Triunfó la técnica jurídica, no la vida

En México no ha triunfado la cultura de la vida, y que, incluso, se han generado subterfugios jurídicos para permitirlo. De ello se deprende que es necesario trabajar fuertemente a favor de la cultura de la vida.


Espada de Democles


Con mucho optimismo recibieron las organizaciones provida la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que desechó la propuesta favorable al amparo interpuesto en contra del Congreso de Veracruz, y que pretendía obligarlo a la despenalización del aborto. Se festinó el hecho como un “triunfo de la vida”, y aunque ciertamente con la resolución quedaba a salvo la legislación protectora de la vida en Veracruz, es importante detenerse en cuáles fueron las motivaciones por las cuales se produjo la misma.

Hubo una gran movilización nacional de parte de la sociedad mexicana para manifestar su convicción de que la vida humana debe protegerse desde el momento de la concepción. Movilizaciones en redes sociales y plantón frente a la Suprema Corte, fueron una clara expresión de que nuestra cultura humanista aún valora la vida en su totalidad, por más que un pensamiento único y globalizado impulse a la cultura de la muerte.

Durante las acciones previas, un grupo de maestras y doctoras en Derecho presentaron un amicus curie, es decir, una gestión de amigos de la corte. En su documento recurrieron a los elementos jurídicos por los cuales era improcedente aceptar el amparo con las pretensiones de sus promoventes. Al respecto abundaron sobre las características y alcances que tiene este medio de protección de los derechos de los ciudadanos frente a los abusos de la autoridad. Fue una argumentación netamente jurídica, sin entrar, como se dice, en el “fondo” del asunto. Es decir, en el tema de la protección o no de la vida. La propuesta en discusión estaba a favor de la despenalización del aborto.

Otro argumento fue que no existía ninguna figura de omisión, como se pretendía. En la Constitución no existe ninguna obligación al respecto. Por su parte, la Comisión Mexicana de Derechos Humanos presentó, también, un documento a la Suprema Corte, en la cual mostraba que no existe ningún tratado internacional vinculatorio. También se rechaza que el aborto sea un derecho.

Uno de los temores que se manifestaron fue la posibilidad de que de haberse aprobado la idea de obligar al Congreso de Veracruz a modificar su legislación, la Corte estaría invadiendo uno de los poderes, aunque, como sabemos, existen la acción de inconstitucionalidad y la controversia constitucional, que simplemente determinan si una ley es conforme o no, con la Constitución.

Los ministros de la Corte se apegaron a la naturaleza del amparo y por eso en un debate muy breve, se rechazó el documento a discusión. Eso significa que otro de los ministros que votaron en contra, tendrá el encargo de realizar un nuevo dictamen en donde se determine la resolución final.

Durante las argumentaciones no faltaron expresiones favorables al fondo del asunto, es decir, a la despenalización del aborto. Eso significa que sobre el derecho a la vida pende la espada de Damocles. En la Corte no existe en muchos de los ministros, la convicción de defensa de la vida. Incluso hay quienes consideran que la Constitución no contiene en sus enunciados el reconocimiento del derecho a la vida.

Ese fue uno de los puntos del debate durante la discusión de la llamada Ley Robles, que llevó a la no declaratoria de inconstitucionalidad de la misma. Entonces se abrió y validó en el derecho mexicano la posibilidad del aborto en las primeras doce semanas. De prevalecer ese criterio, bastaría con que las legislaciones locales aprueben disposiciones favorables al aborto para que puedan proceder.

Es importante aclarar que a pesar de lo resuelto sobre la Ley Robles, eso no significó la despenalización del aborto como tal. Al igual que en el resto de la República, el aborto está penalizado. También existen atenuantes reconocidos que excluyen de responsabilidad penal a las madres que abortan.

En la actualidad, son más los hombres que están en las cárceles a consecuencia de la realización de abortos que mujeres.

Por otra parte, han surgido Normas Oficiales Mexicanas que han permitido que el ejecutivo legisle sobre la materia para determinar que en caso de violación, aún sin que se pruebe el hecho, es factible la realización de abortos. Uno de los recursos promovidos incluso sin que exista violación, es la píldora del día siguiente, que se presenta como anticonceptivo, pero también cumple con la función abortiva.

Queda claro, entonces que en México aún no ha triunfado la cultura de la vida, y que, incluso, se han generado subterfugios jurídicos para permitir segarla. De ello se deprende que es necesario trabajar fuertemente a favor de la cultura de la vida.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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