México tiene en Irlanda un pueblo hermano, que al igual que nuestra nación ha sufrido ataques y persecuciones por su fe católica.
“Si por ahí te encuentras a un cerillo,
está seguro que tiene sangre de algún valiente
de los del Batallón de San Patricio,
de aquellos que ofrendaron su vida por México”.
Le nombran “CANELO” por el color de su pelo, su nombre real es Saúl Álvarez y seguramente ni él ni nadie se ha puesto a pensar que su temple y sus agallas, le vienen por herencia de algún irlandés, de esos héroes anónimos (de los que igual que otros personajes importantes de nuestra Historia no se habla) que sin tener obligación alguna, después de la Batalla de la Angostura, en la que México teniéndola ganada, el traidor de Santa Anna (masón) cedió el campo al invasor; abandonaron al ejército triunfante de EE.UU. formando el glorioso Batallón de San Patricio para defender a México de una agresión injusta.
Irlanda, como México ha sido víctima por siglos, de la persecución infame e insidiosa de la izquierda (masonería), defendiendo por siglos su Fe y su Libertad, no importando los sacrificios incluyendo sus vidas, sin ceder nunca un ápice, firmes en la brecha aun cuando al cielo lo cubrían negros nubarrones, sin que hubiera esperanza de que saliera el sol. Esto forjó su carácter y su temple, el que orgullosamente heredó nuestro buen Canelo, que en estos días hace hondear en alto los colores de nuestra bandera. ¡Una vez más Irlanda por México!
México tiene una deuda de honor con esa gloriosa nación. De la que sus descendientes en Estados Unidos, especialmente obispos y Caballeros de Colón, apoyaron en forma significativa a nuestros héroes de la Cristiada, gracias a quienes gozamos de una relativa libertad religiosa (sigue prohibida la educación religiosa en las escuelas, a Dios se le ha hecho a un lado en la vida pública y buscan hacerlo a un lado también en la familia, tratan de imponer la Ideología de Género contra la Vida, la Familia y al Libertad Religiosa).
Irlanda fue evangelizada por san Patricio en el siglo V y desde entonces se ha distinguido por su Fe viva en su vida diaria, en la familia, en la sociedad y en su gobierno, lo que se hizo notorio cuando por fin en 1921 bajo el liderazgo de Eamon de Valera logro por fin su Libertad e Independencia, después de que por siglos no cejar en sus esfuerzos, no intimidándolos, las más crueles persecuciones. La Constitución Irlandesa menciona: “El Estado reconoce que el homenaje de culto público es un deber hacia Dios todopoderoso y por eso respeta y honra a la Región.” ¿Podrá nuestra Constitución decir algo igual?
El odio a la Iglesia Católica de la Izquierda Inglesa (Masonería) desde Enrique VIII (quien fuera defensor de la Iglesia contra Lutero) , instigado por William Cecil, su consejero y luego de Isabel I su hija, la reina virgen, que condecoraba, premiaba, hacia “lores” y hasta sus “amantes”, a los piratas ingleses Raleigh, Drake y otros, por atacar a las naves españolas por ser España defensora de la Iglesia Católica; los llevó a actuar en forma sanguinaria y cruel contra Irlanda, tratando bajo el terror, como lo habían logrado en Inglaterra desterrar el catolicismo.
La persecución más cruel y devastadora la llevó a cabo Inglaterra, cuando en 1649 envió a Cromwell, quien entró a sangre y fuego a Irlanda, la población se vio diezmada a tal grado que en el siglo XVIII imperó en Irlanda el silencio del cementerio. El siglo XIX es para Irlanda una catástrofe un millón de irlandeses se ven obligados a emigrar, principalmente a EE.UU. donde después de haber sido tratados con desprecio y crueldad por los anglo-sajones su temple los hace valer y lograr ser reconocidos por lo que son, llegando inclusive a ocupar la presidencia (Kennedy, Reagan) y gracias a ellos haber gozado de que nuestros héroes lucharan hombro con hombro con eso valientes del Batallón de San Patricio y durante la Cristiada haber contado con el apoyo invaluable, que ya hemos citado antes.
Cuando veas por la calle un cerillo (pelirrojo), o veas alguna noticia del Canelo Álvarez, recuerda que en Irlanda tenemos un pueblo hermano, que igual que nuestro pueblo, nunca dejó de tener un gran amor y devoción a nuestra Santísima Madre, lo que les dio, igual que a nosotros la entereza y fuerza para salir adelante en las peores situaciones y soportar las más crueles persecuciones de la izquierda (masonería).
El temple y valor de nuestro pueblo, igual que el de los irlandeses, ha quedado demostrado en múltiples ocasiones, sin embargo, nuestro espíritu, igual que el de los irlandeses, ha sido corrompido por la persistente campaña de descristianización que la mafia de izquierda (masonería) ha estado llevando a cabo, aprovechando especialmente la infiltración de sus miembros en puestos gubernamentales clave. Así en estos días engañando al pueblo están tratando de imponer la Ideología de Género, en contra de la Vida, la Familia y de la Libertad Religiosa.
Tanto aquí en México, como en Irlanda, han logrado influir fuertemente en la sociedad y ocupando puestos clave imponer situaciones que por principio no acepta el pueblo en general.
Para corregir esta grave situación, así como los irlandeses y los pueblos de todas partes en las que está activa la cultura de la muerte, tenemos que defender a capa y reinstaurando la cultura de la vida y del amor. Solo así lograremos que nuestros países superen las crisis recurrentes que nos agobian y van matando poco a poco nuestro espíritu, del que debemos estar orgullosos como lo menciono.
“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida.”
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