Dos de los grandes retos —dilemas o encrucijadas— que enfrenta nuestro país en el ámbito político y que definirán nuestro futuro son el tema de la sobrerrepresentación —que podemos llamar también subrrepresentación o cooptación total del congreso por una sola fuerza política— y la reforma al Poder Judicial.
Seguramente hemos escuchado, leído o conversado sobre estos temas que tendrán su punto de partida en la sesión del Consejo General del INE el 23 de agosto; pero que seguramente no quedará ahí ya que independientemente de la decisión que difícilmente deje contentos a todos, esta se impugnará hasta que llegue al máximo Tribunal Electoral del Poder Judicial.
Sin duda, estas importantes definiciones están en manos de personas capacitadas para determinar lo que es justo, lo que es legal; pero también lo que conviene para la democracia y el futuro de cada uno de nosotros que vivimos en un territorio, porque por más que lo veamos lejos, es un hecho que lo que se determine al final de todos los procesos judiciales nos afectará de forma directa, en el corto, mediano y largo plazo.
Me queda claro que estas decisiones parecieran no tener un efecto en nuestra realidad próxima inmediata y que parecieran más conceptuales o una “guerra” de declaraciones y posiciones ideológicas que ponen los temas aún más lejos de los ciudadanos de a pie.
Pero a mí me gustaría poner en la mesa de la reflexión con un ejemplo que sugiero desde el título de este artículo, ¿le daríamos a Morena y a la presidenta una pistola cargada? Misma que podría usar para hacer el bien, pero también para hacer el mal; para acabar con los corruptos, pero también para destruir a quienes señalan la corrupción de ellos mismos controlar o amenazar a quienes no piensan como ellos.
El argumento de Morena es que ellos son “los únicos” buenos, son los únicos que saben qué es lo que necesitamos los mexicanos; son los únicos incorruptibles; son los únicos que deben definir el rumbo del país; son los únicos que son “el pueblo mismo”.
Seamos todos completamente honestos, lo que ha mostrado este grupo político que se de dice transformador desde el poder ¿qué es? ¿Acaso no ha sido evidente que desde ese lugar privilegiado de la silla del poder en el palacio el rey-tlatoani cuando alguien se atreve a pensar diferente al pensamiento único de SU ideología es señalado, es investigado, es expuesto y mostrado como un enemigo a vencer?
Una vez mas, ¿le darías el poder de tener una pistola cargada? Porque hasta ahora ha sido un juego de niños berrinchudos; pero en adelante con TODO el poder, con esa arma cargada en la mano ¿qué será capaz de hacer? ¿De verdad lo queremos experimentar?
Es absolutamente falso que una sola persona pueda encarnar lo que todos los mexicanos necesitamos. Un dato sobre total del padrón electoral: el 39.4% de los potenciales votantes no votó por ningún partido; el 27.9% voto por la oposición y el 32.7% voto por la alianza de Morena, esto es 67.3% no votaron por ellos.
Unos cuantos que, sí son muchos, pero NO SON TODOS quieren definir el RUMBO con un pensamiento ÚNICO, EL SUYO…
Una vez mas y piénsalo bien… ¿te sentirás tranquilo o tranquila si Morena cuenta con una pistola cargada?, ¿crees que no la va a usar en tu contra si te atreves a pensar diferente que ellos?
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