Al saberse los resultados de la elección de hace seis años, esta ñora creyó que no habría elecciones para este año. O por lo menos, que serían sin el INE y muy diferentes a las que se acaban de vivir en esa jornada; pero su prima le dijo que no sería así. Esta ñora considera que hubo un empate en sus predicciones porque si bien la prima tuvo razón en que sí siguió el INE y sí habrá, Dios mediante, elecciones con el mismo sistema y método que hace seis años —que ya es mucho— el INE anda medio deslavado y a este momento el Tribunal Electoral no tiene a todos integrantes que debería tener, porque Morena se negó a nombrarlos a principios del año y los de oposición se hicieron guajes. Además, tres de los que están parecen ya cooptados por Morena. Pero dentro de todo, tanto la falta de magistrados de Tribunal como la instalación de casillas parecería que se puede resolver.
Por supuesto, que exista INE y que las elecciones sí se vayan a realizar dentro de parámetros normales ni es concesión del incluso-sí-me-dan-un-video-de-mis-hijos-robando-voy-a-exigir-que-den-pruebas sino un triunfo de muchísima gente que no quitó el dedo del renglón de decir que el INE se respetaba. Y esta ñora no tiene testigos, pero sí comentó con su compadre (que vendría siendo el único testigo claro está) que el nombramiento de Guadalupe Taddei no le gustaba; pero pues era mejor tener presidenta que no y que el INE es una máquina muy bien aceitada y demás… Esta ñora nomás lo anota para la posteridad y tampoco quiere que se lea como que pues ya valimos con ese INE, pero digamos que podría ser uno más cercano a los que organizaron todas las elecciones anteriores. Pero es lo que hay.
Y también lo que hay es que hace un año no teníamos ni un candidato del lado de la oposición que pintara para poder dar la batalla en esta elección. Era cierto que al igual que esta ñora había muchísimos ciudadanos que no votarían por Morena ni por ningún candidato del nunca-recibí-a-una-madre-buscadora-pero-sí-mandé-al-ejército-a-buscar-a-Panamá-a-un-revolucionario-perdido; pero eso no era suficiente. Se le puede criticar muchas cosas a Xóchitl, menos que no le echó todas las ganas del mundo para unificar a mucha gente e hizo más la chamba que muchísimos candidatos a otros puestos locales y federales. Además, sirvió para que varias gubernaturas que se daban por perdidas hoy tenga una luz de esperanza. (Aquí sí, queridos lectores, caminen a la luz, vayan todos a la luz).
Y esta última semana corta, porque con la veda de cacería de votos pues hay cierto silencio, resultó muy poco predecible. Primero las encuestadoras el último día como disculpándose y echándose para atrás de sus números fabulosos donde Clau gana con más ventaja de la que nunca tuvo el todo-indica-que-ni-siquiera-cumplí-con-el-principio-de-supervivencia-básica-del-corrupto-de-salpicar-a-todos-lados-y-mis-hijos-acapararon-todo.
Luego el desangelado, ah, no perdón que sí hubo Ángeles Azules, cierre de campaña de la Clau en el Zócalo. Que todo y los de Iztapalapa el mundo, pues no se llenó del todo y como alguien puso en TW gracias a su “telonera” fue la vez que menos gente acudió a un concierto y gratis de los Ángeles Azules, algo así como que se los chupó la bruja. El CNTE ocupó más espacio que el domingo de la Marea Rosa y eso facilitaba no tener que llenar. Había zona VIP que ocupa mucho espacio (¡tan clasistas esos estos morenos!) y casi nadie de ellos mismos subió fotos de su asistencia al evento. De pilón, habían anunciado que harían cierres en 32 ciudades y esta ñora no vio ni una foto de eso, así que imitar a la Marea Rosa les quedó muy en marea baja pero muy baja. Y fue obvio que acarreados sí hubo, pero fue raro que no le metieran taaaanto para mostrar algo de verdad de miedo como las encuestas.
Por otro lado, lo más feo la violencia. Porque a esa misma hora mataron en pleno mitin al candidato a presidente municipal de Coyuca de Benítez del Frente de Fuerza y Corazón y hubo balazos en otro mitin en Oaxaca. Justo en la mañanera habían dicho en su realidad alterna estas eran las elecciones más pacíficas y justas y no sé qué más.
Esta será la última columna antes de la elección, y esta ñora desea de todo corazón que la próxima no tenga que hablar de más violencia, o de incertidumbre o de miedo. Y sí desea con toda su alma que los resultados de la elección sean de un enorme e inesperado triunfo con carro completo del Frente Fuerza y Corazón por México. Y no se preocupen los del Frente aún si ganan todo ya encontrarán luego con qué pelearse entre ellos, pero con suerte dialogarán y resolverán que eso se llama democracia. ¡Votemos por el México que queremos!
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