El poder de las relaciones se basa en la capacidad de generar vínculos estables, duraderos y de protección. Necesitamos de los demás para vivir tranquilos y en armonía.
No puedo olvidarme del comentario que le hizo una niña de unos doce años a su mamá, después de dos semanas en su nueva escuela: fíjate mamá que soy invisible. ¿Por qué dices esto?, le preguntó de inmediato. ¡Porque llevo 15 días en mi escuela nueva y nadie me ha dirigido la palabra!
Uno de los mayores miedos que se pueden y podemos padecer es el rechazo. Sentirse abandonado, despreciado o descuidado por los demás dispara todas las alarmas de la existencia.
El poder de las relaciones se basa en la capacidad de generar vínculos estables, duraderos y de protección. Necesitamos de los demás para vivir tranquilos y en armonía.
No obstante, lo que cada persona ha vivido a lo largo de su vida, hace que tengamos estilos afectivos diferentes. Unos aprenden a incluirse, otros a excluirse. Es como un viaje. Tarde o temprano acaban dentro o fuera. A veces los descartan, a veces ellos mismos se auto destierran.
Las sociedades hacen lo mismo con sus miembros, sobre todo aquellos que no responden a los estándares y modas, aquellos que son diferentes.
Esto no siempre es muy justo, ya que, de la misma manera, hay reconocimientos injustos y exagerados, falsos o injustos: personas con dinero, poder o famosas generalmente son incluidas, aunque no sean del todo rectas u honestas.
Hay quienes prefieren un reconocimiento en negativo, antes que ser completamente ignorado: mejor que hablen mal de mí, a que no hablen.
Reflexiona sobre esto, cuántas veces cometemos el error de hacer o decir cosas que no van con nuestra forma de pensar, únicamente para que los demás nos miren, para ser aceptados y para no ser invisibles a los demás.
El deseo de reconocimiento es algo natural en todos los seres humanos, a todos nos agrada que nos digan que hicimos algo bien, que te ves bien, o que el trabajo estuvo bien hecho.
Pero muy importante, un punto es satisfacer ese deseo de agradar y ser reconocidos, y otro negativo, es hacer las cosas solo para llamar la atención y figurar en la sociedad.
Veamos que hay detrás de esta forma de actuar. El miedo a no ser recordados es, en el fondo un temor a ser ignorados. Si nadie nos ve, ¿existimos?
Por supuesto, uno puede hacerlo sólo y para sí mismo. Lo importante es apreciar quién eres, que haces y como lo haces: mejor o peor.
Pregúntate sinceramente:
– ¿Hasta dónde sabes apreciarte?
– ¿Hasta dónde necesitas ser apreciado?
– ¿Hasta dónde te afecta el desprecio externo?
– ¿Necesitas ser reconocido por los demás para ser, para saber cómo ser?
– ¿Destacas lo bueno de las personas y lo que hacen con la mejor de las intenciones?
– ¿Tiendes al desprecio, a ver siempre lo que falta o lo que no está perfecto?
Según seamos en ese interior individual, así seremos hacia afuera, aunque lo disfracemos con máscaras sonrientes. ¿Qué significa esto? Que, si realmente vemos y apreciamos a los demás como personas valiosas, seremos vistas de la misma forma por ellas.
Y el ser visto no solo me refiero a los ojos, debemos de introducir la escucha y también el tacto. Cuántas veces juzgamos a una persona únicamente por lo que vemos, sin conocerla a fondo, escucharla y acercarse a ella.
Nos dice Xavier Giux en su artículo en El País: “hay una tarea que resulta ineludible hoy en día: educar la mirada, amplificar la escucha y apreciar la calidez. La mirada se educa revisando lo que tenemos tendencia a percibir, y aumentando el campo de visión.
“La escucha requiere atención, disponibilidad, profundidad. Más mas allá de una simple mirada. Y la calidez adentra, como ningún otro canal, en el contacto respetuoso, amable y tierno con el otro. No hay mayor reconocimiento”.
Te invito hoy a reflexionar que tanto miedo tienes de sentirte invisible ante los demás, que tantas palabras y actividades dices y haces solo para quedar bien y ser aceptada. Y más importante aún: que tanto realmente vez y escuchas a los demás.
Acéptate como eres, siéntete orgulloso de quién eres; acepta a los demás como son, y te aseguro, vivirás mucho más feliz y para todos serás una persona visible.
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