En el Mago de Oz los personajes representan las debilidades humanas. Y además, ¡caramba qué coincidencia!, retratan cómo se está afrontando la crisis económica y la de salud.
En este encierro, y como es común, esta ñora ha recurrido a viejas películas e historias para pasar el rato y asegurar la supervivencia de su mente, así se topó con El mago de Oz, la original, que obviamente esta ñora jamás vio en el cine, sólo rentada en el video… perdón, la encontró en internet ni que esta ñora hubiera pisado un videoclub, pues.
La película está en blanco y negro en la parte de la “realidad”, es decir, en Kansas donde un horrible tornado hace de las suyas y hace volar a Dorothy y a su perrito Totó. La parte en “tecnicolor” que era una de las novedades de la película es la parte de la fantasía. En ese mundo de Dorothy tiene que ir a buscar al Mago para pedirle ayuda para volver a Kansas: ¡tiene que seguir el camino amarillo! (La ñora sí está dando brinquitos de la sala al comedor y de regreso mientras recuerda cuando era escuincla). En el camino, se le unen tres personajes con importantes peticiones: un cerebro, un corazón y sobreponerse al miedo.
No se necesita ser crítico de cine ni especialista en psicología para saber que esos personajes representan las debilidades humanas. Y además, ¡caramba qué coincidencia!, retratan cómo se está afrontando la crisis económica y la de salud.
El miedo, y la incapacidad para sobreponerse a sus efectos, ha creado imágenes horribles de médicos, enfermeras, paramédicos y personal de la Cruz Roja siendo atacados por sus vecinos, por gente de alguna colonia. A esta ñora le han llegado chismes de gente que no quiere volver a hablar ni relacionarse con personas que han estado enfermas y ¡que ya se recuperaron! En algunos casos, se puede hablar de ignorancia; pero en otros es claro que el miedo saca lo peor de cada uno en una forma mal encaminada de protección.
Hablar de que otros están haciendo gala de su falta de corazón es también muy obvio. Empezamos con los que acapararon medicinas, gel o cualquier otro material en su propio beneficio, podemos seguir con las ñoras que cortaron los servicios de la gente que le ayudaba en casa (hablo de las que económicamente estaban en la posibilidad de seguir pagándoles). Aquí entran muchísimos gobernantes y personas de niveles medios y hasta bajos que se han aprovechado de las circunstancias han buscado sacar raja a este asunto.
La misma señora no dama que habita en el Palacio ha sido una protagonista espectacular de esa falta de sensibilidad, a diferencia de otras primeras damas, reinas y otras mujeres (la mayor parte, aunque en Luxemburgo tienen primer damo) se ha escudado en una frialdad, falsa intelectualidad y actitud de señorita Rothenmayer (la de Heidi) que si bien es congruente con su decisión de no ser primera dama, en nada ayuda a la unidad nacional ni a la búsqueda de que el país mejore. Y eso sí se le puede reclamar, porque se subió al tren de ser esposa cuando el ya-me-urge-que-reactivar-las-giras-porque-dar-discursos-de-campaña-es-lo-único-que-me-gusta ya estaba en su eterna campaña cuando se casaron y disfruta de las mieles de vivir del erario.
¡Y los muchos que están enfrentando las decisiones sin cerebro son tantos y en tan altos puestos que seguro son más que los extras que salieron en la película y eran un chorro! No hace falta hacer una lista de todos los errores que por falta de usar el cerebro se han venido acumulando: no se llevan bien las cuentas, no hay suficientes ventiladores, se dan fechas de picos, de aperturas, de retornos a lo loco y luego se ajustan los datos para medio justificar las fechas, las carencias de equipo de protección para el personal de salud continúan, se descartan las medidas como el uso cubrebocas…
La oposición política es la reencarnación de Dorothy que anhela volver a casa, se aferra a Totó y con lentitud dice: “creo que no estamos en Kansas”, y apenas se está dando cuenta que están en terreno desconocido, que es dominado por la fantasía que se vendió a colores, precisamente para subrayar que era “falsas”, que era proyección…
Los de la oposición también van a buscar al Mago de Oz como Dorothy para tratar de regresar al terreno conocido. Hay que crear armas con emoción e inteligencia para ayudar a volver al mundo real, no jugar con las armas de la fantasía.
Esta ñora no le arruina la película a nadie al contar que cuando los personajes llegan con el Mago descubren que es un montaje, que el Mago se esconde detrás de una cortina y tiene miedo, no tiene mucho corazón y su inteligencia no es mucho menor a la gran cabeza de humo que proyecta. Sin embargo, los personajes en su largo camino han ido adquiriendo las fortalezas que les hacían falta. Dorothy también descubre que nada más tenía que golpear sus hermosos zapatos, para hacer realidad su deseo.
Esta ñora tampoco le arruina la realidad a nadie diciendo que los sin cerebro no están aprendiendo nada, que la primera no dama no va a adquirir un corazón de pronto, ni el miedo se va a quitar por actos de magia. Pero sí cree que cada uno tiene que reflexionar qué le falta, y comenzar el camino para obtenerlo, y por supuesto, como es una soñadora incorregible, sí cree necesitamos de los demás para lograrlo. “No hay lugar como el hogar”, pero sólo en la medida en que cada uno se sobreponga y esté dispuesto a reconstruirlo: sin miedo, con cerebro y con corazón. No dejemos que el tornado DosBocas-SantaLucía-TrenMaya-Pemex nos venza.
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