¿Sabes cuál es la más elaborada de las mentiras? El autoengaño: engañarnos hasta dar por cierto lo que no es. Y esto nos hace mucho daño.
¿A que me refiero con esto? El autoengaño es una estrategia mental que permite esquivar la realidad, refugiándose en una inconsciencia más o menos deliberada.
Recurrimos a él para evitar asumir las consecuencias de los propios actos, al no ver ciertos aspectos de personas o del entorno que resultan desagradables, al fingir y ocultar lo que se siente, o al justificarse para salir airoso de una situación.
A veces lo hacemos de forma consciente: una persona que sabe que tiene que hacer algo, pero se convence a sí misma para dejarlo para el día siguiente. Otra que reconoce que tiene un problema y se autoengaña pensando que el tiempo lo solucionará.
O bien, de forma inconsciente, en la cual una persona puede descubrir que ha borrado de su memoria hechos importantes o que se ha mentido ciega ante las evidencias claras de que su vida no va por buen camino. Prefieren ignorar la realidad.
Los estudios psicológicos los definen como puntos ciegos, experiencias personales que se bloquean. Se trata de un hecho comprobado de que no percibimos la realidad tal y como es, sino que elaboramos nuestra interpretación particular a partir de lo que captan los sentidos.
Surgen entonces la negación. Ante una enfermedad grave, algunas personas recurren a la negación: rechazan el diagnóstico o minimizan su seriedad, evitando reflexionar o hablar sobre ello. A veces puede resultar beneficiosa: es sabido que las personas con cáncer que niegan su enfermedad pueden sufrir menos ansiedad y depresión.
Pero si la negación se mantiene en el tiempo de manera rígida puede generar dificultades, tales como no tomar una actitud responsable o no ayudar a que tu situación mejore.
¿Como lograr un equilibrio entre el autoengaño y la realidad? Un concepto útil es la verdad soportable. Es decir, reconocer la realidad, pero dándose un tiempo para digerir poco a poco la información que resulta difícil.
La mentira y la negación terminan creando una terrible desconexión, ignorando quiénes somos y qué deseamos. Es importante mantener un pacto de honestidad con nosotros mismos.
Esto te permitirá vivir más tranquilo y abierto hacia los demás.
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