En esta época prenavideña ya empiezan las reuniones y festejos y luego de dos años en que hacerlo en vivo y en directo era difícil, pues los compromisos sociales se han multiplicado, lo cual también explica que el tráfico en la ciudad esté tan terrible.
Esta ñora debe confesar que no todos los reencuentros en estas fechas son tan divertidos y felices como se hubiera esperado. El fin de semana anterior el ñor organizó una comida con varios de sus amigos que hacía mucho no veíamos. Entre ellos hay uno que hace muchos años le parecía admirable a esta ñora, pero que ahora con el paso del tiempo pues como que se ve bajo otra luz.
La primera impresión de esta ñora cuando lo conoció fue que sería el más exitoso de ese grupito porque ya tenía un muy buen puesto en un bufete, hablaba de los grandes clientes que le tocaba atender y daba unos apellidos de esos que nomás salen en la revista Quién (esta ñora la leía en el dentista, para qué va andar inventando que la compraba). Esta ñora confiesa ahora y espera que el ñor no lea que llegó a pensar que era una pena que el ñor no fuera tan movido y envidiaba un poquillo a la esposa que manejaba una camioneta de las que esta ñora soñaba con tener en esa época.
Un par de años después el susodicho contó que había renunciado al despacho cinco estrellas para poner el propio porque estaba seguro de que su talento estaba desperdiciado ahí y que los megaclientes se irían con él; pero luego dijo que en realidad no era negocio tener un despacho propio y que la lana estaba en el negocio inmobiliario… luego fue la importación de vinos de Australia y después chocolates de Perú (¡hasta decía que los incas habían cultivado cacao antes que acá!). Ya para ese momento esta ñora ya nomás alzaba las cejas y abría los ojos muy grandes cada que lo escuchaba… sobre todo cuando resultó que la esposa ahora se dedicaba a vender mermeladas, galletas y tortilla de harina… en la cajuela de la camioneta.
Total que en esta reunión esta ñora se enteró primero que estaban en medio de un mega pleito con un divorcio feo pero feo. Luego se enteró de que cuando estaba en el bufete “nice” sí atendía a los clientes pero sirviendo cafés y trayendo fólderes; que la camioneta era regalo de los suegros y que el susodicho demandó ¡pensión alimenticia a ella! Lo más sorprendente del asunto para esta ñora no es que él estuviera tan convencido de que ella le debía dar esa pensión sino que ya estaba haciendo planes para un nuevo negocio que a esta ñora le pareció por lo poco que dijo que se dedicaría al huachicol… pero el colmo fue cuando acabó comentando muerto de risa una vez le había ponchado las cuatro llantas de la camioneta para que ella no pudiera salir a vender.
Pues sí, esta ñora no podía creer todo lo que escuchaba y se arrepintió todavía más de su admiración, por eso trata de ser muy comprensiva con los montones de arrepentidos tanto los que lo expresan como los que se lo guardan porque sí hay un gran paralelismo con el ofrezco-asilo-a-los-populistas-pero-maltrato-a-los-migrantes-si-los-gringos-quieren.
Lo ocurrido en el Congreso el martes marca un punto todavía más bajo de lo bajo que se había llegado en este país gracias a la locura contagiosa que trae el me-choca-que-opinen-los-extranjeros-de-mi-gobierno-pero-yo-me-meto-en-lo-que-pasa-en-otro-países. Esta ñora no es experta en la historia del Poder Legislativo, pero está segura de que ni en los tiempos más oscuros del PRI se pasaron sin leer, sin fingir debate, sin nada de nada un montón de modificaciones a leyes. Esos diputados que vendieron de esta manera su alma al poder sí se parecen mucho al susodicho que creía que por servir cafés a los clientes eran sus clientes.
Esta ñora ha leído a muchos expertos que dicen que promover desde el Ejecutivo cambios a las leyes que afectan el sistema electoral de un país sólo lo hacen los que buscan hacer trampas para perpetuarse haciendo “legales” sus trampas y el que es tramposo con unos es tramposo con todos, por eso esta ñora está convencida que esos diputados sometidos un día se darán cuenta de que traicionar a los mexicanos por servir a la voluntad del entregué-el-tren-maya-a-los-militares-porque-ni-siquiera-confío-en-los-funcionarios-que-yo-puse-en-Fonatur les va a pasar una factura muy fea… el poder del me-hago-mi-marcha-para-que-me-aplaudan-porque-mi-ego-es-frágil durará menos de lo que creen.
Esta ñora no sabe a ciencia cierta qué pasará en la Cámara de Senadores con esos cambios a las leyes, es muy probable que pasen y se acabe de consumar ese golpe a la democracia que traerá mucha confusión y problemas que todavía no vemos. Pero con todo esta ñora está segura de que los millones de arrepentidos que como esta ñora admiraron alguna vez a alguien para darse cuenta de su error lograrán junto con los que siempre vieron que sí era un peligro para México que sólo sean seis años de esta locura y bajeza.
Ah, y sean solidarios con las ñoras que venden cosas desde su cajuela, nunca saben las historias que hay detrás.
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