Desde el cielo una hermosa mañana…

No puede describirse la emoción que embargo a todo aquel que vio y oyó a nuestros mejores cantantes, como el Buki, Lucero, Guadalupe Pineda, Daniela Romo, el Cuervo  y otros, cantarle las mañanitas a nuestra madrecita Santa María Reina Virgen de Guadalupe. Es conmovedor ver a María Victoria a su edad dar el testimonio de fe, al cantarle con el mismo cariño que lo ha hecho ya durante 45 años ininterrumpidos, afirmando que le ha hecho muchos milagros.


Virgen de Guadalupe


A través de toda  la noche, como los días anteriores estuvieron llegando peregrinos a pedir un favor o a dar gracias por uno recibido, pero sobre todo para honrar y demostrarle su amor a la Gran Guadalupana, culminando en la mañana del día 12, conmemorando aquel día que cita esa tan linda canción ¿Quién no conoce la bellísima melodía?: 

“Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana, bajo al Tepeyac…” 

Ahí fue que nuestra Virgen Morena, mestiza, dio nacimiento a nuestra nación, fusionándose dos pueblos, convirtiéndose los nativos no solo de México, sino de toda la América Hispana, lo que no habían logrado los extraordinarios frailes antes, a tal grado que el gran Fray Jacinto de Benavente, Motolinia, (el solo bautizó a 400,000 almas), refiere en su “Historia  de los Indios de la Nueva España” que entre 1521 y 1536 se bautizaron  más de  nueve millones (solo en la Nueva España, están además todos los de Hispano-América) y Fray Jerónimo Mendieta en su “Historia Eclesiástica Indiana” hacia el año de 1600, después de mencionar que con tantas almas que gano la Iglesia en el Nuevo Mundo, bien suplían con creces las perdidas en Europa con el protestantismo, afirma “que bien se puede colegir que en efecto son cristianos de veras y no de burla, como algunos afirman.”

Al contemplar la hermosa imagen de la Virgen Morena en la tilma de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, la única imagen de Nuestra Señora en el mundo que no fue realizada por mano humana, bien podemos hacerle eco a lo expresado por su Santidad Benedicto XIV: “Non fecit taliter omni natione” No hizo (Dios) cosa igual con ninguna otra nación.  

México bendita tierra, que cobija a un pueblo tan extraordinario, capaz de dar su vida por sus principios y convicciones. Lo demostró en las diferentes persecuciones que sufrió por defender a su fe. Inclusive esto sale a la luz, después de haber sido tabú oficialmente hasta hace poco, especialmente con en la Cristiada gracias a Jean Meyer (Francés), a los corridos cristeros que se van conociendo poco a poco, como el de “Mañana me fusilan a las 6 de la mañana, por creer en el Dios eterno y en la gran Guadalupana”. Con la protección y amparo de Nuestra Santísima Madre de Guadalupe, siempre saldrá adelante nuestra nación, sobre todos los problemas y obstáculos que  se le puedan presentar. 

La devoción, amor y confianza a Nuestra Santísima Madre se demuestra claramente en las peregrinaciones con grandes sacrificios que se realizan durante todo el año, pero especialmente en los días de su fiesta el 12 de diciembre, que habiendo sido fiesta nacional oficial, el funesto Echeverría (de izquierda, masón), la suprimió sin que nadie entonces se atreviera a protestar, ya Obregón (también de izquierda), había mandado dinamitar la Imagen de Nuestra Señora en la Villa en 1923, sin éxito, lo que sí pudo hacer con el primer monumento a Cristo Rey, que iba a ser el primero en todo el mundo.

Es de admirar que tan solo en México las peregrinaciones a la Villa con aproximadamente 27 millones de peregrinos, rebasa ampliamente a los peregrinos de todo el mundo a los santuarios de Lourdes, Fátima y Roma juntos, el dato del año pasado fue de 16 millones entre los tres.

Bien puede creerse la afirmación de que hay mexicanos que no son católicos, pero no hay un solo mexicano que no sea guadalupano. 

Y es importante que recurramos a nuestra Madrecita, ahora más que nunca, porque México, como todo el mundo están sufriendo las consecuencias de una descristianización sistemática organizada por la izquierda (masonería) que va en forma insidiosa contra la vida, la familia y la libertad religiosa, tratando a como dé lugar de imponer la Ideología de género, yendo directamente contra la naturaleza y sus leyes, es decir contra todo lo bueno, recurriendo a fomentar la ambición que existe en todo ser humano, exacerbándolo hasta lograr un deseo de tener cada vez más, la ambición nunca llega a saciarse. La ambición de dinero, de poder y de placer, junto con la corrupción que provoca es su principal instrumento, engañando al que se deje, con mentiras y falsas promesas.

San Juan Pablo ll, nuestro Papa mexicano, como el mismo se llamaba por su identificación con nuestro pueblo y por su amor a Santa María de Guadalupe, a la que no dejaba de visitar en cada uno de sus viajes a México, lo expreso claramente llamando a América el continente de la esperanza, y esto para la reevangelización (recristianización) del mundo, ecomendándolo especialmente a María Reina Virgen de Guadalupe, designándola como Patrona de América.

¡Viva Cristo Rey y María Reina Virgen de Guadalupe! 

“Donde hay bosques hay agua y aire puro; donde hay agua y aire puro hay vida.”   

 

 

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