La educación aunque es llamada gratuita, en realidad la pagan los ciudadanos con sus impuestos, y los que mandan a sus hijos a escuelas particulares se puede decir que pagan doble.
Ante el cambio de titular anunciado por el presidente en la Secretaría de Educación, el tema se pone en la cartelera de los análisis, y sirve también para entablar discusiones sobre si el nombramiento es el mejor o no lo es, y sus consecuencias prácticas y políticas, pero más allá de esto debe de ser una oportunidad para profundizar más sobre el tema mismo de la educación y su trascendencia sobre el futuro de los estudiantes y del país.
Educación es un término en el que se incluyen diversos conceptos y visiones, hay quienes lo relacionan simplemente con conocimientos, otros con principios humanos y morales, y otros con formas de comportamiento, ya que inclusive muchas veces por la forma de ser y actuar de las personas en diferentes situaciones decimos que tal persona; “es muy educada, o, por el contrario, que no tiene educación”.
En una visión un poco más amplia podemos decir que: “La educación es la aventura más fascinante y difícil de la vida. Educar –que viene de educere en latín– significa conducir fuera de sí mismos para introducirlos en la realidad, hacia una plenitud que hace crecer a la persona. Ese proceso se nutre del encuentro de dos libertades, la del adulto y la del joven. Requiere la responsabilidad del discípulo, que ha de estar abierto a dejarse guiar al conocimiento de la realidad, y la del educador, que debe de estar dispuesto a darse a sí mismo”, siguiendo el concepto que sobre la misma pronunció el Papa Benedicto XVI en la XLV Jornada Mundial de la Paz, recordando que en su trayectoria fue profesor universitario en Alemania varios años.
En esta sociedad moderna nos acostumbramos a que el monopolio educativo del Estado sea lo normal y por lo tanto tenga la facultad exclusiva de determinar los programas de educación, que por lo tanto cambian de acuerdo a los intereses e ideologías de los gobernantes en turno, olvidando que el primer derecho de la educación la tienen los educandos y también los padres de familia, y que además la educación aunque llamada gratuita en realidad la pagan los ciudadanos con sus impuestos, y los que mandan a sus hijos a escuelas particulares se puede decir que, pagan doble, y aún ahí el gobierno mantiene ese control sobre la educación.
Hay un nuevo plan educativo que dice va a cambiar totalmente el modelo actual según presentación que se hizo sobre el tema, dice que el objetivo será formar a sus ciudadanas y ciudadanos con principios de igualdad sustantiva, solidaridad, reparación del daño, libertad, interculturalidad, justicia ecológica y social, igualdad de género sexual, inclusión, y diálogo de saberes. Parece que esta definición tiene varios puntos que no son muy claros en cuanto a su significado y los padres de familia deberán de estar muy interesados en conocer que significa esto plasmado en los textos que se van a impartir y sobre todo en las guías que se darán a los profesores, para poder orientar a sus hijos en caso de que estos puntos no sean precisamente una exposición clara de valores trascendentes que formen verdaderos seres humanos con todas sus capacidades desarrolladas para su propio crecimiento y posteriormente puedan aportar al bien común.
Se insistió en que la comunidad sería el núcleo integrador de los procesos de enseñanza aprendizaje, y se hizo también mucho hincapié en que se enseñaría a valorar la diversidad y a qué ellos los estudiantes se perciban a sí mismos como parte de la naturaleza, puntos que se ve son en realidad más ideológicos que científicos. Se presentaron como ejes articuladores: el pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género, integración y vida saludable.
Seguramente habrá algunos puntos positivos en este nuevo sistema educativo, pero también se ven muchos riesgos conociendo los objetivos del gobierno de imponer el pensamiento que impera en la 4T, y desde luego, para los muchos padres de familia con un pensamiento trascendente por principios religiosos, tendrán todavía un mayor involucramiento, para que sus hijos no vayan a ser influenciados por ideas contrarias a las que en la familia se les inculcan como una parte fundamental de la educación familiar.
De la educación que forme a los futuros ciudadanos dependerá el rumbo por el cual se vaya orientando el país, Y no solamente es cuestión de conocimientos técnicos o científicos, sino de los conceptos fundamentales de la dignidad de las personas, de la ética para regir su conducta, del sentido al respeto a la vida desde su inicio hasta el final, de la auténtica libertad, y de los valores que a través del tiempo han sido la luz que ha guiado la lucha de la humanidad de los cuales muchos se perdieron cuando la imposición del laicismo eliminó la libertad de educar quienes así lo quisieran a sus hijos no solamente en valores humanamente naturales sino también religiosos. “Por eso el día en que se logre encontrar un alto y firme valor de rectitud, de ideal y de carácter, habrá que sellar con él un pacto de alianza permanente y unir lo más estrechamente posible nuestra suerte, nuestro pensamiento y nuestra voluntad con ese nuevo complemento de nuestra personalidad, porque será para nosotros un manantial fecundo de aliento y vitalidad”, como decía Anacleto González Flores.
Es absolutamente indispensable que la sociedad entera, pero sobre todo los padres de familia estemos atentos a este nuevo planteamiento educativo. Puesto que en gran parte va a depender de ello que logremos enfrentar la crisis o que si este nuevo plan de estudios demuestra que es más bien un plan de implantación ideológico se trabaje para su cambio por otro que verdaderamente esté enfocado a la búsqueda del crecimiento personal y el bien común, y podamos llegar algún día a ser un país desarrollado no solamente en lo económico, sino también en la calidad humana de todos los ciudadanos mexicanos.
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