El pasado domingo se vivió una experiencia única en nuestra historia, la Plaza de la Constitución llamado también Zócalo se vio completamente lleno, y aún rebasado en su capacidad por una multitud de personas, incluyendo familias que libremente decidieron llegar en una marcha para pedir a la Suprema Corte de Justicia que impida que el llamado “Plan B”, eminentemente anticonstitucional, que mutila mortalmente al INE y permita que la injerencia gubernamental pueda definir una elección futura, y al mismo tiempo muchos la consideraron como una muestra de desaprobación al presente gobierno y sus decisiones en muchos aspectos que han afectado la vida nacional, desde la salud, hasta la economía y la seguridad entre otros muchos .
La ciudadanía después de muchas décadas de estar apartada de las cuestiones políticas no solamente se empieza a interesar, sino que ha decidido participar activamente y podemos decir que ha rebasado a los mismos políticos, que necesitan reaccionar y revisar sus propias estrategias y su misma forma de trabajar, dejando de anteponer sus intereses personales a los intereses nacionales, o de las comunidades que gobiernan, y que nos tiene en una situación de desarrollo muy pobre en relación a los muchos recursos con los que cuenta el país.
El Congreso ha demostrado en general con sus muy honrosas excepciones, que no es realmente un representante del pueblo, sino que está al servicio de las instrucciones del presidente, y por lo tanto no está cumpliendo con su deber, y la actuación de la Suprema Corte ha sido más bien indefinida a este respecto, por lo que es de vital importancia la actuación de los ciudadanos para que cada uno cumpla con sus deberes respectivos.
Somos un país que ha vivido históricamente sumergido en muchas crisis, una de las mayores fue la de la Revolución Mexicana, al terminar esta parecía que por fin se podría respirar paz y armonía, pero no fue así, y después de promulgada la Constitución de 1917, siguieron las crisis, en parte motivadas por el espíritu antirreligioso que quedó plasmado en la misma y que dio pie a la aplicación de leyes persecutorias contra la libertad religiosa, y de ahí provinieron movimientos de defensa de los derechos de los ciudadanos, uno de los grandes propulsores de la defensa ciudadana fue Anacleto González Flores, firme creyente en la fuerza de un pueblo unido y resistente , por lo que sus palabras son igualmente actuales ahora, así decía dicho líder; “Los pueblos siempre se hallan en posesión del número y este, cuando se trata de una sociedad enfermiza, enclenque herida por la desorganización y por el enervamiento de la voluntad, es una ignominia, pues entonces la tiranía, que es la victoria de uno contra todos, es inevitable.
Si el número aparece armado de la voluntad enérgica, firme y vigorosa del pueblo el triunfo es seguro y conforme a la lógica de los hechos, porque entonces se libra una batalla en la que luchan todos contra uno. De aquí que el escudo de los pueblos contra el despotismo y contra las leyes injustas se forja sobre el yunque del número y en la fragua de una voluntad inquebrantable. Los tiranos siempre tienen la espada, los pueblos de ordinario carecen de ella y el día que la empuñan y se lanzan por el camino de la violencia y de la sangre hacen sobre la tiranía de uno, la tiranía monstruosa de todos, para caer de nuevo en el despotismo. Los pueblos siempre tienen el número y para vencer a los déspotas no necesitan más que de la voluntad para resistir y rechazar con el “non possumus” de los mártires los absurdos de sus opresores, y así caen al mismo tiempo el tirano y la tiranía; porque las leyes rechazadas por las mayorías caen en el vacío; la tiranía, porque a dos pasos del capitolio está la roca de Tarpella, que es la resistencia indomable del pueblo y nadie aspirará a ser déspota.
Ya se ha logrado que el número haga presencia, aunque hay muchos que todavía faltan por incorporarse, ahora habrá que trabajar en la unidad, para que sacrificando los intereses personales, de grupo y partidarios se pueda encontrar y elegir quien encabece la defensa de libertad, esperemos que esto se pueda lograr en poco tiempo, para después seguir actuando con el número en la unidad y esto se traduzca en un triunfo.
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