Sumisión o su misión

Sin duda es histórico que en cosa de diez días una mujer vaya a ocupar la presidencia de nuestro país, esta ñora reconoce eso. Pero lo triste es que todavía a diez días de este acontecimiento no se sepa si la Clau en verdad va a gobernar con todas sus letras, o sea, va a hacer suya su misión de ser la presidenta o se va a dejar vencer por la sumisión al callen-a-Zedillo-y-callen-a-García-Luna-que-me-andan-empañando-mi-espejito-de-que-soy-el-más-bonito.

A este respecto esta ñora ha tenido amplias conversaciones con su prima, la que le sabe a la economía y es ñora empoderada. Ella sostiene que Clau sí quiere ejercer el poder, pero que tendrá que superar no sólo la sombra del ya-le-heredé-mi-hijo-el-partido-porque-Morena-sin-mi-sangre-no-es-nada sino de las tribus que se estarán peleando internamente sin la fuerza equilibradora que queramos o no ejerce hoy el llegué-prometiendo-que-mandaría-a-los-militares-al-cuartel-y-voy-mándalos-a-la-ignominia-de-verse-sometidos-a-los-narcos. Aunque esta ñora no está muy segura de creer que la Clau quiere ejercer el poder al cien por ciento, la ve bastante sumisita y bastante tapate, pero la prima piensa que es parte de una estrategia porque ahorita no tiene todos los hilos.

Y ahí sí ambas coinciden en que todos los hilos pasan por la confección del presupuesto, y por eso resulta entre preocupante y revelador que el Ramírez de la O ande cada vez más deslavado y poco presente. Y peor todavía que otro Ramírez o sea Alfonso Ramírez Cuéllar, quien se supone será el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública ande diciendo que el próximo presupuesto será de 10 billones de pesos, o sea, un billón más que en 24. Y esta ñora que es cuentachiles no olvida que ese presupuesto traía casi dos billones de deuda (déficit que es el nombre elegante para decir que vivimos de prestado). Y otra de las cosas alarmantes en ese presupuesto era que la inversión pública era menor casi en 50 por ciento a la deuda. O sea, nos endeudamos no para hacer mayores obras (que para los elefantes blancos hechos por esta administración pues tampoco es que fuera muy divertido) sino para pagar la mayor obra del sexenio: ganar arrasadoramente las elecciones comprando votos y haciendo una elección de Estado.

En otras palabras, el año pasado se “entiende” que fuera un año de mucho gasto (claro la austeridad republicana es un chiste) pero ¿este? Es que como esta ñora sabe en todas las familias hay meses o años que resultan con muchos más gastos que lo normal que incluso obligan a endeudarse, porque hubo una enfermedad o porque se compró un nuevo comedor o porque hubo un choque se tuvo que pagar la reparación o el deducible del seguro. Y como toda ñora sabe luego de ese periodo pues toca ponerse uno más austero, pero ¿la Clau no sabrá esa regla básica de cualquier ñora?

Desde hace varias columnas esta ñora ha insistido en la importancia de conocer el presupuesto del próximo año porque “follow the money” es la regla básica para saber dónde está tu corazón. Sí, esta ñora ya dejó el romanticismo unos años atrás y es más bien creyente de que si no hay dinero el amor se escapa por la ventana.

Y la Clau la tiene muy pero muy difícil en ese terreno del dinero (del amor se ve que no porque su esposo se ve enamoradísimo de ella y destila querencia en cada una de sus expresiones) porque si en verdad el presupuesto es de 10 billones, eso implica que piensa endeudarnos todavía más. Y para julio la deuda pública era de 14 billones 181 mil 811.1 millones de pesos… Claro, eso asumiendo que sigamos siendo sujetos de crédito porque estamos a dos milímetros de perder la calidad crediticita, o sea, de que nadie nos preste o nos presten a unas tasas más usureras que señora de vecindad de las películas de la época del Cine de Oro. 

Por otra parte, la Clau no tendrá acceso a un solo peso de los fideicomisos que todavía existen porque los que existen son de los militares, y como si fuera poco, ya el año pasado los ingresos por los turistas extranjeros que ingresan al país (que pagan una cuota de entrada) se habían destinado a un fideicomiso para el Tren Maya y el miércoles el será-que-aguanto-una-semana-sin-que-Lord-Molécula-me-molecule-con-sus-alabanzas mandó una iniciativa más al Congreso para desaparecer ese fideicomiso sumándolo a otro que maneja otras obras en manos del Ejército como el aeropuerto de Tulum y que los ingresos por turismo ahora vayan a ese fideicomiso. Esta ñora a veces no alcanza a creer que hayamos llegado a tal distorsión en el gobierno de México que los militares hagan trenes que matan la selva y se queden con el dinero del turismo que dejará de venir justo porque destruimos la selva… y que todo eso lo hagan en lugar de defender a los mexicanos del crimen organizado. ¿La Clau qué opinará de este acto de blindaje todavía más fuerte a los intereses económicos de los militares?

Esta ñora ni de chiste desearía estar en los zapatos de la Clau (que además tiene pésimo gusto en cacles, aunque en los trajecitos ha mejorado un poquito) porque la bomba económica que tiene enfrente es terrible y eso sin contar con las bombas políticas que Morena divida (y están divididos se note o no y lo están en el Congreso y en los estados que gobiernas) le puede poner… más lo que el crimen organizado le depare. Ahora, ojalá fuera sólo Clau la que sufrirá todo esto, porque seremos todos los mexicanos… pero si hay sumisión será todavía peor, así que ojalá Clau entienda su misión y tenga con qué hacerla.

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