Los países han acostumbrado utilizar sus monedas como un medio de festejar algún hecho, conmemorar una fiesta significativa o rendir homenaje a personajes significativos de su historial. México es uno de esos países. Lo ha hecho en monedas y billetes de circulación normal y en monedas de oro y plata. La calidad numismática de la Casa de Moneda de México tiene, desde antiguo, un gran prestigio por la calidad del diseño y la acuñación. Muchos países han contratado a la Casa de Moneda para que les acuñe algunas.
El bicentenario del inicio de la independencia mereció la acuñación de monedas conmemorativas y de un billete de 200 pesos. Lo mismo hizo con motivo de la conmemoración de la consumación de la independencia. Sin embargo, hubo diferencia en las alusiones con motivo de la última en 2021, ya que la moneda de 20 pesos que se acuñó contenía las imágenes de Hidalgo, Morelos y Vicente Guerrero, en tanto que el billete de la misma denominación reproducía la escena de la entrada del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide, a la Ciudad de México.
Podríamos decir que esta moneda y este billete reflejan las dos visiones que hay acerca de la independencia de nuestro país. La primera refleja la versión oficial que ha atribuido la Independencia de México a tres personajes importantes en la lucha por la misma: Hidalgo como iniciador, Morelos como sucesor del primero y Guerrero, que si bien fue luchador que mantuvo vivo el ideal cuando los dos primeros habían muerto y el movimiento languidecía. Pero en una de tantas deformaciones oficiales de nuestra historia, se ha pretendido atribuir a Vicente Guerrero la consumación de la Independencia, negándole el crédito a Agustín de Iturbide, verdadero consumador de la misma. En este sentido histórico, se trata de una moneda falsa.
En cambio, el billete de 20 pesos recoge ese momento real del ingreso de Iturbide con el Ejército Trigarante el 27 de septiembre de 1821. Este billete, desde el punto de vista histórico es el auténtico.
Esto viene a cuento porque el Banco de México ha anunciado que este bello billete conmemorativo de nuestra Independencia, va a ser retirado de la circulación, con el pretexto de que está muy maltratado, y va a ser sustituido por una moneda, ya que el público las requiere para sus operaciones comerciales. Esto es una verdadera lástima, ya que no sólo ese billete sufre mucho deterioro, sino porque se trata de una pieza que fue galardonada internacionalmente por su belleza. El billete conmemorativo de 20 pesos ganó el premio al más bonito de Latinoamérica en la categoría de conmemorativos, según la empresa High Security Priting (HSP).
Resulta extraña la prisa con que se dará muerte a tan bella pieza, cuando otros billetes de distintas denominaciones, circulan y circulan durante años, maltratados y sucios, sin que parezca importarle al Banco de México. Este billete apenas empezó a circular el 24 de septiembre del 2021. Tal parece que a alguien no le gustó que esta vez sí se reconociera a Iturbide como quien logró que México fuera independiente y se le diera el crédito que merece, cuando se ha pretendido ocultar el nombre, la imagen y el recuerdo de nuestro libertador.
Las ironías de la historia parecerían indicar que, así como el Primer Imperio encabezado por Agustín de Iturbide por acuerdo del Congreso y luego fuera destituido como consecuencia de las intrigas de las logias impulsadas por Joel R. Poinsett, al billete le ha tocado la misma suerte de estar destinado a desaparecer.
Es bien sabido que a través del tiempo han convivido billetes y monedas de la misma denominación, sin problema alguno. No tendría que haberlo en esta ocasión. Presumo que acuñar una moneda metálica es mucho más caro que imprimir un billete, a pesar de las muchas medidas de seguridad que ahora se acostumbran para evitar falsificaciones. Pero me parece que, en todo caso, esa sería la única explicación para ya no seguir imprimiendo tal billete, pero eso no justificaría retirarlo ya de la circulación cuando, por cierto, se emitió una gran cantidad del mismo.
Habría que preguntarse quién es ahora él o la intérprete de la ortodoxia histórica de nuestro país e investigar si tuvo alguna influencia en la decisión, porque dicho ejemplar pudiera considerarse como algo favorable a los conservadores que tanto molestan a la actual Administración. Aunque, claro, el Banco de México es autónomo.
Te puede interesar: Los pobres son “estrategia” para López Obrador
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo
