El mundo moderno es bombardeado todos los días con noticias sobre personajes que parecen dominar la escena, son muchas veces políticos, deportistas, artistas, científicos, y hasta personajes que se caracterizan por sus actuaciones negativas como los líderes terroristas o de los cárteles que cobran ahora fama hasta en series televisivas, pero siempre y aunque vivimos en un mundo donde priva grandemente el escepticismo y la incredulidad, sigue siendo siempre el papa una figura emblemática, ya sea para estar pendiente de sus mensajes, o algunas otras fuentes para buscar siempre lo negativo y mantener un discurso de crítica permanente hacia el papa y lo que representa para el mundo de la comunicación que es la Iglesia.
Pero en estos tiempos es una novedad que la noticia la haya acaparado la muerte de un papa emérito, puesto que esta es una nueva figura dentro de la Iglesia causante por ello de no pocas polémicas.
A la muerte de Juan Pablo II mucho se especuló sobre quien podría ser el sucesor de tan enorme personaje, que tendría sobre si un gran reto para llenar los zapatos del papa recién fallecido. Aunque el Cardenal Ratzinger estaba dentro de los posibles elegidos, por su edad ya avanzada poco creían que el cardenal alemán llegaría a suceder a su superior y amigo. Sucedió sin embargo que para sorpresa de muchos después de 950 años llegaba otro alemán a la Cátedra de San Pedro
Esta historia empieza como todas las historias, con el nacimiento de un niño, la fecha sin embargo para los cristianos es muy significativa, el sábado Santo de 1927 que para ser más precisos era el 16 de abril, víspera de la noche de Pascua, de la resurrección de Cristo. Su padre era gendarme y su madre se dedicaba al hogar, la situación era difícil, dominaba el desempleo, las indemnizaciones de guerra tenían postrada la economía alemana, las luchas políticas dividían a los ciudadanos. Se mudaron después a Tittmoning, cuya arquitectura es del estilo de la de Salzburgo, con una bella plaza, fuentes y sobre todo una bella iglesia barroca y como complemento algunos edificios monásticos.
Por otro lado se iniciaba la gran influencia del partido Nazi, que muchos alemanes veían con agrado, sin embargo el papá de Joseph nunca tuvo simpatías para ese partido, con sencilla intuición veía que detrás de tantas bellas promesas se escondía un gran peligro para la fe y para la Iglesia.
Esa poca simpatía del padre de Joseph hacia los nazis hizo que se tuvieran que mudar varias veces en los siguientes diez años, su madre daba catequesis y enseñaba a sus hijos los fundamentos de la fe que permanecerían impresos en el corazón de los hijos toda la vida. El Papa dice que recuerda con profunda emoción la gran bondad de su padre y de su madre por su capacidad de saber decir no cuando se necesita, pues la bondad obliga a decir “no” cuando algo puede hacer daño al otro.
Muchas cosas sucedieron después, como la mayoría de los jóvenes alemanes Joseph fue obligado a alistarse en el ejército, aunque nunca fue realmente un combatiente, pero esto le valió después ser ´prisionero del ejército de Estados Unidos y que sus detractores lo acusaran de nazi, Pero como desde niño había sentido el gusto hacia el sacerdocio se decidió por esta vocación, junto con su hermano George y ambos llegaron a ordenarse, fue un distinguido profesor universitario al tiempo que se empezó a destacar como un gran teólogo por lo que fue llevado por su obispo como asesor al Concilio Vaticano II, considerado como uno de los teólogos de vanguardia después vio que este grupo estaba avanzado en una dirección opuesta a las enseñanzas de la Iglesia y se separó, puesto que “El concilio no es un parlamento y los obispos no son unos diputados con un poder y un mandato que les viene de un pueblo que los ha elegido. Los obispos no representan al pueblo sino a Cristo, de quién reciben la consagración y la misión”, aclarando así su posición. Sin embargo, nadie habría ni remotamente podido predecir el futuro de este joven teólogo.
En 1977 fue nombrado arzobispo de Múnich y Frisinga. “No afrontar los problemas me ha parecido siempre la peor forma de desempeñar un cargo”, era la forma de pensar del Cardenal Ratzinger, entre muchas razones esta debe haber sido una por las cuales Juan Pablo II debe haber pensado en Joseph para llevárselo a Roma para que se hiciera cargo de la Congregación para la doctrina de la Fe, posición clave para el gobierno de la Iglesia pues después del concilio se movían corrientes teológicas contradictorias dentro de la Iglesia, desde las más liberales llegando inclusive a marxismo encubierto bajo la bandera del Evangelio, hasta extremistas conservadores que decían que la Iglesia se había perdido en el Concilio.
Como papa adoptando el nombre de Benedicto XVI tuvo que enfrentar muchos problemas y al mismo tiempo demostró su gran capacidad de comunicarse con todos pese a lo que se decía, por ejemplo en las semanas de la juventud fue impresionante su integración con los jóvenes y prácticamente en todos sus viajes logró una conexión con los fieles que lo siguieron en multitudes, se entrevistó con los dirigentes políticos más importantes, dio conferencias, orientaciones sobre todos los temas desde familiares hasta políticos, escribió tres magníficas encíclicas y numerosos documentos y sorprendió acaparando los titulares de todos los diarios y Noticieros del mundo cuando en forma totalmente sorpresiva El 28 de febrero de 2013, renunció al papado asumiendo el título de Papa Emérito, con la intención de dedicarse a la oración y al retiro espiritual, otra situación que generó enormes polémicas , y llevó desde entonces una vida muy discreta, y sin embargo en vez de que su presencia fuera olvidada o disminuida poco a poco fue creciendo en perspectiva su gran labor, y al fallecer miles de personas acudieron a rendirle homenaje y recibió el ceremonial correspondiente muy similar al de un papa reinante, siendo la primera vez que un papa encabeza las exequias de un Papa Emérito.
De hijo de un policía a llegar a ser papa fue una vida muy interesante, y sobre todo muy congruente con sus principios, de una mente brillante, maestro y místico y al mismo tiempo de una gran sencillez como lo atestiguan muchos de los que lo conocieron y trataron personalmente.
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