La lección de Carlo Magno y Harun Al Rashid

La historia puede enseñar muchísimo; sin embargo, la falla en la humanidad es la memoria histórica.


Izquierda


Carlo Magno es conocido por muchos, pero Harun Al Rashid creo que es un personaje que muy pocos tengan presente, quien fue muy importante en sus tiempos y en la historia. Carlo Magno fundó (año 800 DC.) el Sacro Imperio Germano-Romano que duró 1000 años, hasta que se disolvió en 1806, pero que había perdido su preponderancia por la acción destructiva de la masonería, apoyando a Lutero y Calvino que dividió la unidad que había existido hasta entonces.

Pues bien, Harun Al Rashid fue cabeza a su vez del califato Abasí con su capital Bagdad del año 786 al 809 época de su mayor esplendor, con un máximo progreso científico y literario, siendo de esa época la conocida obra de Las Mil y Una Noches, inspirada en su vida.

Las relaciones del islam y el cristianismo, han sido siempre de agresión por parte del primero y defensa del segundo. Entrando a España los moros en el año 711 llegando a las puertas de París en el 732 siendo derrotados ahí por Karl Martel, abuelo de Carlo Magno, después de haber conquistado todo el norte de África. Es notorio que en Córdoba España se estableció un segundo Califato después del de Damasco, que se señaló por tener el mejor acero para las armas, junto con el acero de Toledo por parte de los cristianos.

Los hechos de armas entre cristianos y moros no cesaron nunca con excepción del tiempo precisamente de Harun Al Rashid. Aparte de los hechos mencionados podemos citar la campaña de predominio en el mar Mediterráneo con miras a la conquista de Europa por parte de los moros, lo que culminó con la Batalla de Lepanto (Cervantes, el manco de Lepanto) con la victoria de la armada cristiana bajo el mando de don Juan de Austria, medio hermano de Felipe II de España. Los intentos de los musulmanes no cesaron llegando en el siglo XVIII hasta las puertas de Viena, donde fueron derrotados por el ejército cristiano bajo el mando del rey de Polonia.

Pues bien esa continua confrontación fue interrumpida por el periodo de paz y buenas relaciones que propiciaron Carlo Magno y Harun Al Rashid que gobernó su Califato entre 786 y 809. Todo se inició al enviar Carlo Magno una embajada a Bagdad el año 797 impresionado por la fama de Harun Al Rashid, que fue contestada por otra por el último, estableciéndose una relación de amistad, diplomática y cultural, que duró de 797 a 807, dos años antes del muerte de Harun. Esa cordial amistad se caracterizó por mutuos regalos entre los dos monarcas, siendo el que más llamó la atención un elefante que llegó a Aquisgrán capital del Sacro Imperio, pero el más importante es que Harun Al Rashid cediera Tierra Santa a Carlo Magno para que los peregrinos cristianos pudieran visitar a Jerusalén y demás lugares santos sin ningún temor ni problema, cosa que los cronistas árabes jamás le perdonaran esa amistad con el Occidente de Carlo Magno. Posteriormente tuvieron que organizarse las famosas Cruzadas, para proteger a los peregrinos que no dejaban de acudir a Tierra Santa, de las cuales el papa Urbano II dispensó a España por ya contender en su propia cruzada la de Reconquista, que terminó hasta 1492 con la toma del reino moro de Granada.

Esta interesante fase de la historia puede enseñar muchísimo, lástima que lo que falla en la humanidad es la memoria histórica, por un lado y por otro la campaña insistente de la Izquierda (masonería) de ocultar todo lo que puede apoyar el afianzamiento de la cultura de la vida y del amor y es en este caso el entendimiento del Occidente Cristiano con el islam gracias a la buena voluntad de los gobernantes en turno de las dos fuerzas más importantes de esa época.

