El papa Francisco resaltó que debería ser de una importancia mucho más relevante para las familias la consideración de tener hijos que mascotas.
No creo que nadie quiera quitarle importancia a la pandemia generada por el COVID en todas sus variantes que por cierto en este momento se encuentra en una de sus fases de mayor contagio, ya que independientemente de las cifras prácticamente todos tenemos conocidos afectados en este momento por la enfermedad, que gracias a Dios parece menos letal que en ocasiones anteriores, pero que sin embargo gravita sobre la vida de todos, ya que aparte de lo que pensemos es inevitable que nos afecte tanto en nuestras actividades como en nuestras relaciones con los demás al limitarnos las posibilidades de convivencia, de trabajo, de viajar, etc.
Por lo anterior también se ha vuelto tema cotidiano el hablar de las campañas de vacunación, y aquí hay una gama muy amplia de opiniones tanto sobre la efectividad de las mismas, la disponibilidad, la aceptación de vacunarse o no, las atribuciones que se ha tomado el Estado sobre las restricciones a la libertad individual y social, unos a favor y otros en contra, y al final creo que la mayoría con la esperanza de que de una u otra manera esto se controle.
Sin embargo, muy sutilmente y en el transcurso de varios años, prácticamente sin darnos cuenta hemos ido siendo víctimas de una pandemia de ideologización que pocos realmente han analizado y dado un grito de alarma respecto a sus efectos sobre la sociedad en sus diversas manifestaciones y sobre todo sobre la familia.
Son muchísimos los temas que podemos considerar bajo esta perspectiva de pandemias ideológicas que nos están invadiendo, tenemos algunos que ya son muy tradicionales y que sin embargo se mantienen siempre con un vigor sorprendente entre muchos pese a haber demostrado que sus efectos son casi siempre graves y en ocasiones catastróficos, esas ideas hoy tan impulsadas por el actual gobierno sobre que la izquierda que en la práctica es el predominio del autoritarismo gubernamental que pretende controlar todos los aspectos de la vida, desde la economía hasta la educación de los hijos, bajo la perspectiva de un Estado que pretende tener todas las virtudes y por lo tanto puede llevar al pueblo a la felicidad, contra la perversidad de los intereses privados que según esta teoría siempre son solamente para beneficiar a unos cuantos a costo de la gran mayoría. Bajo este paraguas ya la historia ha vivido grandes fracasos y las peores tiranías frecuentemente ligadas a persecuciones y hasta a genocidios, sin embargo, la sorprendente habilidad de sus líderes hace que siga siendo atractiva y que estos gobiernos sean electos democráticamente.
Pero sorprendentemente en este siglo en el que la información está al alcance de todos, la misma se ve enfocada bajo ciertos intereses que van creando una especie de opinión pública generalizada, pero poco analizada en sus raíces profundas, que van generando poco a poco lo que llamamos políticamente correcto, y la sociedad las va adoptando, y después empiezan a desplazar su fuerza también en el ámbito legal y empiezan a ser casi obligatorias y poco a poco van restringiendo la libertad real de pensamiento, y esto no es particular de un país, sino que en mayor o menor grado se va extendiendo globalmente.
Un ejemplo muy reciente es cuando el papa Francisco resaltó que debería ser de una importancia mucho más relevante para las familias la consideración de tener hijos que mascotas, conceptos que tradicionalmente han sido los que han regido a nuestra sociedad, pues los hijos se han considerado una bendición y además una parte fundamental como fruto del amor en el matrimonio y una de las mejores experiencias de la vida, y sin embargo las redes y muchos medios de comunicación se llenaron de críticas para el Santo Padre, porque ya desde hace muchos años se ha venido desarrollando una campaña muy sutil en donde primero se ha ido restando la importancia de los hijos como uno de los fines primordiales del matrimonio, después se ha ido filtrando la idea de que tener hijos requiere de demasiado esfuerzo, que es un elemento que está llevando a la sobrepoblación del planeta, que inclusive afecta la ecología, y para muchas parejas ha pasado a ser algo secundario o que inclusive ya no aparece dentro de sus planes, y entonces poco a poco las mascotas han ido creciendo en importancia, a tal grado que hoy en día hay grandes negocios que se dedican a toda clase de venta de productos y servicios para las mascotas, y el tiempo que les dedican sus dueños es cada vez mayor.
Y en cuanto a la familia misma hoy en día se habla de diferentes tipos de familias, y se pretende equiparar a las uniones del mismo sexo con la familia natural de papá, mamá e hijos, que pese a sus dificultades propias fruto de la naturaleza humana, es sin lugar a dudas el medio más apropiado para la realización del hombre, la mujer y los hijos, desde luego que también hay progresos que han aportado la psicología, la pedagogía y las misma doctrina de la Iglesia sobre un mejor manejo de las relaciones interfamiliares, de la autoridad y hasta de la misma economía familiar, pero la contaminación ideológica ha llegado a muchos y eso ha hecho que se acepte y se equipare a cualquier unión a la familia que se establece mediante un compromiso permanente civil y religioso.
Para estos problemas y otros muchos que hoy se han infiltrado como derechos humanos o ideas de modernidad hace falta también promover una seria campaña de vacunación, claro que esta es mucho más compleja que solamente acudir y después de una fila recibir una inyección, aquí se requiere una gran labor primero de amor y ejemplo y después también de estudio y orientación, así como de lo que en verdad son derechos humanos y no imposiciones ideológicas de grupos llamados vulnerables, pero que en realidad son tan poderosos que pueden imponer sus intereses a la gran mayoría inclusive llevándolos a las legislaciones.
Es importante trabajar en esta campaña de vacunación antiideológica, donde todos podemos ser una parte importante de la misma.
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