Si nos remontamos a lo que podríamos llamar los principios de nuestra democracia moderna, podemos decir que en sus inicios esta fue una democracia teórica porque el control del gobierno en turno hacía imposible unas elecciones reales, por eso en 1926 Anacleto González Flores decía sobre la democracia en México en ese tiempo: “Muchas veces, se le ha llamado a los comicios, pero con la necesaria anticipación han contado sus cabezas y sus puños los farsantes. Y han temblado de espanto ante el número de los que votarán contra ellos. Y en lugar de preparar una votación seria, limpia, intachable, han abierto un garito donde se han dado cita los tahúres de profesión. Ni siquiera el azar ha podido tomar parte, no ha habido más cartas victoriosas que las de los empresarios del garito, y por más que ha llegado a apiñarse en muchedumbres compactas y enormes el pueblo, todos los cómputos le han sido invariablemente, mecánicamente, abrumadoramente adversos y hoy se haya desfallecido de cansancio y de desilusión. Está cansado de farsas, de fraudes y de mentiras”. Y así era la realidad y el estado de ánimo de la población que esperaba según la Constitución de 1917 una competencia real democrática”.
Con la constitución de los partidos de estado, que culminaron con el PRI se estableció un sistema en el que el gobierno utilizando todos sus recursos financieros, de comunicación y de poder político hicieron imposible cualquier oposición hasta que en 1939 se fundó el PAN como una alternativa al poder posrevolucionario, pero deberían pasar muchos años para que en el año 2000 se produjera el primer cambio en la presidencia con Vicente Fox, después siguió Felipe Calderón y nuevamente regresó el PRI con Enrique Peña Nieto y hoy tenemos en el poder al presidente Andrés Manuel López Obrador apoyado por su partido Morena, cuyos resultados para un grupo muy numeroso de mexicanos ha resultado desastroso en prácticamente todos los órdenes, y como el tiempo es implacable en su marcha ya se está en tiempos donde el principal tema es el relevo o la continuidad del presente régimen con simplemente algún cambio de nombre.
Hasta hace muy poco tiempo los medios en general y se puede decir que hasta gran parte de la ciudadanía daban como casi un hecho que las próximas elecciones serían ganadas por Morena por no ver que la oposición se moviera y tuviera una presencia real con algún liderazgo capaz de oponerse a lo que parecía sería una aplanadora electoral en las próximas elecciones, sin embargo sorpresivamente las circunstancias han cambiado y hoy la oposición ha reaccionado y ha ganado presencia importante en los medios de comunicación, y sin embargo lo que me parece más notable es que quién ha movido con más intensidad este interés electoral sea una ciudadana que no pertenece a ningún partido y esto nos trae a un tiempo político muy interesante donde por fin los ciudadanos tenemos la opción de participar.
El llamado Frente Amplio por México formado por el PAN, PRI y PRD ha llamado a la participación ciudadana para elegir al próximo candidato que deberá enfrentar a Morena en las próximas elecciones, pero podemos decir que por primera vez tienen un reto importante, pues hasta el momento en las encuestas quien lleva la delantera es Xóchitl Gálvez que no pertenece a ninguno de los partidos y no cuenta con la estructura partidista de Beatriz Paredes , y sin embargo al parecer de muchos sería la única persona que podría dar una batalla real, e inclusive ganar a quien designe el presidente como su candidato o candidata, y eso le da todavía un mayor interés y es un llamado urgente a la ciudadanía, donde será muy importante interesar a la juventud para participar en el proceso al que ha llamado el Frente Amplio por México para los mexicanos que piensen que se requiere de un cambio urgente al rumbo que ha tomado el país.
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