Para lograr acuerdos con ellos, debes de tomar en cuenta los valores y los estándares de la familia como conjunto.
Una preocupación actual de la mayoría de los papás en relación con sus hijos es el internet: qué están viendo o leyendo, cuánto tiempo lo utilizan, a qué edad deben iniciar, en qué lugares, entre otras muchas situaciones.
Más que preocuparte te recomiendo mejor ocuparte, y esto implicar supervisar, dialogar y llegar a acuerdos con ellos, sobre todo si ya son adolescentes.
Supervisar los hábitos de navegación de tus hijos te da la oportunidad de conocer sus intereses y forma de ser. No significa que lo tienes que espiar, sino más bien aprovechar lo que sabes positivamente para construir vínculos que te acerquen a ellos y que les permitan desarrollar confianza en ti.
Para lograr acuerdos con ellos, debes de tomar en cuenta los valores y los estándares de la familia como conjunto. Platícalo con tu esposo, esposa y determinen qué quieren para sus hijos. Los criterios varían de una familia a otra.
Para la tranquilidad tuya y de tus hijos, debe quedar claro que los acuerdos podrán actualizarse en el momento que lo juzgues conveniente, se pueden corregir para ambas partes.
No hay acuerdos perfectos, y siempre será mejor empezar más tarde que nunca. Es decir, si no lo hiciste en el momento en que le entregaste el dispositivo móvil con acceso a internet, lo puedes hacer ahora. Recuerda: la medicina preventiva suele ser suave, barata y eficaz, mientras que la correctiva es cara, amarga y dolorosa.
Comparto contigo algunas consideraciones que menciona Armando Novoa, experto digital, para lograr estos acuerdos con tus hijos:
1. De que lo van a ver, lo van a ver: con el enorme volumen de contenido inapropiado para menores disponible en internet, es casi seguro que tus hijos se toparán con él. Es mucho más práctico y realista asumir que lo verán y ayudarles a estar preparados para ello.
2. Entiende los estándares de la industria: existen organismos encargados de establecer los criterios y rangos de edad para algunos contenidos, asegúrate de entenderlos y apoyarte en ellos. Por ejemplo, la Comisión de Clasificación de Programas de Entretenimiento que se encarga de videojuegos. Los propios padres son quienes les compran juegos a sus hijos pequeños, juegos no apropiados.
3. Sin regulación, los contenidos se brutalizan: la crueldad y el extremismo con el que los contenidos pueden ser presentados en internet no tiene límites. De aquí la importancia de la regulación: qué ver y qué no ver.
4. Sin regulación, los contenidos pierden calidad y veracidad: es muy difícil validar la calidad de la fuente de un sitio en internet, a menos que pertenezca a organizaciones con reconocimiento editorial.
5. Los niños responden a modelos a seguir: cuando los niños viven rodeados de violencia e imágenes comprometedoras, sus modelos a seguir están lejos de ser inofensivos, más si quienes las realizan son héroes de caricaturas o películas.
Reflexiona, el internet forma parte de la vida de tus hijos y de la tuya también. Más que estar preocupados por ello, te invito a que te ocupes para que el internet más que un peligro, sea un aliado para tus hijos.
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