Existen hijos tiranos, berrinchudos o con el llamado Síndrome del Emperador, alejados del mundo real, egoístas y sin compasión.
El título de esta cápsula hace referencia al nombre del gran libro “50 reglas que los niños no aprenderán en la escuela”, de Charles Sykes, y que muchos niños y sobre todo jóvenes deberían de reflexionar y esperar de la vida.
Hablamos de los hijos tiranos, berrinchudos o con el llamado Síndrome del Emperador, alejados del mundo real, egoístas y sin compasión.
Reflexionemos como padres cómo estamos educando a nuestros hijos, y si eres joven, estas reglas pueden ayudarte a ser un hombre o mujer de bien en la sociedad:
– El mundo real no se preocupará por tu autoestima. Primero esperará a que logres algo.
– No vas a ganar $30,000 al mes al salir de la prepa. No serás director ni tendrás un coche de la compañía.
– No te lo mereces.
– No importa lo que diga tu papá, no eres una princesa.
– No. No puedes ser todo lo que sueñas.
– ¿Crees que tu maestro es duro? Espérate a tener un jefe. Cuando la riegues, no te preguntará cómo te sientes.
– Tu ombligo no es tan interesante. No te pases la vida mirándolo.
– Quizá en tu escuela no hay “ganadores y perdedores”. Pero en la vida sí.
– Cuando te gradúes, no vas a competir con debiluchos.
– La humillación es parte de la vida. Enfréntala.
– El trabajo básico no está por debajo de tu dignidad. Tus abuelos tenían un nombre para este: oportunidad.
– Tus papás y tu hermanito no te deben dar vergüenza. Lo que es vergonzoso es tu ingratitud y rudeza.
– Tus padres no eran tan aburridos. Lo que los hizo aburridos es el pagar tus cuentas.
– La vida no se divide en semestres y los veranos no son vacaciones.
– No es culpa de tus papás. Tú eres responsable de tus fallas.
– Fumar no te hace ver cool, te hace ver estúpido.
– No eres una víctima. Deja de quejarte.
– Algún día tendrás que madurar y mudarte de casa de tus papás.
– Aprende a lidiar con la hipocresía.
– Sé amable con los nerds. Puedes terminar trabajando para uno.
– No eres inmortal.
– Ve a la gente a los ojos cuando los conozcas.
– No eres el primero ni el último que está viviendo lo que estás viviendo.
– No dejes que te deprima el éxito de otros
– No eres perfecto y no tienes que serlo.
– No olvides decir gracias.
– La vida NO es justa, acostúmbrate,
Suenan duras estas reglas, pero son totalmente ciertas y con la mejor de las intenciones: trata de vivirlas y serás más feliz.
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