Hoy, 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha propicia para la reflexión. Es momento de revisar cómo estamos tratando a nuestro hogar: el planeta Tierra.
No es esta una fecha para celebrar, sino para recapitular sobre nuestra conducta en materia ambiental: la destrucción de nuestro planeta avanza inexorable, nos exige tomar conciencia y nos conmina a actuar.
Es hora de recordar que la Tierra nos ha dado todo lo necesario para vivir, ha sido generosa en todo aspecto; pero nuestra salud como humanidad depende de la salud de nuestro hábitat. ¿Cómo actuamos para colaborar a esa salud ambiental?
La respuesta parece sencilla y es lamentable: no actuamos o actuamos muy poco.
De muchas maneras y en sentidos muy variados, hemos sido irresponsables en el manejo de los recursos renovables y no renovables, abusamos de ellos; consumimos al por mayor y nos desentendemos del daño que pueda causar lo que desechamos.
Miles de toneladas de basura en los mares invaden el ecosistema de la fauna marina; los incendios forestales cancelan fuentes de oxígeno; contaminan el aire industrias y vehículos; los suelos se erosionan y terrenos fértiles se esterilizan…
Las consecuencias que algunos aún visualizan a largo plazo, nos están alcanzando; como lo demuestra la contingencia que vivimos hace pocas semanas en la Ciudad de México, cuando fue necesario cancelar actividades escolares y recreativas.
Suena a slogan, pero no lo es: La Tierra es nuestra. No obstante, seguimos tratándola como si nos fuera ajena. No hemos cumplido con nuestra parte.
Tenemos factores a favor, a pesar de todo. Afortunadamente, las nuevas generaciones son cada vez más sensibles ante los problemas que afectan al medio ambiente; pero eso no basta.
En nuestra época, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están listas para ser aliadas valiosas en la misión de crear conciencia. A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, YoInfluyo te invita a que investigues, te informes y actúes. Hay aplicaciones en las que es posible constatar cómo, a lo largo de los años, hemos deteriorado nuestra casa común.
Una de esas herramientas tecnológicas puede mostrar los cambios negativos que la Tierra ha sufrido en plazo muy corto, debido a los incendios forestales, el derretimiento de las zonas glaciares, la construcción de fastuosas y onerosas infraestructuras, el crecimiento de las manchas urbanas, la deforestación de bosques y selvas.
¿Qué hogar común estamos heredando a las nuevas generaciones? ¿Cuántas de las especies animales que hoy conocemos, tus hijos, nietos y bisnietos sólo verán en ilustraciones en los libros escolares, al lado de los dinosaurios y los fósiles? ¿Qué paisajes ya no se disfrutarán en familia, en armonía con el medio ambiente?
Es decir, ¿qué le estamos haciendo a nuestro planeta?
El futuro no está en tus manos. Lo que sí tienes a tu alcance es el presente. El presente para hacer algo que preserve el futuro.
El cambio empieza por ti mismo, es la única ruta. ¡Actuemos ya!
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