¡Volvemos como leones!

“Ningún héroe, cinco sobrevivientes y un rescate imposible en los andes venezolanos… porque, definitivamente, la vida es un don de Dios”.  


 Rescate en Tailandia


“Volvemos de esa mesa como leones lanzando llamas, convertidos en seres terribles para el mismo diablo”- San Juan Crisóstomo (347- 407)

Estando felices por el rescate de los jovencillos en Tailandia y celebrando el aniversario del rescate también milagroso en los Andes Peruanos (13 de julio) hace 15 años, realizado por un equipo de jovencillos, después del fracaso de dos equipos de expertos, es notoria la intervención de Dios con la acción de personas que se hacen notar por su amor al próximo, convirtiéndose en las manos de dios, en estos dos rescates.

Cuando domina la cultura de la vida y del amor, aparecen en momentos cruciales personas que con una entrega sin regateos, que con una gran fuerza de espíritu logran una solución sorprendente a lo que parecía una tragedia sin remedio. Esa actitud es la que necesitamos en estos momentos de Crisis en el mundo para que salgamos adelante tanto aquí en México, como en todo el mundo, tanto en lo social y poiltico, como en lo que corresponde al medio ambiente.

Si luchamos por que Nuestro Señor vuelva a reinar, si despertamos en nosotros ese espíritu indomable que inspiro a los Cristeros al grito de ¡viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe! Si frecuentamos su mesa en la santa misa, de seguro como lo pregona San Juan Crisóstomo:

“Volvemos de esa mesa como leones lanzando llamas, convertidos en seres terribles para el mismo diablo’.”.

Y México volverá a la grandeza que ya tuvo anteriormente las veces que predomino la cultura de la vida y del amor y que ansiamos que alcance nuevamente ¡nada, ni nadie será capaz de detenernos! Porque la fe da una fuerza que solo se puede explicar como un don de Dios.

La expansión del Cristianismo por el mundo lo confirma, ante las más crueles persecuciones. Lo expresa con una claridad meridiana San Vicente de Zaragoza ante el Cónsul Romano (Siglo III DC): “Aplica a mi cuerpo toda la furia de la que eres capaz y veras la fuerza que nos otorga la Fe.”

En los momentos actuales como en toda oportunidad se hace esto presente, el salvamento de los niños de Tahilandia, la celebración de la misa recordando el rescate en los Andes Venezolanos, la Copa Mundial de Fútbol en Rusia, son hechos que no lo ponen de manifiesto plausiblemente.

A continuación renglones emocionantes al respecto.

Richard Harris, médico y buzo australiano con experiencia de buceo en cuevas, combinando sus habilidades, la de buzo y doctor, lo convirtió en protagonista del rescate de los niños perdidos en la cueva Tham Luang al norte de Tailandia. Estuvo tres días junto a los niños en la cueva y al salir se enteró que su padre había fallecido. Los comentarios sobre el en esos momentos fueron:

“Harry es un hombre tranquilo y amable que no lo pensó dos veces a la hora de ofrecer su apoyo a la misión”.

“Él es brillante con los niños, y se habrá asegurado de que estuvieran preparados de la mejor manera posible para bucear en una cueva (…) Fue la persona perfecta para apoyarlos”

Una venezolana participa en la fabricación de las cápsulas y muestra a su familia cómo vivió el extraordinario momento. Se llama María Giovanna Castro Ricardi-Salas. Es venezolana y católica, reside en los Estados Unidos desde hace 4 años.
Directora en Wing Inflatables Ca, compañía que fabrica equipos y botes para la marina norteamericana y otras empresas de gran importancia.
Su madre, en Caracas, nos envió este mensaje: “Muy orgullosa de mi hija María Giovanna. Talento venezolano, destacándose en un hecho transcendental. Ella es la Directora del proyecto. Aquí les dejo el relato de su gran reto”. “Familia, ayer participé en una de las cosas más increíbles. Temprano en la mañana el dueño de Tesla y Space X llamó a Wing para que diseñara y fabricaran unas cápsulas para sacar a los chamos (*) del equipo de fútbol de Tahilandia que están en la cueva atrapados. En seguida nos pusimos a correr para hacer un prototipo. Lo llevamos a la piscina para probarlo y luego Space X nos dio luz verde para hacer más. Hicimos 13 cápsulas. Y salimos corriendo a montarlsa en el avión privado de Space X. fue todo súper emocionante y bueno, trabajamos mucho ayer hasta las 8:30 de la noche”. Hermoso y gratificante. Mucho más, al saber a cada uno de los chicos y su entrenador fuera de peligro.- (* chamos, en Venezuela muchachos)

Ahora que estamos en pleno rescate de los niños de Tailandia queremos mostrar que los milagros ocurren y que el único señor y dador de vida es Dios. Ocurrió el 13 de julio en Venezuela, en Tachira hace 15 años en los Andes. Les presento fragmentos de la narración de un joven que participo en el rescate.

Una pequeña avioneta tuvo un accidente en los andes venezolanos. Más de 72 horas después del accidente los servicios de rescate conseguían llegar al lugar de la tragedia. Parecía imposible porque había pasado mucho tiempo, pero…milagrosamente consiguieron salvarse cinco personas.

Salió una avanzada integrada por equipos de especialistas con sus respectivos equipos. Se envió al personal de mayor preparación, como suele ocurrir en estos eventos, pero por cosas del destino se perdió. Se organizó un segundo equipo, con el personal de reserva, el cual tampoco logró llegar a la meta.

Sin embargo, tomamos la decisión de comandar ese tercer equipo, asumiendo los particulares riesgos de llevar a personal menos capacitado y sin la indumentaria adecuada. Nos encomendamos a Dios e iniciamos la marcha. Seis meses antes había fallecido una compañera rescatista. Hicimos una oración especial y le pedimos ayuda.

Ocurrió un milagro, pues se salvaron todas las personas que no murieron en el impacto. El niño recuperó por completo su salud, al igual que la jovencita de quince años de edad y la dama que en un primer informe se anunció como fallecida. El copiloto volvió a volar, apenas seis meses después de la tragedia.

Seis meses después hubo sorpresas: el robusto y bromista militar que había fungido como un ángel en aquella expedición de rescate era además sacerdote. Aquel hombre que compartió su alimento y lanzaba chistes para elevar el ánimo en los momentos más duros era el capellán de aquel equipo militar que nos acompañó.

Su frase durante la misa que se realizó por las almas de los fallecidos y como gratitud por los vivos, aún se recuerda hoy, quince años después, en momentos cuando el mundo mira conmovido a Tailandia en el rescate desesperado de sus 12 niños y un jovencito:

“Ningún héroe, cinco sobrevivientes y un rescate imposible en los andes venezolanos… porque, definitivamente, la vida es un don de Dios”.

Y en estos momentos que se disputa el Campeonato Mundial de Futbol en Rusia, se aprecian hechos emotivos, que demuestran que la Fe sigue viva y da fuerzas a quien confía en ella, entre otros esta la devoción con la que “El Chicharito” como todo el equipo de México se encomendaban a Dios, con resultados sorprendentes (Derrota al campeón del mundo, Alemania).

“La fe me da fuerza, siempre tengo un rosario en el bolsillo y rezo antes de cada partido”, expresa Zatko Dalić Técnico del Equipo de fútbol del Equipo de Croacia, que en estos momentos (15 julio) está peleando la Copa del Mundo, Dios se lo conceda.

“Donde hay bosques hay agua y aire puro; donde hay agua y aire puro hay vida.”

 

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