La Navidad es el acontecimiento del año que debe servir desde luego para los practicantes de la religión cristiana como un gran punto de reflexión.
La historia humana se define por momentos claves protagonizados por personas o hechos sobresalientes que trascienden a su momento y a veces su influencia va por generaciones, e inclusive ciertos hechos o personajes parecen disminuir o casi desaparecer y sin embargo en un momento determinado renacen en su presencia y en su influencia. Tenemos memoria de ciertos personajes sobresalientes, como son los filósofos Platón, Aristóteles, Sócrates, grandes generales como Alejandro Magno y Napoleón cuyas hazañas conocemos hasta nuestros días, ya sea en su gloria o en sus derrotas. Tenemos artistas como Miguel Ángel o Rafael, personajes que dominan el arte y la ciencia como Leonardo, gigantes de la música como Beethoven, inventores destacados o empresarios que han modificado el mundo como Ford o Edison, o humanista como Tomás Moro o La madre Teresa de Calcuta, en fin podríamos escribir páginas enteras de personajes que han llenado con su presencia miles de páginas y en la época moderna también de películas, pero sólo ha habido uno capaz de partir la historia en un antes y después, y este personaje es Jesús.
No solamente podemos pensar en Jesús como el fundador de una religión, como se pretende hacerlo desde que el laicismo ignorando la historia de la humanidad en que la religión ha sido siempre un factor fundamental en la misma, ha venido trabajando por imponer un pensamiento en que la religión se desliga de la vida comunitaria, social y política para relegarla al ámbito de las casas, de los templos, o del interior de la conciencia, cuando en realidad ha tenido efectos trascendentales desde el punto de vista de las relaciones sociales, económicas y políticas al menos en todo lo que conocemos como la cultura occidental, y es por eso que la Navidad es el acontecimiento del año que debe servir desde luego para los practicantes de la religión cristiana como un gran punto de reflexión, pero también para toda la humanidad como ese punto de referencia que vino a traer una visión trascendental sobre el destino del hombre pero que también tuvo grandes efectos por ejemplo: en las legislaciones, en la arquitectura, en la literatura, en la pintura, en la música y en muchas de las expresiones humanas, y desde luego en lo que ha sido la base de nuestra convivencia social que es la familia.
Es por eso que debemos con orgullo trabajar porque esta gran fiesta se siga refiriendo a su auténtico origen que es conmemorar el nacimiento de Jesús, sin cuyo reconocimiento es inexplicable lo que conocemos como la civilización occidental.
Feliz Navidad a todos.
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