José María Gironella (1917- 2003) autor de “Un Millón de Muertos” (1961) y “Ha estallado la paz” (1966), escribió también entre otros, un libro estupendo: “Los Cipreses creen en Dios”, (1953), forma con los otros dos la Trilogía sobre La Guerra Civil en España.
Pues si los Cipreses creen en Dios, cuanto más el hombre a quien Dios dio una mente para razonar, lo único malo es que como dice Einstein el extraordinario científico alemán fundador de la física contemporánea con su “Teoría de la Relatividad”: “La mente es como un paracaídas… Sólo funciona si la tenemos abierta”. Y resulta que la gran mayoría no abre su mente.
Otra frase suya, de las muchas que se conservan, es “Todo aquel que está seriamente comprometido con el cultivo de la ciencia, llega a convencerse de que en todas las leyes del universo está manifiesto un espíritu infinitamente superior al hombre y ante el cual nosotros con nuestros poderes debemos ser humildes.”… -“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.”
Así desde siempre los grandes científicos “de mente abierta”, han coincidido en que tiene que reconocerse a un ser superior (Dios) que lo rige todo. Así tenemos por ejemplo a Copérnico. (1473-1543): “¿Quien vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina… no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes? ¿Quién no adorará al arquitecto de todas estas cosas?” a Kepler (1571-1630): “Dios es grande, grande es su poder, infinita su sabiduría. Háblenle cielos y tierra, sol, luna y estrellas con su propio lenguaje. ¡Mi Señor y mi creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo anunciarla a los hombres en la medida en que mi limitada inteligencia puede comprenderla.” a Newton (1643-1727), fundador de la física teórica clásica: “Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos un océano. La admirable disposición y armonía del universo, no ha podido sino salir del plan de un ser omnisciente y omnipotente.” a Secchi (1803-1895) celebre astrónomo: “De contemplar el cielo, a contemplar Dios, hay un trecho muy corto.” a Badén Powell. (1857- 1941) Teniente General Ingles, fundador del Escultismo dice: “Un hombre no vale nada, si no cree en Dios y obedece su ley. La religión es bien sencilla: 1º. Amar y servir a Dios y 2º. Amar y servir al prójimo… “admirar en la naturaleza la obra de Dios, proteger a los animales y a las plantas.” a Werner Von Braun (1912-1977) Científico alemán, constructor de los cohetes espaciales, fundador de la NASA: “Por encima de todo está la gloria de Dios, que creó el gran universo, que el hombre y la ciencia van escudriñando e investigando día tras día en profunda adoración.” a José Hernández Romero (2010), astronauta mexicano de la NASA, al ser entrevistado en la Villa de Guadalupe al dar gracias por haber regresado con bien de su viaje espacial en febrero del 2010 declaro: “Claro que es posible el dialogo entre la fe y la ciencia. Yo soy creyente, soy católico y al mismo tiempo soy científico y creo que las dos deben coexistir e interactuar. Yo estuve en el espacio y pude contemplar todo lo que hay fuera de nuestro mundo y pienso que es algo muy perfecto para que pueda ser coincidencia. Entonces y digo, si hay Dios.”
Y así podría seguirse con un número incontable de grandes mentes abiertas como el paracaídas, según menciona Albert Einstein. Por ellos se podría lograr la armonía necesaria en la naturaleza y en el mundo humano, pero los políticos especialmente los de izquierda controlados por la masonería no quieren abrir sus mentes y así siguen obstinados en imponer la cultura de la muerte, ahora con la ideología de género, siguiendo con su campaña descristianizadora del mundo, que lleva a la sociedad a apartarse de Dios y las cosas se complican en todos los aspectos, porque según lo dicho por Anna Graham: ¿Cómo queremos que Dios, que es todo un caballero, se meta en nuestras vidas, si nosotros lo hemos sacado de ellas?
Isabel la Católica, el Káiser Guillermo de Alemania y Porfirio Díaz aquí en México, entre otros, nos han demostrado que cuando se quiere y con determinación, se puede lograr poner orden, acabando con toda la delincuencia y violencia, encausando a su país por la productividad y riqueza, reduciendo la pobreza, educando al pueblo en valores y eso es precisamente lo que nos falta. Lo que han llamado Reforma Educativa, que según ellos mejora la labor de la Secretaria de Educación Publica, lo único que ha mejorado es la instrucción pero no educa en absoluto, hay una total deseducación, se aprenden vicios, se inician en el uso de drogas, con la introducción de la ideología de género se pervierte a la niñez y juventud, incitándola a relaciones sexuales antes de tiempo, resultando madre solteras ya entre 15 y 19 años o antes o bien llevando a las inocentes a asesinar a sus pequeños hijos indefensos en su propio vientre. ¿Dónde podemos ir así?
Tenemos de acuerdo con los grandes científicos, unir la ciencia y la fe, dejar que Dios retorne a los centros de estudio principalmente y a toda la vida pública. Un pueblo educado es un pueblo fuerte y próspero, capaz de resolver todos los problemas a los que se vea obligado a enfrentarse.
Hay que abrir la mente, para estar en condiciones para conocer la verdad realmente. Recordemos que Nuestro Señor mismo nos dijo: “la verdad los hará libres”, libremente escogeremos, sin manipulaciones a nuestros gobiernos que nos conduzcan por el bienestar y el progreso. Con el testimonio de los grandes científicos, démosle a Dios nuevamente el lugar que le corresponde. Reinstauremos la cultura de la vida y del amor.
¡Si los Cipreses creen en Dios, con más razón debemos hacerlo nosotros!
“Donde hay bosques hay agua y aire limpio; donde hay agua y aire limpio hay vida”
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