Mientras sigamos negando la autoridad de Dios, mientras sigamos haciendo leyes que contradicen sus más sagrados preceptos, mientras ignoremos la ley natural, seguiremos corriendo tras una quimera que nos acerca al abismo.
El informe Matić, aprobado por el Parlamento Europeo, ratifica el aborto como un derecho humano y establece que toda acción contraria constituye violencia de género.
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