Se celebró el 8 de marzo el Día de la Mujer, evento que trae a discusión muchos temas sobre la situación que guardan las mujeres en la sociedad en los variados entornos en los que participan, desde luego que el contexto varía de país a país y de región a región, ya que en algunas culturas y naciones la cuestión de la mujer se encuentra estancada en cuanto a su desarrollo de las libertades y acciones que puede llevar a cabo y su sujeción a tradiciones antiguas es muy radical.
Sin embargo, en casi todo lo que conocemos como mundo occidental su desarrollo y presencia en casi todos los campos ha cambiado radicalmente y actualmente las encontramos en casi todas las actividades, en la cultura, en el arte, en la educación, en la ciencia, en la técnica, en los servicios de salud, en las actividades empresariales y desde luego en la política y muchos otros campos.
En nuestro país hemos visto un cambio total en este panorama de lo que era hace 100 años, en donde su participación pública era mínima. Con el paso del tiempo se fueron creando corrientes y agrupaciones feministas que fueron promoviendo cambios radicales en la manera de pensar y actuar de la mujer en la sociedad, con cambios que han sido en general positivos, aunque como siempre la radicalización y los extremos no son buenos, y en algunos casos se llega a extremos absurdo como cuando una fracción radical en las manifestaciones feministas toman como bandera la violencia extrema y se lanzan a dañar monumentos, edificios públicos, negocios y templos católicos e inclusive agreden a las fuerzas de seguridad en forma totalmente injustificada, o cuando se toma el feminismo como una guerra de sexos, o de promoción al aborto, cuando la fe y la razón dictan que la sociedad está hecha para que hombres y mujeres convivan armoniosamente en actividades que pueden ser comunes y otras que son más características de cada sexo.
Desde luego que la participación de la mujer en todos los campos se ha vuelto esencial y ha demostrado que su capacidad y responsabilidad en general ha sido exitosa, sin embargo hay situaciones que digamos son impulsadas por ideologías políticas que no se justifican totalmente, como por ejemplo que en ciertos cargos tiene que dividirse las plazas entre hombres y mujeres al 50%, ya que muchas posiciones deben de otorgarse a quienes estén más capacitados, así pudiera ser que más de ese porcentaje lo ocuparan mujeres por demostrar mayor capacidad para el puesto, pero podría darse que para algunos cargos fuera mayor el porcentaje de hombres competentes y en esa situación sería lo correcto que fueran mayoría.
Otra cuestión que es muy importante resaltar es el respeto que se debe tener hacia la mujer, evitando que se genere cualquier acción de violencia contra ellas, aquí además de las legislaciones lo que más importa es la educación que se dé en las familias desde la primera infancia hasta la adolescencia tanto a los hombres como a las mujeres sobre lo que significa el respeto y la sana convivencia en cualquier situación, de esa forma se disminuiría casi totalmente la inseguridad y la violencia en general y en especial contra las mujeres.
También parece que entre tantas consignas se olvida lo más importante que es la trascendencia de la mujer en algo que va unido a su esencia y a su naturaleza, que es su papel en la familia y la maternidad, que no es solamente una cuestión biológica, sino que implica muchas otras cosas para el desarrollo de la vida, porque la feminidad está muy ligada con la ternura, la paciencia, la comprensión, la tenacidad y otras cualidades básicas que se le dan a la mujer mucho mejor que al hombre y son la esencia de su feminidad.
Festejemos a la mujer empezando por los hogares donde hay madres, esposas, hermanas, abuelas, tías, amigas y fortalezcamos los lazos de amor y amistad, que seguramente después se reflejarán en una sociedad con más armonía y sobre todo seguridad para ellas.
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