabytes de datos, que, en un día normal, dejan en total las búsquedas que se realizan en internet. Ya que las búsquedas en Google constituyen la mayor colección de datos sobre la mente humana que haya habido nunca.
Google es totalmente anónimo y abarca todos los temas de interés y rechazo de las sociedades alrededor del mundo. No sólo revela nuestros deseos ocultos, sino también nuestros prejuicios.
Por ejemplo: los prejuicios machistas que muchos padres y madres aún abrigan contra sus hijas frente a sus hijos varones. La mayoría de los padres quiere creer que tratan igual a sus hijos y a sus hijas. Pero si analizas los datos en Google te das cuenta que esto no es así.
Las consultas que hacen en Google sobre sus hijos varones relacionados con la inteligencia, preguntas tipo “¿Es mi hijo un genio? ¿Mi hijo tiene talento?”.
Sin embargo, la mayoría de consultas que hacen en Google sobre sus hijas están relacionadas con su aspecto: ¿Mi hija tiene sobrepeso? ¿Es fea mi hija? Esto demuestra que los padres expresan más interés por el potencial intelectual de sus hijos varones y mucho menos interés por la fisonomía de sus hijas.
En su conferencia, Seth afirma que si analizamos el perfil de una persona en Facebook, vamos a encontrar lo que esa persona quiere demostrar o aparentar hacia los demás, mientras que en Google las personas son tal y como son.
Te invito a reflexionar qué tanto eres una persona auténtica y que se muestra ante los demás tal y como es; o bien si eres una persona que miente todo el tiempo para aparentar algo que no es. La mentira es esconder quienes somos, mejor ser honestos, decir la verdad y que nos conozcan tal y como somos.
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