No podemos creer a quienes esconden sus intereses de ambición de poder, dinero y placer.
Se dice que la política es sucia, pero eso no es cierto, los que la ensucian son los políticos que se dejan llevar por la cultura de la muerte. Hay muchos políticos limpios, derechos, que realmente quieren servir a su patria y sus hermanos de acuerdo con su vocación, pero que se les hace muy difícil por el ambiente creado por los primeros.
Es oportuno poner las cartas sobre la mesa y esperemos que con la ayuda de Dios resulte lo mejor para nuestro querido México. Hacer lo que Él ha indicado, hablando con un si, si o un no, no. A las cosas por su nombre.
Ribbendrop el ministro de propaganda de Hitler, afirmaba que una falsedad sólo hay que repetirla el suficiente número de veces para que se convierta en verdad. Ese principio ha sido utilizado sin ningún pudor alguno en la contienda electoral que se está llevando a cabo en estos momentos. Quien se ha llevado de calle la primacía en este aspecto ha sido sin duda López Obrador, quien incluso se ha contradicho constantemente y que se ha basado para insistir en que va a ganar en que según las encuestas está muy por encima de los demás contendientes.
Aquí hace presencia indiscutible la corrupción. Sin duda que a las diferentes empresas que se dedican a los sondeos, les llegaron al precio desde el principio. La gran mayoría de ingenuos y confiados se ha ido con la finta y piensan votar por Morena, por esta artimaña. Favoreciendo el Principio de Ribbendrop a favor de López Obrador, los medios de comunicación al repetir una y otra vez que el Peje va arriba por un gran margen, le ha hecho el juego sin querer. Se ha insistido que López Obrador va en primer lugar, en Segundo Ricardo Anaya y en tercero Meade.
El PRI se está esforzando en alcanzar supuestamente el segundo lugar, atacando inmisericordemente a Ricardo Anaya, haciendo equipo con el Peje.
Entre todas las aberraciones, que ha propuesto López Obrador, como eliminar la Reforma Educativa, construir otro Aeropuerto Internacional para México, perdiendo la enorme inversión que se lleva en la construcción actual y gastando otra fortuna en un nuevo proyecto, el dar amnistía a los narcos y otros delincuentes, que no juzgará a Pena Nieto ni a los otros grandes defraudadores y otras barbaridades, estos dos últimos fueron lo que hizo reaccionar a Pena Nieto.
Anaya con la franquea que lo caracteriza, manifestó que al llegar a la presidencia, vería que la justicia, que no el, acabar con la corrupción, empezando por llamar a cuentas a los grandes defraudadores políticos empezando por Peña Nieto. Esto dio por resultado una reacción violenta de este último, seguro que el PRI no ganaría y que Ricardo Anaya llegaría a la presidencia, esto lo confirma su decisión de aliarse con López Obrador, desatando una guerra mediática contra Anaya para que ganará López Obrador, quien le garantizaba que no tomaría medidas judiciales contra él.
En esta guerra mediática entre otras cosas comprometían a Ricardo Anaya en un supuesto manejo turbio. Lo curioso es que los medios de comunicación, especialmente en TV, le dieron una difusión extraordinaria. Anaya aclaro que era falso y acuso directamente a Pena Nieto de haber orquestado esa campana. Pero calumnia o miente, que aunque se aclare, algo quedara, por lo menos la duda. Por eso la difamación es una falta tan grande.
Es cosa de preguntarse el porqué de esa guerra sucia, encabezada por López Obrador, de repente es reforzada por el mismo Presidente.
¡Es hora de poner las cartas sobre la mesa!
No podemos creer a quienes esconden sus intereses de ambición de poder, dinero y placer, por lo que están dispuestos a vender su alma al diablo, que prometen mucho para de acuerdo con su falsedad, no cumplir nada.
Todo aquel que pueda ayudar a que la gran mayoría de los votantes, debe hacerlo, de que se den cuenta de lo que está pasando y que nuestro querido México está en grave peligro de caer en las garras de un populismo que igual que en Venezuela y en todos los países en que ha actuado la izquierda, el socialismo, en su momento, Rusia, Europa del Este, Cuba, España con Zapatero, Grecia, Argentina con los Kirchner, Chile con Allende, los ha llevado a la miseria, y sobre todo a la falta de libertad.
Hagamos caso a esa chica Guatemalteca, no me acuerdo de momento de su nombre, que junto con un colombiano de ascendencia alemana en su libro sobre el populismo, advierte sobre lo funesto de esta cara del socialismo, en la que está totalmente metido López Obrador desde la fundación del Foro de Sao Paolo y desde siempre. Ella declaro en una conferencia aquí en México, No digan después que no se les advirtió. Que el Peje muestre sus cartas abiertamente y que no se esconda con mentiras y calumnias detrás de un mesianismo totalmente falso.
El populismo que pertenece a la cultura de la muerte, no es la solución, porque algo bueno no puede fundarse sobre el mal.
Donde hay bosque hay agua y aire puro, donde hay agua y aire puro hay vida!
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