Cuando esta ñora está pasando periodos de estrés de plano no puede ver series o películas nuevas, le pasó en la pandemia y le está pasando ahora. Y al parecer no es la única que encuentra algún consuelo en regresar a lo que conoce, porque hasta en las telenovelas estamos viendo que hay repeticiones o refritos y ni hablar de Hollywood que también anda con refritos. Algunos de esos refritos resultan bien hecho, y realmente tienen algo nuevo como MadMax con Charlize Theron; otros resultan en cosas horribles como Ghostbusters de mujeres.
Pero lo paradójico es que la realidad del país parece inclinarse a ser una repetición de la historia, o sea, una especie de refrito. Existe una posibilidad, por supuesto, de que lo que estamos por vivir sea algo inédito que deje a esta ñora con la boca abierta del asombro y luego la cierre la rápidamente mordiéndose la lengua porque en lugar de ser un desastre, las cosas serán fantásticas que nos hagan preguntarnos a la ñora y sus cuates (básicamente así se puede leer el resultado de las elecciones porque quienes no votamos por ella somos de verdad una minoría) ¿por qué no le descubrimos ese extraordinario liderazgo que sí fue capaz de llevarnos a un país en verdad seguro, con educación científica y humanística de primer nivel, con una impartición de justicia ejemplar y una bonanza económica como no han conocido estas tierras?
Esta ñora admite que no hay muchos elementos para pensar eso, y que si una revisa lo ocurrido durante los seis años de gobierno de Clau en la CDMX más bien parecen una oda a la mediocridad la primera parte. Lo más notable del primer año de gobierno antes de la pandemia fue la Clau con un programa que se llamaba “tequios” (quesque quiere decir barrios en náhuatl) para arreglar entre vecinos las zonas. Esta ñora no olvida las célebres fotos de la Clau con su trapito limpiando el Metro o barriendo. Esta ñora jamás mostrará una falta de respeto por otra ñora con escoba, pero de que eso no es gobernar pues no lo es.
Claro, luego vino la pandemia y la Clau como que quiso tomar las riendas del asunto, pero que le truenan los dedos desde Palacio Nacional y que decide someterse a los dictados de la entonces ascendente estrella del rock de la Salud, López Gatell (esta ñora sabe de apuestas que con él hará su “quinazo” metiéndolo al bote, esta ñora lo duda porque ya está muy cantado). Y luego vino la tragedia del Metro con el ocultamiento de los informes para no salir culpable por haber limpiado con trapito las marquesinas, pero no haber invertido en verdadero mantenimiento. (Y ojo, a esta ñora tampoco se le olvida que antes se incendió completito el Centro del Mando del Metro, ¡el Centro de Mando!). Y justo después de las elecciones, el logo que había sido verde hasta entonces, cambió a guinda y vuelta a imprimir papelería oficial, cambiar de color los letreros de oficinas y así.
A estas alturas del partido, esta ñora ya tiene claro que todos esos indicios de que nomás le gusta lo superficial y que someterse a Palacio es lo que suscitó todas las simpatías y le dio el mayor triunfo electoral imaginado y no imaginado. Así que claro que los que esperan que haga un gobierno diferente o alejado de la sombra del tengo-tantas-ganas-de-ir-a-La-Chigada-como-de-que-la-UIF-investigue-a-mis-hijos están muy mal, porque los votos fueron claramente para continuar el arreglo con el narcotráfico y el crimen organizado que sí hace que comunidades enteras en lugares remotos tenga que salir huyendo con lo puesto; pero que no causa mayores estragos en las grandes ciudades; o que los gringos sigan haciéndose mensos en cosas que les podrían afectar más con tal que les “regulen” los flujos migratorios y, por supuesto, para acabar de transformar en escombros la separación de poderes y las instituciones como el INE, el INAI y hasta la Profeco que nos permitían tener democracia y protección.
Esta ñora nomás no sabe qué pasará si Clau no logra mantener las cosas como todos votaron que siguieran. O sea, si el “equilibrio” con el crimen organizado se rompe porque la ambición de los grupos llega a azotar las grandes ciudades; o si hay un atentado terrorista en Estados Unidos donde los responsables pasaron por la frontera mexicana (¿no hay leído sobre cómo Nicaragua anda muy ocupado apoyando a “migrantes” y haciendo negocio); o si, el desorden por falta de instituciones y división de poderes llega a tal grado que acabamos como en la Revolución Francesa que los organizadores de la guillotina acabaron perdiendo ahí su cabeza. Ese refrito a esta ñora no le parece tan divertido, la verdad.
Y esta ñora ya ni menciona el grave y creciente problema de la Educación, porque es claro que el modelito de Marx con sus libros “revolucionarios” que minimizan las matemáticas, la escritura y la lectura tienen encantados a los votantes de Clau y sólo la ñora y sus cuates se lamentan que en unos años las gravísimas deficiencias en razonamiento lógico, en competencia digital y en aprendizaje del inglés nos dejarán sin mano de obra calificada y con un nivel de desempeño personal que hasta el peor refrito de María Mercedes será aplaudido como la mayor obra de arte. Pues sí, esta ñora está convencida que hay de refritos a refritos, pero las urnas hablaron fuerte y claro.
Te puede interesar: A esperar la depresión tropical
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo