Desde la reforma política para elegir al Jefe de Gobierno por la que luchamos muchas generaciones de capitalinos, la Ciudad sufre un abandono de la política grave y una acelerada degradación de los servicios y en general de la calidad de vida de la población.
Me refiero a la ambición desordenada de quienes siendo electos para ejercer el cargo de Jefe de Gobierno en realidad utilizan su posición política como trampolín para la Presidencia de la República. Son los casos consecutivos de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y ahora Miguel Ángel Mancera, que sin atender y resolver los grandes problemas de la Ciudad, se sienten con las capacidades para llegar a ser presidentes. Ninguno lo ha conseguido ni lo lograrán, en gran medida, por una percepción muy amplia del deterioro de los principales servicios públicos de la CDMX.
Esta grave desviación de la responsabilidad como autoridad electa de la Ciudad, ha provocado el agravamiento y en muchos casos verdaderos colapsos frente a problemas que ponen en riesgo no solo la sustentabilidad sino la viabilidad misma como la urbe más importante, con mayor población y como capital de la República.
Hoy tocaré tres ejemplos recientes que demuestran la irresponsabilidad del gobierno de la Ciudad en asuntos de suma importancia y que no son atendidos:
1) frente a las tremendas inundaciones en días pasados que han afectado a miles de familias con la pérdida de enseres y graves daños a sus viviendas, el Jefe de Gobierno solo se excusa hablando de fenómenos de lluvias atípicas que superan la capacidad de desagüe y que para atender el problema se requieren por lo menos 10,000 millones de pesos. En primer lugar, es falso que se hayan presentado lluvias atípicas, la verdad es que los sistemas de drenaje de la Ciudad han perdido su capacidad original debido a los serios hundimientos del suelo –problema que he tocado en este espacio innumerables veces–.
Entonces la pregunta es ¿qué ha hecho el gobierno en estos cinco años para atender esta grave situación? No se vale que al final de su administración, cuando está prácticamente en campaña para ser el candidato a la Presidencia, argumente que se requieren miles de millones de pesos para resolver el problema, cuando no invirtió un solo centavo en toda su administración en este tema. Todos sabemos que no hay recursos adicionales para el Sistema de Agua de la CDMX y que tampoco los habrá en el 2018, entonces ¿quiénes serán los responsables de la inundación de miles de hogares?
2) La semana pasada un convoy del Metro de la Línea 1 sufrió un desperfecto y ocasionó una parada en medio de un túnel sin iluminación y poniendo en riesgo la vida de mil pasajeros. El problema –según el peritaje– lo ocasionó el desprendimiento de una zapata de los frenos que golpeó la barra guía y ocasionó un frenado intempestivo con gran cantidad de humo denso que afectó a todo el tren. Éste es un problema evidente de falta de mantenimiento y supervisión. Pero la declaración del Director del Metro fue aún más preocupante, dijo que se requieren urgentemente 40,000 millones de pesos para tener en buenas condiciones el servicio del Metro.
Otra vez, un anuncio tardío, ¿por qué no se dijo esto desde el primer día? Aquí he mencionado en varios artículos que alrededor de 100 trenes no están operando por falta de mantenimiento y que era urgente una serie de acciones para atender el asunto ¿quién responde ante esta situación?
3) El asunto más espeluznante ocurrió hace unos días cuando, durante un operativo de la Marina, siete miembros de una banda criminal que operaba en la delegación Tláhuac murieron en un enfrentamiento. Los hechos dejaron al descubierto la cruda realidad sobre la presencia de cárteles de droga en la capital, la complicidad de autoridades delegacionales, la ausencia de inteligencia por parte de la Secretaría de Seguridad capitalina y la posición absurda del Jefe de Gobierno, afirmando ante hechos irrefutables, que en la CDMX solo hay narcomenudeo pero no la presencia de cárteles del crimen organizado. Mientras esto sucedía, Mancera estaba regalando patrullas al municipio de Parral en Chihuahua.
Todo esto demuestra el fracaso rotundo de los gobiernos demagógicos en la CDMX de los últimos 20 años, que se han dedicado a “nadar de muertito” y se han especializado en “patear el bote”, rezando para que no se presenten crisis graves, pero la realidad es que la Ciudad no soporta más estas administraciones desastrosas. Los hechos de los últimos días demuestran no solo la incompetencia del gobierno sino una profunda corrupción que está inserta en todos los espacios y no permite atender las necesidades de la población. Hay recursos suficientes para mantener los principales servicios de la Ciudad, el problema es que los gobiernos del PRD y ahora Morena, han desviado ilegalmente el dinero a programas clientelares con una cadena extensa de pérdidas por corrupción.
No podemos seguir así, la CDMX requiere urgentemente cambios profundos pero no hacia la misma demagogia sino hacia un gobierno abierto a la ciudadanía y que enfrente los problemas con fuerza, con honestidad y con visión de largo plazo.
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