Esta ñora de vez en cuando se atreve a oír lo que dice el nomás-trabajo-unas-tres-horas-al-día-en-la-mañanera y así se dio cuenta que no tiene ni idea de que acabar con 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial lo ordenó con el hígado y ni siquiera tiene idea de qué es lo que afectó, pero eso sí ya les dijo flojos y no sé qué más por días. Su cantaleta es “para acabar con los privilegios”, y la repite y repite, pero cuando una reportera le señala que hay varios fideicomisos (y parece que los 13 en realidad) no tienen que ver con los ministros, dice que revisen los legisladores, pero luego acepta que espera que no cambien ni una coma.
O sea, nunca se le ocurrió revisar siquiera los recibos de los trabajadores que claramente traen los descuentos a sus salarios para atención de salud y de retiro que es de donde salen esos recursos para los fideicomisos y menos vio las cartas de autorización para que eso funcione, así que firmó su ministro favorito Zaldívar cuando era el ministro presidente de la Suprema Corte. Así que cuando esta ñora lo escuchó decir: “Es mi palabra y soy un hombre de palabra…y si hay un trabajador (del poder judicial) que va a recibir menos de su salario o se le van a quitar prestaciones, nosotros somos avales, yo soy la garantía”, pues estuvo entre ponerse a reír y a llorar al mismo tiempo, porque basta con leer los títulos de los fideicomisos para saber que nomás uno y acaso va a los exministros, los demás sí son para trabajadores y sobre todo para operar al día a día. O sea, no sólo los trabajadores resultan afectados, todos los mexicanos tarde o temprano también.
Es obvio que mientras Zaldívar se le plegó no se le ocurrió tocar esos fideicomisos, pero este año sí. El bajo-la-cabeza-y-me-rindo-ante-Cienfuegos-cuando-lo-condecoro acusó de pecado social la existencia de esos fideicomisos, pero más bien esta ñora cree que seis de los siete los pecados capitales que mueven de su lado estas acciones: está la soberbia que se nota en la declaración anterior, por supuesto la ira, porque esto es una venganza contra Piña y los demás ministros que han hecho cumplir la Constitución. La avaricia en quedarse con esa lana que en mucho es de los trabajadores es más que obvia, pues esos 15 mil 280 millones de pesos o se los roban o los usan para comprar votos. Ese afán de comprar votos es también una especie de gula porque no quedan satisfechos con nada. Y el sexto es la pereza, porque obviamente no se tomaron la molestia de revisar si en verdad afectarían a los supuestos privilegios de los ministros que se supone que era el afán principal, hasta para la venganza les gana la flojera. Esta ñora no cree que haya lujuria en este asunto porque para ese pecado sí se ve muy flácido el prometeré-hasta-el-infinito-que-tendremos-un-sistema-de-salud-como-Dinamarca.
En esas ironías que este sexenio regala, esta ñora debe señalar que al mismo tiempo que desaparecen esos fideicomisos y luego de insistir e insistir que los fideicomisos son malos, pero muuuuuy malos porque no hay transparencia en ellos, pues aprueban dos fideicomisos para las Fuerzas Armadas… y no lo dicen, pero se los dan porque el Tren Maya va a ser un fracaso monumental y los soldaditos no van a tolerar eso.
Resulta que la operación del trenecito se hará con una empresa que se llama (bien original), Tren Maya, S.A. de C.V. la cual depende enteramente de Sedena. Con esas empresas también manejarán otros negocios como sus hoteles y aeropuertos. Pero lo principal es el tren que va a ser como el AIFA que no gana un peso y antes pierde y vive de los impuestos de los mexicanos. Así que los militares no ganarán nada con eso… lo harán con lo que se le cobra los turistas que necesitan visa para venir a México. Sí la lana que se les cobra a los turistas ya no se usará como hasta ahora para promover el turismo: se irá a un oscuro fideicomiso. Y lo más emocionante para esta ñora es que esta ñora leyó que esa lanita que se cobra son unos 10 mil millones de pesos al año. Esta ñora invita al lector a leer cuánto se le robó, perdón, se le quitó amablemente al Poder Judicial, y recuerde esos ingresos para los soldaditos serán sólo de un año. Los fideicomisos no recibían esa lana cada año, eran fondos más o menos fijos que se cuidaban ahí.
El otro fideicomiso esta ñora admite que no entendió bien como lo llenarán, pero al parecer será cobrando un impuesto a nuestras compras de Amazon o Mercado Libre que entren como importación. Pero esta ñora admite que no encontró mucho de eso así que prefiere no abundar.
Y ya nomás para acabar el baile de cifras que esta ñora se encontró por ahí que el costo total del Tren Maya será de 500 mil millones de pesos, un titipuchal más de lo que dijeron al principio, y además, que si esos milloncitos los dividiéramos entre todos los municipios del país, a cada uno le hubieran tocado 200 millones. Así nada más. Esta ñora cree que habría sido un poquito más útil usarlo para apoyar a las policías municipales, por ejemplo, que usarlo en un trenecito que ha causado una devastación terrible y que la administración actual está mostrando que no será rentable pues tuvo que desviar el dinero de las visas para tener contentos a los soldaditos… Pero a los jueces, secretarios, actuarios y a todos los mexicanos que requiramos algo del Poder Judicial sí que nos lleve el tren.
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