La soberanía violentada

La presencia de personal militar camuflado en nuestro país constituye una verdadera violación a nuestra soberanía.



Desde la Presidencia de la República, en las ya sabidas mañaneras, se hace gala de defensa de la soberanía nacional como fundamento para cambiar la política energética, afectando a productores de energía eléctrica sustentable y empresas petroleras a quienes se otorgó contratos de exploración y producción asociada. Se ha pretendido romper contratos y convenios, con una reforma energética regresiva –una más de las modalidades preferidas en Palacio Nacional- afectando derechos adquiridos legalmente, y con efectos retroactivos.

Esta situación ha llevado a que estén en curso diálogos entre representantes de nuestro país, Estados Unidos y Canadá, pues los dos últimos consideran que dichas acciones violan el Tratado Comercial entre los tres países. De no llegar a un acuerdo se iniciará una controversia que de perder México traerá importantes daños para el país.

Como es parte del discurso mediático con que continuamente entretiene y halaga a sus audiencias, el presidente ha anunciado que se envolverá en la Bandera Nacional el próximo 15 de septiembre para –como si fuera niño héroe- salir en defensa de lo que para él es una violación de nuestra soberanía. Se hará acompañar por Evo Morales, para poner en evidencia el color de sus propósitos, como lo hizo con la presencia del Presidente de Cuba en México al año pasado.

Y como continuidad de los apapachos con Miguel Días-Canel, que nada tenía que hacer en un festejo de libertad e independencia, cuando somete al pueblo cubano, se ha contratado al Gobierno Cubano para que envíe especialistas médicos a nuestro país, supuestamente para atender zonas donde se carece de ellos en nuestro país. Es la segunda ocasión en que esto se hace, anteriormente fue durante la pandemia, y se pone en evidencia que los supuestos especialistas no eran y no son tales.

Recientemente Javier Larrondo, de PRIOSIONERSDEFENDER, denunció lo que se oculta tras esa supuesta ayuda de Cuba a México. Por un lado, reiteró lo que ya es conocido a nivel mundial: este programa que se ha aplicado en diversos países con afinidad ideológica al comunismo cubano, es un medio por el cual el Gobierno de la Isla se financia, pues en tanto que cobra enormes cantidades por los servicios de sus médicos, a éstos les paga una miseria. Por otro lado, explicó que muchos de los que llegan a prestar sus servicios, en realidad son militares y su misión es realizar adoctrinamiento político.

Los cubanos mandan militares porque temen que los pocos médicos que son incorporados a las brigadas de manera forzada, podrían desertar, como de hecho ha ocurrido en algunas ocasiones. Quienes aprovechan su salida de Cuba mediante esta “razzia” sanitaria, a pesar de que se les confisca el pasaporte y sus familias son amenazadas de sufrir las consecuencias de su fuga, prefieren hacerlo a permanecer en un país donde no hay libertad y sí mucha pobreza.

La presencia de personal militar camuflado en nuestro país constituye una verdadera violación a nuestra soberanía, si la denuncia de Javier Larrondo es verdadera. Estaríamos, entonces sí, ante una grave acción que sería patrocinada desde la Presidencia de la República y muy probablemente constituiría un delito de traición a la Patria. Causal por la cual sí procede juicio contra el Presidente en funciones. Ciertamente esto no ocurrirá porque eso corresponde al Congreso y la mayoría morenista lo impediría.

Adicionalmente, se ha señalado que el contrato con Cuba –no con los médicos- en los términos ya señalados, genera un trabajo esclavo que es sancionado internacionalmente, aunque bien sabemos que al Gobierno cubano eso no le importa, pues se sustrae de todos los acuerdos del derecho internacional, empezando por los derechos humanos. Sin embargo, aunque el responsable del trabajo esclavo que realiza el régimen comunista de la Isla del Caribe, México, o más bien dicho, el Gobierno de México, sería cómplice de esta acción, pues no puede ignorar esta realidad que ha sido denunciada numerosas veces.

Así pues, pareciera que donde sí está en riesgo la soberanía nacional las autoridades se hacen de la vista gorda, mientras que el discurso demagógico de la defensa energética, es propicio para la propaganda política personal del presidente.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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