Los santos son hombres que se van amoldando a tratar de ser lo más cercanos a la figura de Jesús. pero siempre hay dificultades y aún caídas en su camino, y algunas veces esto lleva a diferencias entre ellos.
Una vez que la comunidad de Antioquía se sintió libre de las presiones de los judaizantes y se confirmó plenamente su comunión con la Iglesia, Pablo y Bernabé continuaron trabajando en la comunidad con gran ahínco, parecía que ambos estaban destinados a ser un equipo que llevaría el Evangelio a muchos lugares, y en ese momento ellos menos que nadie podría imaginar que un año después separarían sus caminos para siempre.
Las cosas sucedieron así: estimando que la comunidad se encontraba bastante bien formada Pablo y Bernabé sintieron que había llegado el tiempo de continuar su misión de seguir evangelizando en tierra de paganos y así lo acordaron. Bernabé pidió a Pablo que llevaran consigo a Marcos, pero Pablo se negó quizás pensando que Marcos todavía no estaba lo suficientemente preparado para los peligros y grandes esfuerzos que requería la misión, sin embargo, Bernabé insistió en que si lo estaba, y ninguno de los dos cambió su posición, así que no hubo más remedio que cada quién tomará un camino diferente.
Mucho se ha discutido sobre este pasaje, y hay quienes han dicho que la actitud de Pablo fue un tanto intransigente y poco caritativa al juzgar a Marcos, que, aunque una vez los había abandonado bien podía estar ahora con la debida disposición y fortaleza para acompañarlos, sin embargo, podemos pensar que ya Pablo había madurado bastante y conocía mejor los corazones y que esta decisión era la correcta para cumplir con la misión que Jesús les había encomendado.
Bernabé tomó entonces la decisión de regresar a continuar misionado en su tierra natal, Chipre, por donde habían pasado y habían dejado las bases para una comunidad, tomo consigo a Marcos y seguramente esta fue una buena decisión para que Bernabé se consolidara como un gran líder y Marcos terminará de madurar.
Más tarde estamos seguros que todos se reconciliaron porque Pablo los menciona a ambos en sus cartas con respeto y cariño, y así hubo más oportunidad para que el Evangelio se distribuyera por más lugares y que Bernabé dejará de ser un seguidor para convertirse en líder, hay quienes afirman empezando por Tertuliano que inclusive la Carta a Los Hebreos que durante mucho tiempo se atribuyó a San Pablo pudiera ser de Bernabé, sin que esto pueda ser afirmado y por ello no se le da un autor, aunque se ve gran influencia en ella de la doctrina de Pablo.
Este capítulo nos da muestras de que las escrituras nos muestran a sus personajes tal como eran, sin disimilar ni su carácter ni sus defectos, lo cual también nos anima para saber qué todos podemos encontrar la misión que Dios quiere para cada uno de nosotros, pese a nuestro carácter, nuestra debilidades y nuestros deseos, con tal de que le pidamos fuerzas y pongamos todo lo que está de nuestra parte.
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