En el caso del litio resulta que México no es una potencia en eso como se ha querido vender; tenemos litio en forma de arcilla, por tanto, tenemos muy poquito que sea útil.
Aunque en ocasiones los escuincles, perdón, las bendiciones acusan a esta ñora de ser bruja por atinarle al futuro, es decir, por advertirles lo que pasará si siguen haciendo algo; lo cierto es que las más de las veces se trata de una lógica deducción al ver cómo se han topado con un error parecido antes. Así pues, esta ñora no necesita su bola de cristal (que ni tiene) para adivinar lo que pasará con el nuevo litiomex o litiobienestar o litioaventura, como quiera que le ponga.
Esa precisión se puede, porque la ñora reconoce que el gobierno de la-ley-en-un-cuento-si-me-la-aplican-a-mí-pero-es-amenaza-para-mis-enemigos ha sido muy consistente en todo lo que ha hecho hasta hoy. Si se trata de un proyecto/sistema/servicio que ya existía y funcionaba medianamente (que seguro se podía mejorar), se le desmantela por “corrupto” y se le deja en los puros fierros viejos e inservibles como el Seguro Popular, el Plan de Vacunación, el sistema educativo, el combate al narcotráfico, etc. y se la pasará seis años prometiendo que ahora sí seremos como Dinamarca, como esta misma semana se volvió a prometer. Que ya merito, que nomás que la mafia del poder le deje dormir bien porque como anda cansado pues no rinde igual… pero ya merito.
En el caso de los grandes y novedosos proyectos el resumen va así: o será más chafa, o más caro, o tomará más tiempo hacerlo, o será obsoleto para cuando lo terminen, o no dará las utilidades económicas prometidas, o beneficiará sus cuates, o lo acabarán haciendo los militares, o levantará amparos y quejas de empresarios nacionales y extranjeros o nos meterá en líos porque infringe tratados internacionales. Algunos de esos proyectos incluso logran poner palomita a todas esas variables. Y la ñora ve que la litioaventura será de esos proyectos con muchas palomitas y con gran parecido a otros fracasos anunciados que estamos pagando con nuestros impuestos.
La litioaventura será más o menos igual de obsoleta que Dos Bocas. El proyecto encargado a Chío Nahle, que por cierto a esta ñora no se le olvida que prometieron entregarla completita en mayo de este año, se inaugurará el 2 de julio de este año. Y se inaugurará incompleta porque no están ni de cerca acabados los ductos que lleven el petróleo para refinar y que saquen la gloriosa gasolina mexicana más pura y deliciosa que la ambrosía que comen los dioses del Olimpo, o quizá más sabrosa que las tlayudas que ya no se venden en el AIFA.
Es así como en julio van a inaugurar una “muestra médica” de lo que será luego Dos Bocas, claro, que más o menos será acabada cuando ya nadie necesite refinerías porque el uso de electricidad sea lo que domine como fuerte de energía. Igual, al litio llegamos tarde porque ya se están perfilando otros elementos para hacer pilas. Con algunos tan abundantes como el sodio. Esta ñora espera que el predico-que-haya-abrazos-pero-fomento-que-mis-fieles-acusen-de-traición-a-los-opositores no se entere que la sal es cloruro de sodio porque capaz que nos nacionaliza los saleros y el agua de mar.
Pero la litioaventura también se parecerá al AIFA, (y al intento fallido de Reforma Eléctrica y a la Ley de la Industria Eléctrica) porque implicará pagar mucha más lana que la cueste en inversión directa. Esta ñora tiene muy presente gracias a su prima la buena para las finanzas que al cancelar el aeropuerto se le tuvo que pagar a los inversores anteriores un montón de dinero; pero algunos bonos se siguen pagando cada mes hasta 2047. En el caso de la litioaventura hay empresas con contratos vigentes para la explotación del litio y seguramente se les tendrá que pagar indemnizaciones… y posiblemente haya otras controversias y pagos extra porque dicen los que saben que esta “nacionalización” del litio va en contra del T-MEC, o sea, en contra de acuerdos internacionales. En menor proporción que el lío de la Reforma Eléctrica; pero aun así será dinero que no se está contando.
La litioaventura también se parece en otra cosa al AIFA y al Tren Maya y es en que no dará utilidades, o sea, no generará ganancias reales. En el caso del litio resulta que México no es una potencia en eso como se ha querido vender; tenemos litio en forma de arcilla, por tanto, tenemos muy poquito que sea útil. Según un cálculo que esta ñora leyó, de todo lo que se tiene se podría aprovechar el .80%, sí así con el punto antes del 80, o sea, punto ocho. ¡Es un descuentazo de utilidad! Y todo esto si México ya hubiera invertido en la tecnología para su explotación que es carísima y muy avanzada. Como no la tenemos tendríamos que pagarla y restarla a las “ganancias” de nuestro .8%.
Finalmente, la litioaventura también se parece a la compra de la refinería de DeerPark y la creación de la empresa Gas del Bienestar. En ambos casos, esta ñora recuerda que no estaban presupuestados esos gastos; por tanto, se movieron recursos para realizar esas compras/creaciones y nadie sabe a qué se le quitó lana para hacerlo. De pilón, en ambos casos hay quien supone que se benefició a amiguitos del príncipe José Ramón de la Casa Gris. Lo cierto, es que la empresa estatal que se fundará no está presupuestada tampoco y a esta ñora no le extrañaría que algún compadre, aliado o similar acabe viéndose ¡casualmente! beneficiado.
Pues esta ñora se va a sacudir su bola de cristal, sí esa que se trajo de su luna de miel en las Bahamas que cuando la agita la arenita vuela por todas partes… ay, qué bonito es soñar con regresar… así de bonito como soñar que la litioaventura será un éxito.
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