El porrista desde Palacio

Después del incendio de ABC se usó todo el aparato del Estado para proteger a Margarita Zavala y a sus familiares hasta en sexto grado.



Esta ñora no va a negar que alguna vez le tocó, en su época universitaria, organizar las porras para el equipo de futbol femenil de la universidad. O sea, a esta ñora era ineficaz en el juego; pero sí era buena para las porras… tristemente, es muy parecido a lo que pasa hoy en este sexenio porque el me-invento-caterismos-de-rutina-nomás-por-convivir resultó totalmente ineficaz para el gobierno; pero fantástico para las porras.

Las porras que inventa para defender a los suyos son una cosa fantástica, como por ejemplo, con su hijo mayor, José Ramón, que se mete en líos cada que trata de defenderse le dedica una que va más o menos así: “Penacho, pañuelo, escoba; penacho, pañuelo, escoba; ¿a poco creen que mi hijo robaaaa?”. Tiene mucho pounch y la sacaron de fondo hace unos días que en las mismitas instalaciones de Pemex. Ahí mero una empresa particular y extranjera, como es Baker Hughes, hizo su rueda de prensa para anunciar que nada de conflicto de interés ni interés en el conflicto y que la nuera incómoda ni siquiera mencionó que José Ramón iba a vivir ahí. Esta ñora no quiere ser amarra navajas, bueno sí quiere; pero, sigue creyendo que esos dos nomás no están casados por ninguna ley… y a ver si la Carolyn nomás acepta hacer la ley del hielo del bodoque mayor.

Volviendo al tema de las porras, esta ñora debe mencionar a otro personaje que se ha ganado una porra para animarlo por sus excelsos servicios a la Patria, por lo menos, eso dirían los fans de los-periodistas-se-mueren-nomás-pa-dejarme-mal-con-los-gringos. No cualquier se acuerda, de pronto así nomás aquello de que luego del incendio de ABC se usó todo el aparato del Estado para proteger a Margarita Zavala y a sus familiares hasta en sexto grado; no cualquiera se lanza con esa anécdota con tal de desviar la atención de los asuntos de José Ramón López Beltrán. Por ello, bien merece que el pueblo grite a todo pulmón: “Tapete, agachón, arrastrado; tapete, agachón, arrastrado, así se porta Zaldívar en el estrado”.

Pero no es el único digno de una porra, por supuesto que no. El mis-hijos-no-tienen-injerencia-en-el-mi-gobierno se deshace en elogios para el fiscal Gertz Manero. Después de todo, se los merece porque ha decidido que no va a saturar a los trabajadores de la fiscalía abriendo toneladas de expedientes para probar la corrupción en el aeropuerto de Texcoco ni en los fideicomisos; ¿total para qué? ¿Para que pueda resultar que ni había corrupción y luego los enemigos del vayan-a-votar-a-la-revocación-porque-mi-autoestima-lo-vale vengan a decir que lo canceló por capricho y por imponer su voluntad? Así que gracias a toda esa lealtad, ya tiene su porra que va: “Abusos, riquezas, venganza; abusos, riquezas, venganza, mi fiscal carnal es todo un tranza”.

Esta ñora cree, por algunas noticias que leyó por ahí, que muy pronto habrá un par de porras más. La primera no noticia la verdad no la leyó, la vio en la tele: resulta que la expresiva, superpresente e incansable titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra, usó muy bien los últimos días de diciembre de 2020. En esos días de asueto para otros, con su equipo más cercano, se pudieron acabar trámites y firmar unos contratos millonarios. ¡Uno de ellos se firmó el 24 de diciembre y se hizo el trámite de pago con una factura de días antes, justo para liquidar el pago el 31 de mismo mes! ¿Que las empresas no aparecen en registros oficiales? No importa, en la Comisión no van a andar discriminando a nadie por ilegal. La verdad, es que esta ñora cree que una cosa tan eficiente que sí merece una porra que resuene con su apellido y todo: Piedra, papel y tijera; piedra, papel y tijera, sí merece cárcel, la compañera”.

El otro que va a necesitar que le griten muy pero muy fuerte la porra, porque esta ñora no quiere suponer, pero la cantidad de años que parece tener el secretario de Comunicaciones y Transportes, pues seguro que tiene algunos problemitas de oído… y de un tren descarrilado. Resulta que el tren transítsmico estaba siendo reparado por el gobierno actual y les quedó taaan bien que… nomás pasó el primer tren, se rompieron parte de las vías y chucucu se descarriló. Así que el pobrecito secretario sí necesita un empujoncito, no un empujoncito a la tumba, no sean así; sino uno para que se le suba el ánimo. Esta porra queda muy bien: “Momia, ataúd, vampiro; momia, ataúd, vampiro, mi secretario sí diseña en papiro”.

Y para como están las cosas en el mundo, esta ñora sólo espera que el pongo-doble-valla-en-Palacio-porque-se-anda-desbordando-el-amor-salvaje-al-pueblo no le dé por echarle porras a Putin. Esta ñora, como cualquier ser pensante, está convencida de que andar invadiendo países siempre acaba mal. Pero, sobre todo, una entiende que anda bien muino con los gringos porque le andan jalando la correa cada tres días por lo de la Reforma Eléctrica y los cientos de formas en las que anda poniendo el riesgo del T-MEC, pero todo acabaría peor para el país si nos peleamos de frente con nuestro mayor socio comercial.

Como sea, esta ñora reza porque la situación en Ucrania no escale a los terribles niveles que se vislumbran, porque más que le encante ser testigo de la historia; preferiría que sus escuincles, perdón, sus bendiciones tengan un futuro más pacífico y pleno que el que derivaría de una guerra a gran escala.

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