Los paladines de las libertades comenzaron a blandir sus plumas y lenguas a favor de las comunidades LGBT.
Ya acabado el mes del orgullo homosexual y pasada la temporada electoral podemos hablar de un tema de tal importancia que podría potencialmente destruir nuestra cultura, nuestro arte, nuestro trabajo, nuestras generaciones y las venideras.
Desde mediados del siglo pasado, se ha dado el fenómeno de la liberación sexual, un movimiento que a pesar de tener opositores en su época, fue visto como un paso adelante en las libertades y los derechos del ser humano, comenzando con los supuestos derechos reproductivos, llamados así en aquella época, que permitieron a varios estados europeos mantener políticas antinatalistas que regularan la economía a proyecciones de largo plazo, promoviendo a los baby boomers como la generación más numerosa en dicho continente por largos años.
Luego, los paladines de las libertades comenzaron a blandir sus plumas y lenguas a favor de las comunidades LGBT, ganando derechos para los mismos, normalizando su presencia, haciendo campañas para despenalizarlos en las naciones más extremistas, y para que sean vistos como iguales, por lo menos a los ojos de los sistemas jurídicos.
La bola de nieve de la liberación sexual se ha llevado a muchos valores del antiguo Oeste directo al cementerio, acribillando creencias y costumbres culturales milenarias, y retando a las grandes casas religiosas del mundo.
Estos paladines tienen por alma de su argumento el sentimiento, y su palabra favorita es “amor”, pero puede que sus intentos por hacer bien ya hayan ido demasiado lejos y hayan empezado a hacer exactamente lo contrario.
Lo que muchos de los grupos de activistas no entienden es que la batalla ya esta ganada, los sistemas jurídicos de Occidente ya se inclinan a su preferencias y aceptan sus orientaciones sexuales aunque la sociedad siga siendo negativa ante ellos.
Por el contrario pareciera que todo lo que hacen está solamente impulsando al pueblo a odiarlos cada ves más y a cuestionarse cada día de sus vidas, si el normalizar y despenalizar o legalizar sus relaciones antinaturales fue una buena idea o una bomba de tiempo.
Antes de que los comentarios de este articulo se vuelvan un caos de proporciones bíblicas debo aclarar que cuando me refiero a la homosexualidad, bestialidad, pedofilia, transexualidad, etc. como antinaturales, no pretendo el dar una connotación negativa al concepto, estas relaciones son axiomáticamente antinaturales y el hecho de que sea así puede ser algo positivo o algo negativo, es cuestión de la interpretación del lector, pues bajo la misma lógica, los anticonceptivos en relaciones heterosexuales también son antinaturales, de nuevo, el considerarlo positivo o negativo es cuestión de perspectiva e irrelevante para este articulo.
La cuestión es que en los intentos de estos guerreros de la justicia social por normalizar y exponer a estas orientaciones al publico, lo único que logran es repudio en sus muestras publicas de indecencia, pues su forma de demostrarnos que “son como nosotros” es utilizar juguetes sexuales a plena luz del día, desnudarse, incurrir en conductas que normalmente serían penadas en un día cualquiera, pero que se les permite a ellos pues son un grupo “oprimido”.
Si yo como padre llevara a mi hipotético hijo a un prostíbulo, se me reprobaría, se tomarían acciones legales en contra mía, pero si yo llevara a mi hijo al “gay parade” en alguna ciudad europea o norteamericana o de la misma Ciudad de México, se me pintaría como un héroe, como progresista, como liberal, como una bandera de los “neo-valores” de a postmodernidad; incluso cuando en un “gay parade” mi hijo estaría mucho mas expuesto a genitales y degeneración sexual de todo tipo, entre prácticas poco saludables, fetiches etc…
Entre otras contradicciones que muchos denuncian como “gimnasia mental”; entre algunos, que muchos de ellos ignoran, contradicen o ya explícitamente odian a la Iglesia, pero les es de suma importancia que sean aceptados por la misma.
El hecho de que sean un lobby liberal pro inmigrantes, mientras la mayoría de los grupos de inmigrantes a nivel internacional son homófobos.
El hecho de que denuncien a la “cultura de la violación” junto a las feministas de última generación marcando al consentimiento como punto central de las relaciones sexuales, mientras al mismo tiempo defienden abominaciones del consentimiento como la pedofilia y el sexo bestial o zoofilia, sin mencionar que muchos de ellos criticaron en su momento a lo sacerdotes pederastas en cuento esos escándalos salieron a la luz, pero esos mismo que apuntaron con el dedo ahora congratulan lo mismo que criticaron.
También en muchas ocasiones, estudios y estadísticas denunciaron que la homosexualidad y la pedofilia eran problemas intrínsecamente relacionado, y la comunidad LGBT lo descartó como algo ridículo, más ahora pretenden decir ”ups, tenias razón pero igual estas mal” intentando normalizar esas aberraciones.
Muchos grupos de extrema derecha denunciaron a través de los años que esto sucedería, nadie les creyó, y ellos fueron los que se rieron de nosotros cuando en este año, los grupos de LGBT alrededor de todo el mundo publicaron su soporte emocional y tolerancia a los pedófilos.
Tuvieron razón cuando nos pidieron que no los criticáramos ni los discrimináramos por una situación que aunque creo firmemente en lo personal, aunque es una condición medica a tratar, no es justificación para considerarlos como menos que humanos.
Tuvieron razón cuando nos denunciaron de inmisericordes e incongruentes al condenarlos apuntando con el dedo como fariseos.
Sin embargo, dejaron de hacer sentido cuando empezaron a promover su estilo de vida como algo óptimo, dejaron de hacer sentido cuando empezaron a modificar la verdad a su favor, destruyendo clasificaciones psicológicas, modificando ciencias exactas como la biología básica a su placer, usando sus emociones para suplantar argumentos lógicos, y dejaron de hacer sentido cuando consideraron unilateralmente que debíamos hacer a un lado milenios de lógica para tomar en cuenta únicamente sentimientos.
Dejaron de hacer sentido alguno, cuando se convirtieron en eso mismo que odiaban y criticaban de manera implacable.
Parecen una profecía que se cumple por si misma, una predicción que a su vez corre a lo que predice. Con declaraciones como el negar que son una enfermedad mental, negando toda relación con inestabilidad mental o defectos, mientras son el grupo que más incurre en suicidios a nivel mundial, y que, curiosamente, poseen estadísticas desproporcionales en cuanto a depresión y otras enfermedades mentales incluso en países en los que son abiertamente aceptados, destruyendo su argumento “nuestras enfermedades se deben a ti que me criticas”.
Diagnóstico de la educación en Mexico.
Costar menos o ganar más.
Político, social, económico: se atravisea por el cultural
Debo recabar datos sobre la educación en México, crear un estudio sobre el mismo metiendo los datos en los nichos anteriores, tener un análisis completo sin emitir juicios.
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