La muerte estaba antes del coronavirus y seguirá después si no aprovechamos esta oportunidad para buscar un cambio en la sociedad.
Por el mes de diciembre la vida se desarrollaba en una forma totalmente normal, los negocios estaban en una de sus mejores temporadas de ventas y las familias se preparaban para festejar la fiesta de Navidad y Año Nuevo, para lo cual muchas viajaban ya sea para regresar a sus lugares de origen o para ir a visitar parientes y amigos, y diríamos que fueron de los últimos momentos totalmente tranquilos que se vivieron.
Por el mes de enero se empezaron a escuchar ciertas noticias sobre un nuevo virus que estaba atacando en una región de China, pero eso sonaba muy lejano para inquietar a alguien, en realidad había otras preocupaciones más importantes como era la situación económica y política que se preveía no sería la mejor durante el nuevo año, el tema de la muerte se relacionaba como noticia a la violencia que no estaba disminuyendo pese a la propaganda del gobierno, sino según los datos conocidos seguía incrementando, y en el mundo seguían grupos de políticos y feministas trabajando sobre dos temas que manejaban el tema de la muerte como un derecho y como un logro de la sociedad moderna, y me refiero al aborto y a la eutanasia.
Pero para mediados y finales de enero ya empiezan a ocupar estas noticias del nuevo contagio más espacio y se empiezan a conocer que hay casos en Tailandia y en Japón, pero a nosotros nos sigue pareciendo que eso es cuestión solamente del lejano oriente. Pero para febrero ya se empieza a hablar de algunos casos en Europa y eso empieza a llamar un poco más la atención de la prensa y de algunas personas en lo particular.
Para inicio de marzo ya se empezó a detectar el problema en México, principalmente por personas que venían de Europa, sin embargo, no era todavía una gran preocupación y el tema de la muerte para la sociedad seguían siendo los mismos, el crimen organizado y la lucha entre quienes apoyan el aborto y los que defienden la vida.
Pero hoy el tema de la enfermedad y la muerte ocupa el primer plano en las noticias no solamente nacionales , sino también internacionales y el mundo ha cambiado radicalmente con el confinamiento obligatorio en diversos grados en una gran cantidad de países, y se vive bajo un ambiente de incertidumbre, miedo, enojo, incredulidad y en algunos casos de enfrentamiento entre las diferentes formas de pensamiento sobre el tema, y en el caso de México además de dudas entre las informaciones del gobierno y las noticias que nos llegan por los diferentes medios de comunicación, y entonces el tema de la muerte ha cobrado mucha importancia y está centrado en la pandemia del coronavirus. Sin embargo, no se debería de dejar de prestar atención en que hasta el momento las muertes por crímenes son en el primer bimestre de 2020 el total de 5 mil 751 víctimas, y los grupos proaborto siguen trabajando para su legalización y se habla que en México se hacen más de 100 mil abortos al año, lo que deja que entre la criminalidad y los abortos superan enormemente la cantidad de muertos por coronavirus.
Las anteriores estadísticas no son para disminuir la preocupación sobre las muertes por coronavirus que ya tenemos y las que podamos prevenir, sino para hacer notar que el coronavirus no es el principal problema al que nos enfrentamos, sobre todo porque esperamos que la pandemia sea controlada en unos cuantos meses, en cambio las muertes por crímenes parecen que seguirán creciendo y el tema del aborto sigue siendo una de las causas que persiguen muchos grupos sociales y políticos perdiendo la conciencia de que es la muerte de un ser humano que se está desarrollando en el lugar que debería ser el más seguro, es decir en el vientre de su madre.
Por eso considero que este temor que nos está produciendo la epidemia de quedar contagiados, y por lo tanto correr el riesgo de morir, nos debería hacer reflexionar de que la muerte que es un hecho al que todos nos enfrentaremos un día, pero que ese día sea en forma natural y no provocada, nos debe llevar como sociedad a seguir pendientes de que las autoridades cumplan con su deber de protección a las personas, y que la sociedad tome conciencia de que el aborto también es un crimen, para que así como hoy nos estamos protegiendo todos del coronavirus para prevenir las muertes prematuras, hagamos lo mismo para presionar a las autoridades para que baje el crímenes y concientizar a la sociedad para que defienda la vida, porque la muerte estaba antes del coronavirus y seguirá después si no aprovechamos esta oportunidad para buscar un cambio en la sociedad.
Te puede interesar: Amor y heroísmo por una ciudad
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com