Sin decir agua va

Esta ñora, como todos, a veces se cansa de tanto rollo en las campañas, que además son circo de tres pistas porque hay que poner atención a Xóchitl, a la Clau, y lo siento, Álvarez (eso de negar a su padre por parte del Máynez resulta de muy poca madre), pero la tercera pista es del pedí-modificar-las-leyes-para-sacar-de-la-cárcel-a-un-secuestrador-condenado-para-darle-en-la-torre-a-Loret. El problema de este circo es que hace que no vemos un montón de cosas muy importantes.

Por supuesto, las modificaciones de leyes medio tuvieron espacio, pero hay dos noticias que a esta ñora le han llamado la atención. La primera es que sin decir “agua va”, el 22 de abril por la tarde salió un decreto que pone aranceles (o sea impuestos) a 544 productos (o claves) de importación. De esos, 544 ya 388 eran sujetos de aranceles desde agosto pasado; pero de pronto les subieron a 156 más. A la mayor parte de esas claves les clavaron una tarifa de 35 por ciento. Y los productos son tan variados que incluyen ¡hasta las chanclas pero sólo las de mujer! (el apartado 6494.19.08 dice textual “Sandalias para mujer, adulta y jóvenes”).

Esta ñora además de que se siente un poco ofendida porque las chanclas del ñor y del escuincle-adolescente, perdón, la bendición-motivo de santificación; pero en este asunto en realidad hay mucho más de fondo. La justificación de este arancel es evitar una práctica muy extendida de que los chinos traían a México productos como esas chanclas a unos precios más pequeñitos que sus inquietos ojitos, y de acá los mandaban a Estados Unidos amparados por el T-MEC.

Eso por supuesto que hace daño tanto a la economía de México en muchos sectores, particularmente, el calzado, los textiles y otros productos de construcción que se producen y que no pueden competir con los pequeñitos precios chinos. Pero el problema es justamente el “sin agua va” porque el decreto no dio ni aviso ni margen de cálculos, ni nada. Entró en vigor al día siguiente de que expidió (y esta ñora insiste, fue por la tarde que se sacó). Y fue tan a lo loco que esta ñora sabe de personas con empresas chiquitas que importaban textiles para hacer persianas que están jalándose los cabellos, porque claro de pronto lo que habías cotizado a tu cliente te va a salir ¡veinticinco por ciento más caro!, y quizá tu posible ganancia no sólo se esfumó (¡esos que creen que las ganancias son del 70 por ciento nunca han tenido un negocio real, nomás han de haber “construido con sus propias manos y embarazados su casita en Tlalpan”) sino que quizá tengan que poner lana para mantenerle el precio ya pactado. E incrementar de golpe todos sus precios con lo cual todos los posibles clientes seguro saldrán corriendo. Y eso, sumado y multiplicado por cientos de negocios, pues seguramente va a generar inflación, justo cuando de nuevo ésta se incrementó como cualquier ñora puede reportar nomás de ir al mercado.

Obvio, en la mañanera no dijeron nada porque esas minucias son minucias y como el dólar está bajo, aunque ya subió; pero poquito, pues no ha de ser importante. Esta ñora insiste que entiende que la medida quizá beneficie a mediano plazo a los productores de materias primas y algunos productores más, pero hacerla así de guamazo y sin avisar va a tener efectos negativos, y va a subir los precios en muchos sectores y seguro habrá gente a la que despidan porque las empresas no pueden resistir.

Y por supuesto, queda la duda, ¿fueron los gringos los que presionaron al gobierno mexicano para que lanzara esta medida que se hizo con tanta prisa? Pues como dicen esta ñora no tiene pruebas, pero tampoco dudas; y le parece muy pero muy poco patriota que las medidas se sigan tomando nomás porque nos truenan los dedos y sin medir el impacto. O peor aún, la inmediatez sólo es para meterse de golpe mucho más dinero en las arcas de. O sea, una medida que pudo hacerse bien para en serio beneficiar a los productores mexicanos se ve más proteger a los gringos y sacar todavía más lana para robar ya sea las elecciones o para su propio beneficio porque no van a dejar escapar ni un peso de su robadera.

La otra noticia que esta ñora leyó, bueno todavía no es noticia, pero cuando el río suena… es que se sacará al país de la evaluación de PISA, esa prueba que mide la eficacia de la escuela. O sea, que hace comparativos de cómo están aprendiendo los estudiantes de muchos países del mundo. México nunca ha salido muy airoso de esas pruebas (en 2021 no entramos que porque la pandemia), pero es evidente que la caída ha sido vertiginosa en este sexenio. Así que es muy de entender que se quiera ocultar todavía más que vamos en picada y no exponer de ninguna manera el fracaso anunciado de los libros de texto de Marx Arriaga.

En fin, que esta ñora nomás espera que estas cositas así de a poquito sumadas hagan a mucha más gente consciente de lo que nos jugamos en la próxima elección. Quizá no sea algo espectacular lo que logre que nos sacudamos a Morena sino esas gotitas que van llenado el vaso.

PS. El ñor está muy enojado porque el mismo decreto le puso aranceles a las cápsulas de café y justo cuando el café está en su precio más alto en la historia; y a él le encanta lo fácil que es hacerlo así (y esta ñora que le choca limpiar la otra cafetera también le encantaba… bua, bua).

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