Para revertir muchas acciones violentas, sería muy importante hablar en la familia y reforzar en la educación que el respeto a la vida debe ser el principio de la convivencia humana.
El martes por la tarde escuchando un noticiero lo primero que se mencionó fue un suceso horrible sobre una matanza en Texas en una escuela con los primeros resultados de quince muertos que después aumentaría hasta 21, ante lo que el mismo presidente Joe Biden que regresaba de un encuentro internacional se pronunció a bordo del avión presidencial enviando sus condolencias a los familiares de las víctimas, paso seguido se anunció que hubo una matanza en Celaya con 11 muertos acribillados y un bar incendiado, y en Iguala ataques y balaceras incluyendo incendios de autos y pánico de la población, pero siendo noticias similares parecía que las segundas notas eran ya parte de un panorama cotidiano y, por lo tanto no ameritaban que ni el presidente ni ninguna autoridad mayor les prestara mucha atención, lo cual es muy lamentable.
Entonces me puse a pensar un poco sobre dónde está la lógica de lo que está sucediendo, porque si bien es cierto que la violencia forma parte de la historia del hombre desde sus inicios, resulta increíble que en un mundo donde la ciencia y la técnica y el estudio de la ciencias humanas también como las de la conducta han alcanzado un gran desarrollo, tengamos este tipo de situaciones, más una sangrienta guerra entre Rusia y Ucrania y, me vino a la mente la pregunta de: ¿Dónde está la lógica de lo que está sucediendo?”. Todos utilizamos con frecuencia en algún diálogo las frases de “esto es lógico”, para decir que algo es evidentemente claro, o “ilógico”, para decir que algo que se está proponiendo es evidentemente falso o está equivocado y, podemos partir de que lo hacemos derivado de la definición de que: “La lógica es método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas”.
No hay respuestas fáciles para esta interrogante, pero me vino a la mente por las discusiones que se presentan a diario sobre las leyes que se están discutiendo en casi todos los países sobre el aborto, si existe una relación lógica entre ambos temas, o son totalmente diferentes, pero me parece que están relacionados el uno con el otro porque en ambos casos lo que se termina es con la vida.
Cuando escuchamos noticias como las anteriormente mencionadas nos vienen a la cabeza muchas ideas, en el primer caso tal vez pensamos inmediatamente en un desequilibrio mental del asesino, ocasionado tal vez por una historia llena de situaciones de violencia y desde luego falta de amor y equilibrio familiar, y en el segundo caso una situación muy compleja de cómo se puede llegar a pensar que la vida no merece ningún respeto y que es tan sólo un estorbo para fines de intereses de muchos tipos, de control de territorios, de enemigos políticos o simplemente de intereses económicos, y en el caso del aborto discusiones sobre si se reconoce que el ser humano empieza su existencia desde la concepción o meses después, y si la mujer o también los papás o la misma sociedad tienen el derecho de decidir eso. Podemos pensar que la mayoría de las veces esas decisiones se toman para evitar problemas de muy diversos tipos, responsabilidades o esfuerzo y aún sacrificios que impone una nueva vida a los padres, en especial a la madre.
La ligereza con que con frecuencia se toman estas discusiones, y el rumbo que ha tomado la cuestión cada vez se convierte más en un combate ideológico que en un análisis de conciencia, donde la parte espiritual se va dejando cada vez más de lado, y esto está dando como resultado que una gran cantidad de personas, aún muchas de buena voluntad se vayan dejando seducir por la idea de que el aborto es un derecho de la mujer, o de la misma sociedad porque en apariencia no presenta mayores consecuencias y sí muchas ventajas para quienes lo practican, lo que resulta también falso pues se sabe con certeza que muchas mujeres que se han practicado abortos sufren después consecuencias emocionales difíciles de superar.
Sobre el tema se han escrito libros, tratados, artículos, programas de televisión y radio, películas, y organismos internacionales y multimillonarios muy conocidos han tomado partido para fomentar leyes pro aborto y, aún para tratar de acallar por medios legales y amenazas a las voces que se oponen al mismo, sin que para esto haya muchos medios que salgan en defensa de la libertad de opinión, y por ejemplo hacer notar que la Iglesia Católica es cada vez más atacada por su posición a favor del respeto irrestricto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Por lo tanto resultaría ilógico pretender que con un simple artículo se pudiera zanjar esta discusión, sin embargo dejando a un lado la sabiduría de tantos famosos y de tantas autoridades y de tantos estudios de la bioética, yo me he querido referir a la lógica más simple para proponer mi punto de vista que es que el aborto simplemente es terminar con una vida, como lo es que se llegue a una escuela y se dispare sobre niños, o se prive de la vida a cualquier persona por cualquier motivo en cualquier momento, porque independientemente si el aborto es a las cuatro semanas, o a las ocho semanas, o como pretenden algunos sin límite alguno de tiempo la pregunta es: “¿Para qué se hace un aborto?”. La respuesta es muy lógica; para evitar que nazca un ser humano, porque si no se practicara el aborto a los meses que la naturaleza marca estaría naciendo un bebé con todo el potencial que tiene una persona, luego lo que hemos hecho con ese acto llamado por muchos interrupción legal del embarazo, que debería ser llamado interrupción violenta de una vida, que impide el desarrollo de ese ser, como impide el progreso de las vidas el que asesina compañeros en la escuela, el que mata por asaltar, o por una venganza, o por la violencia del crimen organizado, o por cualquier otro motivo, cada uno tiene siempre razones para justificarse por cometer esos actos, pero independientemente de los diferentes enfoques y en el caso del aborto a veces por cuestiones llamadas humanitarias o de libertades, o inclusive de derechos, la realidad irrefutable es que un aborto se hace para cortar el desarrollo de un ser humano, y más grave me parece por ser de una madre para con su hijo, casi siempre con la responsabilidad conjunta del padre, y muchas veces de parientes muy cercanos, bajo esta nueva perspectiva hasta empieza a parecer lógico que vivamos en un ambiente de extremada violencia y aún desde la máxima autoridad del país se vea como normal proteger a quienes quitan injustamente la vida a los demás.
Para revertir esta situación entre otras muchas acciones sería muy importante hablar en la familia y reforzar en la educación que el respeto a la vida debe ser el principio de la convivencia humana del cual se derivan todos los demás derechos, y no solamente por creencias religiosas que desde luego siguen siendo muy importantes para millones de personas, sino por la más elemental de las lógicas, en cuanto que si no se respeta la vida desde su inicio no parece muy clara la razón por la cual habría que respetarla en cualquier otra etapa de la vida, y desde luego también trabajar para que existan mejores condiciones sociales para las familias y sus responsabilidades con los hijos, e instituciones que apoyen a las mujeres en todos los campos que por diversas circunstancias tienen que afrontar condiciones difíciles para la maternidad.
Te puede interesar: El polaco universal
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com