Sí hubo una respuesta a las iniciativas del presidente López Obrador que en el fondo pretenden eliminar o al menos disminuir la autonomía de muchos organismos o instituciones que se han venido creando con la finalidad de servir más a la ciudadanía y disminuir el presidencialismo, y esa respuesta fueron las manifestaciones del domingo 18 de febrero pasado donde en decenas de ciudades y en el Zócalo de la Ciudad de México se dieron cita miles de ciudadanos en defensa de la democracia. Y de paso aprovecharon para manifestar su desacuerdo con las políticas presidenciales.
La respuesta del presidente fue patética, descalificando e insultando a los cientos de miles de ciudadanos, y enseguida Claudia Sheinbaum como siempre no tardó en seguir los pasos de su jefe y hacer el mismo lamentable papel de no solamente desconocer una manifestación libre y democrática, sino también de arremeter contra los participantes.
Esta acción ciudadana ha venido a demostrar al menos dos cosas, la primera que la ciudadanía cada vez va despertando más y se va decidiendo a actuar manifestando su opinión, y segunda reitera que el actual gobierno tiene una posición radical nada democrática de desconocer todo movimiento, acción o pensamiento que no se alinee con exactitud a lo que el presidente piensa o quiere, y que su candidata es una repetidora de las ideas y deseos del presidente que se está constituyendo en el verdadero jefe de campaña de Claudia.
Aunque las campañas no se han iniciado formalmente, la verdad es que están en marcha y la ciudadanía se encuentra muy polarizada, consecuencia de la política adoptada por el presidente de dividir a la sociedad, con la convicción de que él cuenta con una gran mayoría, pero muchas de sus decisiones han hecho que ciudadanos de todo tipo que iniciaron apoyándolo incondicionalmente hoy hayan cambiado de parecer y esto se refleja en las manifestaciones y en muchos comentarios en las redes.
Si bien es de esperar que toda la maquinaria oficial se ponga abierta o disimuladamente al lado de la campaña de la candidata oficial, no se puede ni se debe dudar de la capacidad de la sociedad para tener su propia fuerza y hacer que la contienda sea real entre quienes apoyan incondicionalmente al gobierno y los que quieren un cambio y no aceptan la propuesta de la candidata oficial de seguir por el mismo rumbo e inclusive radicalizarlo.
Nos va a tocar vivir una etapa verdaderamente apasionada, donde será importante como ya lo hemos dicho invitar a la juventud a que se comprometa en la participación activa, pues sí ha sido notable que su participación ha sido minoritaria en los eventos mencionados.
Te puede interesar: El despertar
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo