P’a la próxima: neutralizar

El mismo AMLO lo reconoció públicamente en alguna ocasión, sin que aquellos, claro, que eran el objeto de sus comentarios se apercibieran de la extrema maldad y crueldad de lo que el Presidente decía. Los pobres son, para el actual Presidente de la República, para su sucesora y su círculo cercano, simplemente la materia prima, silenciosa, inconsciente, maleable, segura, siempre disponible, de sus triunfos electorales. La pobreza y la ignorancia son el caldo de cultivo del cual nacen el paternalismo y el populismo. Mientras haya pobres en México los macabros personajes como AMLO, y sus marionetas, podrán repetir la tragedia del pasado 2 de junio cuantas veces quieran. Y entre más pobres haya, el peligro de la repetición de ese drama se incrementa. Es simple lógica. Y lógica también debería ser la conclusión de esa verdad para todos los que aún nos encontramos en shock por el resultado de ese día trágico. Para la próxima, cualquier empeño de los millones de ciudadanos que constituimos la oposición por revertir los efectos que las elecciones pasadas nos van a hacer sufrir dentro de poco, y por buscar recuperar la posibilidad de construir un México habitable, pacífico y próspero, deberá empezar por neutralizar los efectos nocivos de las perversas políticas sociales de los gobiernos morenistas.

Tal neutralización debe incluir una serie larga de acciones a realizar. Menciono solamente algunas y no en orden de importancia. No creo que tengan nada de original o novedoso. Estoy seguro que muchos mexicanos están pensando lo mismo. Y muchos otros estarán generando nuevas y mejores estrategias.

Uno. La Marea Rosa será un factor indispensable en todo lo que se haya de realizar, pero debe desligarse de los partidos políticos que la acompañaron. La presencia de personajes impresentables como Marko Cortés y Alito fue una rémora muy pesada. Su ciudadanización total es imprescindible. La adhesión de los partidos de oposición a la Marea Rosa es bienvenida, con la condición de que no quieran ellos intervenir en su dirección. Una Marea Rosa diversificada, que no exista únicamente para armar concentraciones en el Zócalo, sino que extienda su alcance a todas aquellas áreas que fortalezcan la cohesión ciudadana y la conciencia de nación unida, debe ser una constante.

Dos. Crear brigadas rosas de neutralización de los efectos creados por los Servidores de la Nación. Evidentemente nunca se podrán comparar tales brigadas numéricamente con las pandillas de los Servidores. Los recursos nunca alcanzarán. Habrá que suplir las deficiencias financieras, y competir, con creatividad y eficacia. Una cooperacha nacional debería ser echada a andar.

Tres. Crear fuentes de trabajo, que logren sacar a los actuales pobres de las condiciones que los arrojan a los brazos de los tipos como AMLO. Es indispensable, y urgente, esta tarea. Los empresarios conocen el valor que su función añade a la sociedad. Será necesario decidir corporativamente, así como a nivel de las asociaciones empresariales, sacrificar algunas ganancias para que más pobres se incorporen a las listas de trabajadores formales. Ni AMLO ni su corcholata favorita, ni las hordas de Servidores podrán convencer a un padre de familia que esté en posesión de un trabajo estable y suficientemente bien pagado.

Cuatro. Educación, educación, educación.

Cinco. Usar todos los medios informativos disponibles para hacer llegar a los pobres la verdad de lo que el dictador pretende hacer con ellos. La reflexión de los pobres acerca de las consecuencias humanas de ser ellos considerados mera carne de cañón electoral, cuando dicha reflexión se pueda hacer, tendrá obviamente que competir con el hambre y la inseguridad del momento, y con la posibilidad de unos cuantos pesos conseguidos sin esfuerzo. Las iglesias, si lo quisieran, podrían colaborar muy positivamente en esta tarea. No bastan los comunicados oficiales de la CEM. El trabajo de indicar a los pobres el peligro que para su dignidad humana les significa su obediencia a los condicionamientos del gobierno se debe hacer a nivel parroquial, acompañando esas catequesis con otros testimonios de solidaridad.

La puesta en práctica de todo lo anterior, y de las ideas que otros aporten para lograr neutralizar la relación perversa entre pobreza y victoria de los malos, requiere mucho más que buenas ideas y buenos sentimientos. Pero no es, desde mi punto de vista, algo que esté abierto a discusión. O se hace o México nunca podrá recuperarse del triunfo de MORENA el pasado día dos de junio. Esta fecha terrible debe estar grabada con fuego en los corazones de todos los buenos mexicanos.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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