En muchas ocasiones, parece que nuestros hijos ya no saben divertirse o disfrutar si no está presente la tecnología.
En un artículo publicado por la asociación A Favor de lo Mejor, puntualiza que los menores de edad han utilizado las pantallas 76% más tiempo que antes.
El confinamiento ha cambiado la forma en que los niños aprenden, se entretienen y se acercan a sus amigos. Los celulares, tabletas, televisión y videojuegos ahora ocupan más tiempo en su día, y, como consecuencia, existe el peligro de que se acostumbren tanto a los estímulos digitales, que la vida real y diaria les parezca poco interesante.
¿Cómo recuperar su interés por la realidad?
Catherine L´Ecuyer plantea cinco maneras de lograrlo, mediante la educación sensorial:
1. Realizar actividades lentas: actividades que requieran de paciencia y orden: leer, platicar, cocinar o armar figuras.
2. Proporcionar material para descubrir: juguetes sencillos que permitan imaginar, descubrir y crear sus propias historias.
3. Poner el ejemplo: como papás, demostrarles que el entorno es interesante haciendo comentarios que los inviten a prestar atención, como: que bonitas están las estrellas esta noche…supiste de esta noticia… ¿Qué opinas al respecto?
4. Aprender de ellos: observa a tus hijos y date cuenta cuales son los efectos después de recibir estímulos digitales: ¿Cómo reaccionan después de un juego violento? ¿Cuánto tiempo tardan en ponerte atención después de estar en el celular? ¿Cómo se comporta cuando le pides que apague la pantalla?
5. Establecer horarios sin tecnología: define momentos y espacios en los que no se utilizarán las pantallas: comedor, recámara, o en algún momento que la familia conviva.
Estoy convencida de que ahora más que nunca, la tecnología forma parte esencial de la vida cotidiana, y ha sido de gran utilidad para continuar conectados con la escuela, familiares y amistades de manera efectiva; además de proporcionar una alternativa para entretenerse desde casa.
Sin embargo, como papás, debemos de buscar un balance para que nuestros hijos disfruten y se diviertan de distintas maneras. La tecnología debe servirnos en nuestra vida, y no convertirnos nosotros y nuestros hijos en esclavos de ella.
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