Esta ñora ha estado bastante entretenida leyendo la polémica sobre la película “Emilia Pérez”, porque la cantidad de aristas para criticarle son un montón desde que un actor que era muy divertido como Peter de Cholula en “Nosotros los Nobles” ahora es precisamente Emilia que antes era un capo del narcotráfico y que encuentra en “transicionar” la respuesta a sus traumas infantiles… ¡y sobre todo para escapar de la justicia y hasta volverse “buena” entre canciones! Porque “Emilia Pérez” es un musical… sí un musical sobre las desapariciones y sobre cómo un pobrecito narco era malo porque de chiquito no lo dejaron ser chiquita, y como todos sabemos las mujeres somos las “buenas” siempre…
Así que esta ñora se puso a imaginar cómo debería ser el musical de los pasados seis años y de los próximos que siguen. Por supuesto que sería un musical muy pero muy costoso, porque necesitaría un montón de “extras” que bailen y bailen en el Zócalo porque cada 100 días o cuando haga falta hay que mostrar músculo. Aunque esta ñora se imagina esa escena con toques así épicos como la del levantamiento en “Los Miserables” lo más seguro es que quedaría bien con unos cuantos pasando por su frutsi y su torta pero dando brinquitos y vueltecitas como los danzantes que están cerca del Templo Mayor. Ahora en cuanto a las cantidades de extras que se necesitan esta ñora encuentra difícil calcularlo, porque en la plancha del Zócalo caben 350 mil si se trata de acarreados del gobierno; pero si ciudadanos que van por su propio pie lo abarrotan apenas son 80 mil. Pero probablemente sería más económico usar el truco de la película de “Willy Wonka” con los Oompa-Loompas que nomás eran un actor y los reproducían digitalmente.
Esta ñora piensa que también podría hacerse un número musical tipo El Rey León para recrear la toma de protesta de la les-hice-creer-a-los-del-INE-que-les-daría-más-dinero-para-la-elección-pero-ni-falta-que-hace-si-de-todas-maneras-van-a-ganar-los-que-quiera-López con el anterior cargándola así en lo alto, como está flaquita esta ñora no piensa que tendrá mucha dificultad y con una serie de animales en las curules aplaudiendo.
Para ir en sintonía con lo anunciado en el Plan México por Altagracia Gómez Sierra y ahí sí no haría ningún cambio, dejaría la escena tal cual. Sí, esta ñora quiere ser seria y tratar de no comentar el vestuario de la nueva Romo pero es que en términos de la teatralidad es perfecta porque se viste un traje de más de tres mil dólares de una casa de diseño italiana para ser vocera de la “austeridad republicana” e invitarnos a viajar por México. Quizá esta ñora agregaría luego una escena como el baile inicial de “La la land” en una carretera cualquiera donde los pasos de baile estarían marcados por un grupo de unos colegas de Emilia Pérez antes de “transicionar” disparando. El fondo musical sería fantástico y más si le agregamos un Trump haciendo su bailecito desangelado pero con los pasos más poderosos del mundo.
Por supuesto, un buen musical necesita otro poquito más de momentos dramáticos para hacer bien el contraste, así que esta ñora también incluiría una canción en “Oliver” donde los niños bailan y cantan sobre la falta de comida y lo delicioso que sería comer, claro incluiría a Oliver acercándose a decir “Please, sir, I want some more”, o adaptado a “Porfis, me podrá dar mis tratamientos contra el cáncer completos…”. Y es que aunque otra vez juran que en dos meses el desabasto se arreglará, lo cierto es que nadie cree eso. Y peor aún, esta ñora leyó por ahí un dato que la estremeció y es que un tratamiento completo contra el cáncer es el equivalente a 1000 becas… ¿a cuántos le dolería la muerte de un familiar con cáncer, pero a cuantos fieles se compran con esas becas?
Y ya nomás para cerrar el musical, esta ñora le dio muchas vueltas a de dónde tomaría inspiración para una escena de los líderes de oposición, porque esta ñora haría una obra muy incluyente. Y por más que le dio vuelta, nomás se acordó de cuando vio “Peter Pan” de chiquita… y aunque no se acuerda de todo de la obra, sí recuerda que los Niños Perdidos estaban muy felices jugando todo el día y estaban en Nunca Jamás porque no querían crecer. ¿Se te ocurre, lector, una mejor escena para representar a los de oposición que se la pasan jugando con el precio de la gasolina con pésima estrategia (PAN) o quejándose de que ni los mencionaron en el discurso de los 100 días (Kenia López Rabadán así escribió) o haciendo nuevos partidos (Acosta Naranjo y Xóchilt)? Se ve que no quieren crecer y están felices jugando… y nos tendrán cautivos en Nunca Jamás Saldremos del Atolladero de Morena.
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