Lejos de atentar contra los derechos de la mujer, se establecen acciones positivas de apoyo para asegurar su salud y de la criatura que lleva en su seno.
Un elemento que contribuye a la división, al aislamiento y la confrontación, es la clasificación o etiquetación de las personas o grupos de acuerdo a ciertos planteamientos. Resulta simplista pretender agrupar a personas con distinta forma de pensar como reaccionarios, conservadores, derechistas o izquierdistas, progresistas o de avanzada. Así, de manera simplista se ha pretendido agrupar con algún tipo de esos calificativos a quienes están a favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Recientemente el diputado michoacano del Partido del Trabajo Baltazar Gaona presentó una iniciativa de reformas a la Ley de Desarrollo Social en la entidad. La propuesta fue aprobada por el Congreso y, posteriormente, rechazada por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, alegando que con la misma se violan los derechos de las mujeres.
Se trata de una clarificación de derechos y su puntualización. En el artículo 8 se adicionó un párrafo para que la política pública garantice el acceso de los beneficios de la misma a “las personas, en todos sus conjuntos etarios”, es decir, de todas las edades. ¿Afecta eso el derecho de las mujeres?
Y en el artículo 18 del mismo ordenamiento, se indica que la seguridad alimentaria y el combate a la desnutrición deben ser garantizados para la población en general “y en particular, a los segmentos con mayores carencias, teniendo prioridad las mujeres en estado de embarazo, desde el momento en que se tenga conocimiento de la concepción y hasta por lo menos seis meses después del parto, así como a las niñas y niños hasta que cumplan por lo menos cinco años de edad”.
Más adelante se afirma la atención y apoyo integral alimentario que se dará a “las niñas y niños desde el momento que se tenga conocimiento de su concepción y hasta que cumplan por lo menos cinco años de edad”. Queda claro en éste y el párrafo anterior que se trata de una referencia a la protección por igual a niños y niñas, por lo que no existe ni discriminación ni daño a los derechos de las mujeres.
Y sin duda alguna que la reforma conlleva un beneficio especial a las madres cuando establece que se dará “atención y apoyo integral a las mujeres en estado de gestación o lactancia, desde el momento en que se tenga conocimiento de la concepción y hasta por lo menos seis meses después del parto, priorizando particularmente a aquellas que se encuentren en situación de vulnerabilidad”. Lejos de atentar contra los derechos de la mujer, se establecen acciones positivas de apoyo para asegurar su salud y de la criatura que lleva en su seno, en un país marcado por la desnutrición.
Sin duda que la propuesta de un legislador etiquetado de “izquierda” habla a favor de una mejora en la vida humana de niños, niñas y mujeres gestantes. ¿Eso anula derechos? Por el contrario, específica una obligación a cumplir dentro de la política social. Sin embargo, el gobernador Ramírez Bedolla dijo que los legisladores locales no pueden “crear” derechos que no están en la Constitución. ¿Qué acaso los derechos humanos no forman parte de la Constitución y en ellos se encuentra establecido al derecho a la alimentación? Así lo establece el Artículo 4º. y numerosos documentos de derechos humanos firmados por el Gobierno de México. Y, obviamente, no se trata únicamente de la alimentación de los niños nacidos, puesto que la adecuada alimentación durante el proceso de gestación es indispensable para el futuro desarrollo de las personas, y esto significa que las madres gestantes requieren del apoyo correspondiente.
En el fondo, el gobernador rechazó la iniciativa porque según acaba de declarar, su plan de gobierno comprende la promoción del aborto, y con la minuta aprobada por el Congreso de Michoacán, se reconoce el derecho de niños y niñas desde el momento de su concepción, y eso es rechazado por quienes pretenden negar la dignidad y derechos de esos seres humanos para discriminarlos y, esta vez sí, crear un derecho al aborto inexistente.
Resulta paradójico que quienes se consideran de “avanzada” se asuman automáticamente como contrarios a la vida desde el momento de la concepción. Tales posturas las encontramos también entre liberales o neoliberales, aunque no se pueda decir que una postura ideológica implique necesariamente estar en contra de la vida desde el momento de la concepción. Para proteger a niños y niñas en el seno materno, no hay ideologías que obliguen a acabar con la vida.
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