Esta ñora como muchos ha hecho suya la frasecita del ex rock star de la pandemia y arrastrado mayor ante Clau aunque ella ni lo tope, el famoso López-Gatell, aquella del “cubrebocas sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve”. Hay que reconocer que es una frase muy útil en la política mexicana actual. Por ejemplo, el caso de las encuestas en Morena para determinar candidatos se supone que servirían para ubicar a los más competitivos en cada estado y claro, luego tendrían que hacer ajustes para cumplir lo de cinco mujeres postuladas y cuatro hombres para las gubernaturas. Pero en la realidad sólo sirvieron para evidenciar que no importa que le ganes a tu contrincante por 15 o más puntos, si no le caes bien al en-Badiraguato-no-pongo-en-riesgo-la-investidura-presidencial-porque-voy-de-súbdito-de-mis-jefes no te toca ser candidato, como le pasó a García Harfuch, pues la candidata será Clara Brugada, tal como la Inteligencia Artificial del mensaje de Batres quería. (Por cierto, a la familia Batres le anda sonriendo la fortuna con todo, Martí derrotó a Clau y su hermana Lenia está en la terna para sustituir a Zaldívar o por lo menos en la terna balín para que la rechacen y luego se pueda imponer a alguien más).
Y no sólo eso, el Partido Verde había servido para lo que servía pero ahora probablemente no sirva para nada. Las ventajas competitivas que había desarrollado las han perdido y no podrán repetir sus triunfos de antaño. Esta ñora debe confesar que siempre le causó asombro (no necesariamente del bueno) la fantástica estrategia político-comercial que desde su fundación fue el partido Verde. Se aliaba con el que le convenía para la presidencia, pero a la par lograba con candidatos simpaticones y conocidos, además de una gran campaña mediática (ilegal a veces, pero la multa lo valía), ganar posiciones en el Congreso. Justo por eso fueron atractivos en los primeros días de este sexenio para que Morena los cooptara al grado de que han perdido cualquier credibilidad o margen de maniobra, como bien se vio también con las designaciones de candidaturas. En Chiapas donde el Verde se supone que es el dueño y señor de los votos, no quedó su candidato, ni siquiera quedó la favorita de Clau, sino que quedó Eduardo Ramírez un morenista muy morenista. Eso sí al Verde le dieron en Jalisco chance de que pusieran a Claudia Delgadillo (aunque perdió la encuesta), sí justo en donde las posibilidades de ganar son muy pero muy bajas.
Si así fue con las gubernaturas, ni imaginar cómo van a quedar las designaciones de cada distrito para diputados o las de senadores. Además, no pueden ir separados porque ya no tienen el disfraz de independientes que alguna vez les favoreció y se sabe que ahora le quitarían votos a Morena no a la oposición. Esta ñora se alegra mucho de eso porque sí había salido muy carito mantenerlos, así que ojalá que hasta pierdan el registro.
Y por supuesto, el bastón de mando que le dieron a Clau sirvió para lo que sirvió para sacarse una foto donde ella se veía sumisa y… no sirve para nada más. Ni de chiste funcionó para empoderarla a ella como una verdadera candidata con fuerza propia o con algún poder de decisión porque en realidad nunca se pretendió que ella decida algo. A esta ñora le queda claro que a los duros y rudos votantes morenos eso no les importa, al contrario les encanta que el juré-y-juré-que-no-endeudaría-al-país-y-pido-más-deuda-que-Fox-Calderón-y-Peña-juntos sea el que siga moviendo los hilos. Esta ñora sin embargo se pregunta si tanta imposición con tanta traición a la Clau, al Marce, al Verde, y a muchos otros en el camino ¿de verdad no afecta internamente a Morena? ¿No afectará a las campañas a la mera hora? Pues parecería que no… pero capaz que los hilos que creen estar moviendo con habilidad tienen más nudos de lo que se ve.
Lo que ya se ve es que la popularidad sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve, según se puede deducir de la cobardía que ha mostrado respecto a ir a Acapulco el ay-qué-bonito-es-Samuelito-que-va-a-distraer-a-las-multitudes-y-atacará-a-Xóchitl-para-que-Clau-no-se-moleste-en-eso. Es que esta ñora oyó eso de “no puedo permitir que nadie me ningunee” y de plano no ve cómo es posible que incluso si como teme haya infiltrados mandamos por la televisión, ¿a poco los acapulqueños que lo aaaamaaaaan (así dijo) no lo defenderían y harían callar a esos colados mostrando la eficacia, la rapidez y el acierto de todas las acciones por las que el puerto ya está a nada de estar mejor que antes? De plano, ¿ocupar el segundo lugar de popularidad como presidente a nivel mundial en Acapulco no sirve de escudo protector?
En fin, a esta ñora le queda claro que la investidura presidencial sirve como buen pretexto para no actuar con decisión y en realidad no sirve para nada cuando quien la ostenta no está dispuesto a ejercer como presidente de todos los mexicanos.
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