Propagandistas

Mientras el presidente anuncia la militarización completa de la lucha contra el crimen, sus seguidores se hacen bolas para decir que se está “policializando” a los militares.



Ahora resulta que las acciones del crimen organizado, que incluyeron balaceras, asesinatos, quema de vehículos, bloqueos de avenidas e incendio de establecimientos comerciales, en diversos estados, son meramente actos de “propaganda”. Así lo dijeron el presidente y el secretario de la Defensa.

Resulta entonces que se quieren promocionar. Qué creativos son nuestros criminales, tienen maneras muy especiales de hacerse propaganda, de dar a conocer sus actividades de verano. “Se quieren hacer notar”, nos dicen; mostrar que tienen fuerza, que están presentes. Bueno, la verdad es que sí se dieron a notar. Digamos, de manera objetiva, que destacaron en el ambiente noticioso. Muy buena su propaganda. Y qué listos en el gobierno que descubrieron que con esas acciones pensaban que llamarían la atención, porque sí lo lograron.

¿Por qué querían llamar la atención? Según dicen expertos en el tema, lo hicieron como una respuesta a un operativo de captura; en otro lado, como mensaje al gobierno, y en otro, como reacción a un enfrentamiento con muertos en una cárcel. Las imágenes de esos días fueron terribles. Como en una zona de guerra, como en los picos altos de la violencia cuando sí se combatía decididamente al crimen organizado. Aquí un día, de repente, todo se convierte en furia narca y el país aparece en llamas. A esto el presidente le llama “propaganda” del crimen.

La descripción al más alto nivel de gobierno que se hizo durante estos días explica en mucho lo que sucede en el combate al crimen. Los criminales saben que el gobierno no les hará nada y por eso pueden hacer “publicidad” a su antojo. Esto es cierto. Porque si los delincuentes pudieron hacer lo que hicieron es porque no tenían temor alguno de ser interceptados, combatidos por las fuerzas del Estado. Ellos pueden disponer de una ciudad en el momento en que lo consideren, mientras los soldados y los guardias nacionales contemplan de lejos sus fechorías. Eso es lo que revela la declaración oficial, por qué pueden hacer su “propaganda” los mafiosos. ¿Harían su propaganda si supieran que las fuerzas del orden los acechan de cerca? Probablemente no.

El mensaje propagandístico, en tal caso, es gravísimo: hacemos lo que queremos en el momento que queremos y ponemos al país de cabeza. Esa propaganda sólo tiene un destinatario: el gobierno. La variedad de los mensajes puede ser amplia: no te tenemos miedo, hacemos lo que nos da la gana, ven por nosotros, cada operativo lo cobraremos sembrando miedo en una ciudad, si se te ocurre moverte en minutos te incendiamos un estado o, simplemente: tú pones los abrazos y nosotros los balazos… pura propaganda, como le dicen ahora.

Como casi todo en la 4T, la estrategia de seguridad es un desastre integral. Así, mientras el presidente anuncia la militarización completa de la lucha contra el crimen, sus seguidores se hacen bolas para decir que se está “policializando” a los militares. De ese tamaño la estupidez. Por lo pronto, seguirá la “propaganda” asolando a la nación. Problemas de tener un crimen organizado y un gobierno desorganizado.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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