Esa convivencia armoniosa en nuestros días pudo hacerse evidente en Siria, con la cual terminó la ambición de la mafia petrolera de EE.UU. De lo cual dio testimonio la hermana Guadalupe, esa religiosa argentina, casi una santa, que ha estado ofrendando su vida por proteger en lo que puede tanto a los cristianos como a los musulmanes de ese país que convivían en total armonía en el país más próspero y con el mejor nivel de vida de todo el Medio Oriente. Pero como siempre que puede el demonio, a través de sus instrumentos aprovechando la ambición de construir el gasoducto que proveería a Europa, crearon artificialmente una insurrección y al no ser suficiente esto, crearon el tan mencionado Estado Islámico, que gracias a que Trump retiró las tropas americanas que apoyaban a los insurgentes y al Estado Islámico, está por terminarse la guerra y persecución tan sangrienta gracias al apoyo de Putin de Rusia al Presidente Basar al Assad de Siria que defendió heroicamente a su país contra tan injusta intervención armada y disfrazada provocada por los intereses de la mafia petrolera americana.

Así como en estos casos la “Mater et Magistra” (madre y maestra), la verdadera historia no se cansa en mostrarnos que habiendo buena voluntad y aplicando la principal enseñanza de Nuestro Señor de “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”, haciendo a un lado la soberbia y la ambición de riqueza, poder y placer, junto con la corrupción resultante, que maneja a las mil maravillas la izquierda socialista, ahora con su modalidad de “populista”, siendo sus armas preferidas la calumnia y la mentira, lo que tenemos ante nuestros ojos claramente con las acciones de Morena a cualquier nivel de gobierno que controla.

La superación de la corrupción, la falta de seguridad, con todas sus modalidades de violencia, la pobreza y demás estigmas que son características de donde impera la izquierda ahora con su cara de socialismo, se ha demostrado en repetidas ocasiones, una de las que más llama la atención es la de Isabel la católica que convirtió el Reino de Castilla, quebrado por su medio hermano y sus despilfarros, corrupto, presa de asaltantes en caminos y poblados, guerras entre los señores feudales, en una nación próspera, rica y segura, capaz de lograr la Unidad de España, iniciando la época de oro de la cultura del país e inclusive lanzarse a la evangelización e integración del Nuevo Mundo a la Cultura Occidental.

Está también el caso de la Alemania dividida, después de la disolución del Sacro Imperio, que gracias a la disciplina de Prusia, heredada de la Orden de Caballería Teutona, aprovechando la guerra contra Francia, derrotando a Napoleón III integró el 2º. Imperio, después del de Carlomagno, que llevó a Alemania a ser una potencia, que por lo que representaba llegó a ser combatido y destruido por la mafia de izquierda (masonería) de Inglaterra, Francia y Estados Unidos.

Pero también tenemos un claro ejemplo aquí en México con Porfirio Díaz, que con sus famosos “Rurales” metió al orden a todos los delincuentes y asaltantes que andaban desatados con Benito Juárez y Lerdo de Tejada, fomentó la educación con un alto nivel, convirtió a un país quebrado, pobre y endeudado en una nación próspera, rica, con un nivel académico a la altura de cualquier país desarrollado, incluso lo convirtió en una potencia militar capaz de desafiar al poderoso vecino del Norte, derrotando inclusive a su Armada en el Pacífico en la Batalla de Salina Cruz, gracias a los cañones alemanes Krupp, con los que había armado en previsión al puerto. En la reunión en el Paso Texas con el presidente Taft, le demostró muy cortésmente que no estaba dispuesto a que México siguiera siendo manipulado por su vecino, lo que le valió, que la mafia yanqui apoyada por la masonería mexicana, le armaran la Revolución, a lo que consciente que no podría nada contra las dos fuerzas unidas, renuncio para evitar un derramamiento inútil de sangre entre hermanos.

También ahora podríamos con un buen gobierno, no uno mafioso, superar todos nuestros problemas, debiendo contar por lo visto, que deberemos prevenir la respuesta lógica de la izquierda. Pero, es posible ¡a Dios rogando y con el mazo dando!

“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”

 

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