Los padres de familia y el Estado

Los padres de familia deben tomar conciencia del peligro que se cierne sobre sus hijos con la pretensión del Estado de hacerse cargo de su ideologización a través de la educación.


Padres y educación


Este no debería de ser un tema de discusión porque los papeles de los padres de familia y el Estado deberían de estar muy bien definidos, y la cooperación para la educación de los hijos para su pleno desarrollo sería muy natural, y esto daría por resultado hombres y mujeres plenos que a su vez se reflejarían en una sociedad próspera y justa con oportunidades para todos.

Desde luego la educación la podríamos dividir en una forma tal vez no muy académica, pero sí muy práctica y simple en; primero, como la formación del alma y de la conciencia en donde podríamos incluir como temas: los valores morales, cívicos, y hasta lo referente a las costumbres sociales que podríamos relacionar a principios de convivencia, de educación y de cortesía y que correspondería primeramente aunque no exclusivamente a los padres; y segundo, la instrucción que la podríamos referir a: los conocimientos culturales, los técnicos, los científicos, los artísticos y humanistas que día a día se van generando más de una forma exponencial y que podría corresponder primordialmente aunque no exclusivamente al Estado.

Durante mucho tiempo, sin lugar a dudas la educación se concentró en la familia, primeramente, en los padres y los abuelos, los tíos, e incluiremos también aquí a los amigos más cercanos, y en forma muy importante a la Iglesia que a través de las parroquias y de muchos centros educativos formaba parte esta formación y también algunas instituciones privadas.

Pero después el Estado empezó a ofrecer este servicio y en cuanto a concepto parecía muy oportuna su participación para poder llevar conocimientos a la mayoría de la población, esta instrucción ayudaría mucho a combatir el analfabetismo que era grande en muchos países incluyendo el nuestro.

Poco a poco, el Estado fue utilizando la educación para sus propios fines, primero instituyendo la educación laica como obligatoria, pero al poco tiempo esta se convirtió en una enseñanza antirreligiosa, pasó por diversas etapas dónde inclusive en la época del presidente Cárdenas se declaró abiertamente socialista, y así el Estado llegó a atribuirse el derecho de prohibir a las escuelas privadas la educación religiosa, que en ese entonces era considerada por la mayoría de los mexicanos como una parte integral de la formación de los hijos.

Cada vez la educación se fue convirtiendo en un medio de control ideológico para fines políticos, pero con ese afán monopolizador del Estado ahora ha llegado prácticamente a querer ser el regidor de la misma formación de las conciencias sobre lo que es la naturaleza humana y sus principios morales, proponiendo nuevos conceptos de familia, matrimonio, y hasta de la utilización del sexo como algo totalmente desligado del amor y de la vida.

Muy alarmante resulta saber que por ejemplo la secretaria de Gobernación está impulsando la idea de que el Estado tiene el derecho sobre los padres para educar a sus hijos en todos los puntos anteriores, e inclusive que deberían de impulsarse leyes que pudieran sancionar a los padres que enseñen puntos de vista diferentes a los que el Estado pretende, lo cual va contra el mismo derecho natural, es por ello que los padres de familia deben tomar conciencia del peligro que se cierne sobre sus hijos y sobre la patria potestad que les corresponde, y actúen en consecuencia de la forma más unida que puedan para impedir ese atropello.

 

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