Somos el único país que acepta como legítimo al gobierno de Maduro, así como las elecciones previas, afirmando “Que el no llevar a cabo medidas coercitivas en contra de Venezuela, es lo adecuado para contribuir a mejorar el diálogo entre las partes en ese país”.
Dime con quién andas y te diré quién eres
Este dicho es universal, no solo mexicano (que estos me gustan mucho) y que puede aplicarse perfectamente a las declaraciones y fotografías (Maduro con López Obrador), que aparecen en la prensa. Somos el único país que acepta como legítimo al gobierno de Maduro, así como las elecciones previas, afirmando “que el no llevar a cabo medidas coercitivas en contra de Venezuela, es lo adecuado para contribuir a mejorar el diálogo entre las partes en ese país”. Como siempre la izquierda plantea situaciones falsas: no es una medida coercitiva, es manifestar algo real, las elecciones no tienen validez por ser manipuladas, por lo que el gobierno de Maduro es ilegal e ilegítimo, impuesto contra la voluntad del pueblo, y la misma Asamblea Legislativa Nacional (desconocida por Maduro) declaró su ilegitimidad. No es contra de Venezuela, sino a favor del pueblo venezolano, que está sufriendo todas las tremendas consecuencias de una Dictadura de Izquierda Populista (violencia, imposiciones, prisión, muerte a manifestantes pacíficos, falta de libertad en general, falta de medicinas, de provisiones elementales, de alimentos, pobreza, hambre). Y por último no puede haber diálogo cuando solo lo que vale es la voz del Dictador.
Es de preocuparse que junto con posiciones como la citada, López Obrador invitó a su toma de posesión, en forma que llamara la atención, al presidente comunista de Corea del Norte Kim Jong Un y a Maduro, a quien en repetidas ocasiones ha llamado su amigo, digno de seguir su ejemplo y de quien inclusive en sus campañas anteriores recibió apoyo económico, perteneciendo los dos desde un principio al Foro de Sao Paulo, organismo internacional de la Izquierda Populista por Lula Da Silva. Solamente: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Ese: “Ahora ya saben quién manda” de López Obrador (que también es aplicado por Maduro, lo que es confirmado una vez más, con su nueva protesta como Presidente de Venezuela) y la manifestación repetida de que a fin de cuentas se hará siempre lo que él decida, así como afirmar una cosa y a la hora cambiar su sentido y en caso de convenir políticamente excusarse con que fue un “error de dedo”, engañando sistemáticamente con promesas y afirmaciones, como el acabar con la pobreza, que si acaba con la productividad forzosamente se aumentará tremendamente, o el acabar con la corrupción, si esta es producto de la falta de valores y su sistema “Sin Dios” basada en la cultura de la muerte va por principio contra los valores. El acabar con la delincuencia organizada o no, con la violencia y todas las demás promesas, nunca se podrán cumplir porque no existen los elementos necesarios. Mientras haya corrupción los cárteles seguirán actuando con impunidad, igual que la delincuencia común.
De lo que se trata es de engañar a los ingenuos con los que ganó las elecciones, además del apoyo de toda la izquierda y de la labor de zapa dentro del PAN, para luego afianzado en el poder, proceder como Chávez y Maduro, no importa que los pobres se vuelvan más pobres y el país caiga en la ruina, valiente “potencia” en la que promete convertirnos. Me viene a la mente lo que se menciona en la lectura de la misa del lunes pasado (7 de enero) “…pues han surgido en el mundo muchos falsos profetas” (Juan 3,22-4,6) a los que Nuestro Señor también llamo “lobos con piel de oveja” de los que advierte debemos cuidarnos (Lenin, Stalin, Mao Tze Tung, Castro, Allende, Zapatero, Kim Jong Un, Lula Da Silva, Kirchner, Ortega, y ahora López Obrador). Todos han esclavizado a sus pueblos por medio del engaño y luego del terror.
El león no es como lo pintan, en este caso como él mismo se pinta, como redentor de los pobres, como la única solución a todos los problemas del país, como el único de los presidentes no corrupto, el único que hace bien las cosas. Todo lo hecho por los demás está mal hecho y hay que corregirlo, inclusive la Constitución, porque ahora viene la Cuarta Transformación del país y él es el que la va a llevar a cabo. Va a acabar con el huachicol (creando un caos tremendo con miles de millones de pérdidas financieras). Va a crear la Guardia Nacional para tener un ejército suyo, independiente de la Defensa Nacional. Líbrenos Dios de este cambio que quiere imponernos a como dé lugar este falso Mesías.
Todos los mesías citados (lobos con piel de oveja) aplican lo que Corneliu Codrenau (1899-1938) héroe rumano, cristiano ortodoxo, doctor en Economía y Derecho, fundador de la Liga de Defensa Nacional-Cristiana, de la Guardia de Hierro y de la Legión de San Miguel Arcángel, para defender a su país contra los bolcheviques (izquierda) dice en Compendio de infamias contra la Iglesia:
“Cualquiera que desee conquistar y destruir un pueblo lo puede hacer usando este sistema, rompiendo sus vínculos con el cielo y la tierra (Con Dios y los valores), introduciendo peleas y enemistades fratricidas, promoviendo la inmoralidad y la lascivia, por la ruina material, el envenenamiento físico, la ebriedad. Todo esto destruye a una nación más que si fuera bombardeada por miles de cañones o por miles de aviones”.
Con todos esos antecedentes de la izquierda, que ahora se designa populista, debería ser imposible que la gente se siga dejando engañar con las mismas promesas ya trilladas, pero lo cierto es que la falta de memoria histórica y el haber sido educados en una Historia Falsa hace vulnerable a la población.
Si nos mantenemos firmes y no nos dejamos manipular a su voluntad, manifestando en forma decidida no estar de acuerdo con lo que se nos trata de imponer, haciendo valer nuestras convicciones de libertad, no podrán imponernos ese funesto populismo.
Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida.
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