Te pido que reflexiones sobre estos mitos, que no te dejes llevar por ellos…
Hablar de violencia nunca es fácil, pero sí necesario. Vivimos en un país en el que tristemente 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia por su pareja u otra persona.
Y más triste aún es saber que la violencia de padres contra hijos afecta al 40% de las familias mexicanas.
Ahora bien, no todo lo que se dice o escuchamos sobre violencia es cierto. Es por ello que hoy quiero compartir los principales mitos y realidades que existen en torno a ella, y que probablemente tu o alguien cercano los está viviendo:
-“La violencia familiar se da en familias de escasos recursos”: FALSO. En todas las clases sociales sin importar raza, religión o formación profesional se dan episodios de violencia.
-“La conducta violenta es natural del ser humano”: FALSO. Se dice que algunas personas son violentas desde que nacen: ¡esto no es cierto!
Por naturaleza tendemos al bien y no al mal. Se han realizado estudios en niños muy pequeños, y cuando alguno de ellos llora o se cae, los otros de inmediato lo ayudan. La violencia es algo que se aprende:
- A través de la cultura
- De las instituciones
- De la familia
- Escuela
- De las comunidades
- y de los medios de comunicación.
-“La violencia intrafamiliar es un asunto privado que no le importa a nadie más”: FALSO. Únicamente 14 de cada 100 hogares donde hay violencia solicitan ayuda, y en el 70% se repiten los actos violentos.
Cualquier acto que dañe la integridad física o psicológica de una persona sea fuera o dentro de la familia tiene que ser denunciado y se debe buscar ayuda. “El valiente vive hasta que el cobarde quiere”.
-“Es mejor que aguanten si tienen hijos, ya que los pueden dañar”: FALSO. Una convivencia familiar violenta daña el desarrollo, conductas y salud de la misma familia.
-“A algunas mujeres les gusta que les peguen, sino se marcharían”: FALSO. Vuelven porque no tienen solvencia económica, por temor, miedo a perder a sus hijos y otras razones, pero a ninguna mujer le gusta que la lastimen.
-“Es necesario el castigo como parte de una buena educación. Hay que pegarles si no, no entienden”: FALSO. La violencia daña más de lo que pensamos, si los hijos la sufren de pequeños es muy probable que repitan esta conducta con su propia familia en el futuro.
-“Las agresiones físicas son más peligrosas que las psíquicas”: TOTALMENTE FALSO. Son igual o más dañinas. La mujer y los hijos pierden su autoestima y la capacidad de decidir por sí mismos.
-“El agresor es un enfermo, no es culpable de lo que hace”: FALSO. En hombre puede sufrir tensiones, irritabilidad, ser explosivo y perder el control mediante agresiones o insultos, pero esto no significa que está enfermo y que no es culpable. Generalmente se presentan estas explosiones y después viene el arrepentimiento, promete no volver a hacerlo, se le perdona y al poco tiempo vuelve a explotar.
-“La mujer es la que provoca la agresión”: FALSO. Se dice que la forma en que se viste, habla o actúa es signo de provocación, ¡no hay justificación alguna para un acto de violencia!
-“Son incidente derivados por una perdida de control momentánea”: FALSO. ¿Sabes por qué? La violencia es un círculo. No es producto de un problema ocasional, ya que con ésta no desaparece el problema. Y muy importante: es una “cadena”: el papá llega cansado, irritado, enojado: es violento física o verbalmente con la mamá.
Esta queda devaluada y dolida, y en muchas ocasiones se desquita con los hijos: les grita, golpea o regaña. ¿Qué pasa con estos niños?
Esta tensión vivida en casa la llevan al día siguiente y los demás días a la escuela: son agresivos con sus compañeros y maestros. Nunca termina, es un círculo que crece cada día más.
-“El maltrato es un hecho aislado”: TOTALMENTE FALSO. Va acompañado de otras situaciones.
Y la última gran realidad es que la principal causa de violencia es el alcoholismo y la drogadicción. Al no tener control sobre sí mismos recurren a actos violentos.
Te pido que reflexiones sobre estos mitos, que no te dejes llevar por ellos, y que, si estás viviendo una situación de violencia, de inmediato busque ayuda con alguien cercano o un profesional. Recuerda: “El valiente vive hasta que el cobarde quiere”.
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